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Inmunosenescencia: quédate con la palabra para saber cómo frenarla
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Sistema inmunitario

Inmunosenescencia: quédate con la palabra para saber cómo frenarla

Los elementos de defensa de nuestro organismo acusan el paso del tiempo y pierden eficacia. Saber que es un proceso fisiológico resulta importante para afrontarlo y retrasarlo

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Queremos dedicar estas próximas líneas a hablar de cómo mejorar nuestro sistema inmune vía suplementación. Pero ya les advertimos desde el inicio que hay dos cosas que no queremos hacer en este artículo. Una es dar una explicación detallada de nuestro sistema inmune, de qué elementos se compone, cómo funciona, etc; no creo que eso les aportase mucho más que aburrimiento y tecnicismos. Y la otra es transmitir la idea de que nuestro sistema inmune solamente puede mejorar de forma pasiva mediante la toma de unos determinados suplementos. Dicho esto, vamos con ello.

En esta época de pandemia, para bien o para mal, términos como interleuquinas, inmunidad innata, inmunidad adaptativa, linfocitos, células T, B, macrófagos, inmunidad celular, anticuerpos, IgG, IgM, etc, se han convertido en parte de nuestro vocabulario y de nuestras conversaciones informales.

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Hemos aprendido lo vital que es tener un sistema inmune fuerte para hacer frente al coronavirus y a otros muchos microorganismos.

Pero nuestro sistema inmune, en toda su enorme complejidad, va más allá. También debe defendernos frente agresiones externas no microbianas como los contaminantes o la radiación, e internas, como las células cancerosas.

Objetivo: frenar la inmunosenescencia

Este sistema está altamente regulado, como pueden imaginar, por muchos factores y cuando falla podemos desarrollar enfermedades autoinmunes -reconociendo como extraños antígenos propios y reaccionando frente a ellos-, reacciones de hipersensibilidad -montando una reacción defensiva frente a una sustancia generalmente inocua- e inmunodeficiencias, en que al quedar inactivo o hipoactivo alguno de los componentes del sistema inmune, podemos ser afectados gravemente por agentes externos que normalmente no nos causarían daño. Esto puede ocurrir por diversas causas, como enfermedades genéticas o adquiridas como el cáncer o el sida, por déficit de micronutrientes, malnutrición, fármacos como inmunosupresores o corticoides, o por el mismo envejecimiento en un proceso llamado inmunosenescencia.

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¿Se han planteado alguna vez por qué las enfermedades infecciosas son mucho más graves y mortales según cumplimos años? No hay más que ver las tasas de mortalidad por edad en el covid o la gripe. O ¿por qué es más frecuente el cáncer en gente más mayor?.

Pues sí, la imunosenescencia es real. Y en Neolife, donde somos especialistas en el proceso de envejecimiento, lo sabemos

Con el tiempo, el sistema inmunitario se vuelve menos sensible a los patógenos. También la eficacia de las vacunas se reduce con la edad, como seguro han oído.

Cada elemento de nuestro sistema inmune se altera en número o funcionalidad cuando nos hacemos mayores para dar como consecuencia esta menor actividad del mismo, con, en muchas ocasiones, terribles desenlaces. Para los lectores más avezados en temas de salud y 'antiaging', comentar que esta inmunosenescencia está íntimamente relacionada con otro fenómeno que ocurre en las edades postreras de la vida como es el llamado 'inflammaging' o estado inflamatorio asociado al envejecimiento, con también funestas consecuencias y del que estaremos encantados de hablar en estas páginas en otro momento.

Lo primero: estilo de vida

Entonces, ¿qué podemos hacer para tener nuestro sistema inmune en forma, doctor? ¿Qué me tomo?

No tan rápido. Antes de hablar de suplementos -que ayudan, y mucho, a nuestro sistema inmune-, hay que hablar de estilo de vida, de medidas que todos y cada uno de nosotros tenemos a nuestro alcance y no siempre usamos bien.

Foto: Foto: Unsplash/@ tatizanon.

Tener un buen descanso nocturno, hacer ejercicio moderado frecuente, controlar el estrés y consumir una dieta rica en fibra para alimentar correctamente a nuestra flora intestinal (microbiota) son estrategias vitales para ello. No demos dar por sentado que hacemos esa parte bien y pasemos a la casilla de tomar suplementos rápidamente. Examinemos cómo podemos mejorar nuestro descanso, estrés, dieta y pautas de ejercicio, y optimicémoslas, poniéndonos en manos de profesionales de cada área si es preciso.

Ahora sí: suplementos

Una vez que tenemos el estilo de vida correcto para que nuestro sistema inmune responda bien, efectivamente hay muchos suplementos que nos pueden ayudar.

Foto: Foto: Unsplash/Laurynas Mereckas.

La gama de Neoactives tiene todo aquello que la ciencia demuestra de forma sólida que tu sistema inmune puede necesitar. En su selección de suplementos para mejorar nuestras defensas encontraremos:

  • Vitaminas y minerales como las A, C, D, E, B6, B9, B12, zinc, hierro, cobre y selenio.
  • Productos naturales de plantas como la equinácea o de hongos como shiitake, reishi o maitake .
  • Probióticos para mejorar nuestra microbiota, protagonista principal en esta película de la salud de nuestro sistema inmune.

¿Hay más cosas para mejorar nuestra inmunidad? Claro que sí. Por ejemplo, moléculas fascinantes como la melatonina u hormonas como la dehidroepiandrosterona (DHEA) tienen efectos muy potentes optimizando nuestro sistema inmune. Pero si tienen interés, les hablaremos de ellos en otros artículos futuros.

El Dr. Alfonso Galán es licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad Autónoma de Madrid . Tiene experiencia en servicios de urgencias, patología musculoesquelética, tratamiento regenerativo y medicina laboral. Adicionalmente se ha formado en el diagnóstico y tratamiento de lesiones deportivas y ecografías musculoesqueléticas.  Ha recibido formación en Age Management Medicine en los centros más prestigiosos de EEUU y Europa. Experto, además, en medicina preventiva antienvejecimiento. 

Es miembro del equipo médico de Neolife Marbella hace más de tres años optimizando el sistema inmune y previniendo enfermedades.

Queremos dedicar estas próximas líneas a hablar de cómo mejorar nuestro sistema inmune vía suplementación. Pero ya les advertimos desde el inicio que hay dos cosas que no queremos hacer en este artículo. Una es dar una explicación detallada de nuestro sistema inmune, de qué elementos se compone, cómo funciona, etc; no creo que eso les aportase mucho más que aburrimiento y tecnicismos. Y la otra es transmitir la idea de que nuestro sistema inmune solamente puede mejorar de forma pasiva mediante la toma de unos determinados suplementos. Dicho esto, vamos con ello.

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