Este es el impacto de la publicidad en los refrescos infantiles
Un estudio ha analizado cómo sería el consumo de bebidas azucaradas dirigido a menores estadounidenses si se pusieran imágenes de las consecuencias
A pesar de que la distribución masiva de cigarrillos se inició a partir de 1888, no fue hasta el año 2003 cuando las tabacaleras se vieron obligadas a introducir los conocidos mensajes como el de "fumar perjudica seriamente la salud". Y más tarde, concretamente en el año 2010, tuvieron que incluir además imágenes de las consecuencias que fumar tiene en la salud, como aquellas de la comparación entre unos pulmones rosas de un no fumador y unos pulmones negros de alguien que sí lo era.
Esta publicidad se enmarcaba dentro del Real Decreto 1079/2008 de 18 de octubre en el que se recogía explícitamente la "obligación de incorporar de forma visible en las cajetillas de cigarrillos advertencias sanitarias en forma de fotografías e ilustraciones de los riesgos y efectos nocivos que tiene en la salud el tabaco".
¿Hizo esto que los fumadores fumaran menos? Pues según un estudio publicado en la 'Revista Panamericana de Salud', que investigó el tema, cuando un fumador mira un paquete lo primero a lo que dirige su atención es a la marca de los cigarrillos y luego hacia la etiqueta de advertencia. Es decir, era difícil que los fumadores reparasen en el mensaje; sin embargo, se sugería “aumentar el tamaño de las etiquetas de advertencia para favorecer un incremento en la respuesta de atención”, según los autores.
¿Y si se utilizase este tipo de publicidad en otros productos que tengan un impacto negativo en la salud? Esta es una de las preguntas que pueden contestar desde la Universidad de Carolina del Norte, cuyos investigadores han trasladado este impacto publicitario a bebidas azucaradas infantiles.
Los resultados del estudio
Es menos probable que los padres compren bebidas infantiles azucaradas si en los envases aparecen imágenes "horripilantes" de las consecuencias que tiene el consumo de azúcar en la salud. A esta conclusión ha llegado un estudio llevado a cabo por Marissa G Hall y sus colegas de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.
“Las advertencias pictóricas en los productos de tabaco son prometedoras para motivar el cambio de comportamiento, pero pocos estudios han examinado esto en bebidas azucaradas, especialmente en entornos naturalistas”, apuntan los investigadores.
"La implementación de políticas de etiquetas de advertencia pictóricas podría ser una estrategia eficaz para reducir las compras"
Para llegar a estas conclusiones asignaron al azar a 325 padres de niños de 2 a 12 años a un brazo de intervención o brazo de control y les pidieron que eligieran una bebida y un refrigerio para su hijo, además de un artículo del hogar en un laboratorio de tienda naturalista. El grupo de intervención tenía advertencias sanitarias pictóricas sobre diabetes tipo 2 o enfermedades cardiacas en las bebidas, mientras que los controles tenían etiquetas con códigos de barras.
En el grupo de control, el 45% de los padres compraron una bebida azucarada para su hijo, en comparación con el 28% en el grupo de advertencia pictórica. Las calorías (kcal) de las bebidas azucaradas compradas también se redujeron, con un promedio de 82 kcal para los controles frente a 52 kcal para el grupo de advertencias pictóricas. Los padres en el brazo de intervención informaron de que pensaron más en su decisión y los impactos de las bebidas azucaradas, así como también menos intenciones de servir bebidas azucaradas a sus hijos.
¿Por qué se hizo este estudio y qué significa?
Los niños en Estados Unidos consumen más de los niveles recomendados de bebidas azucaradas, lo que aumenta el riesgo de una variedad de enfermedades crónicas, incluidas la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiacas.
Estos hallazgos significan que las advertencias pictóricas son una opción prometedora para disminuir las compras de bebidas azucaradas para los niños. “La implementación de políticas de etiquetas de advertencia pictóricas podría ser una estrategia eficaz para reducir las compras de bebidas azucaradas y los resultados de salud relacionados con ellas”, señalan los autores.
Por otro lado, el equipo opina que los estudios futuros deberían evaluar los efectos a largo plazo de las etiquetas de advertencia sobre el consumo de bebidas azucaradas de los niños y la prevalencia de enfermedades crónicas relacionadas con la dieta.
A pesar de que la distribución masiva de cigarrillos se inició a partir de 1888, no fue hasta el año 2003 cuando las tabacaleras se vieron obligadas a introducir los conocidos mensajes como el de "fumar perjudica seriamente la salud". Y más tarde, concretamente en el año 2010, tuvieron que incluir además imágenes de las consecuencias que fumar tiene en la salud, como aquellas de la comparación entre unos pulmones rosas de un no fumador y unos pulmones negros de alguien que sí lo era.