Esta es la nueva causa que desconoces de la periodontitis

La Clínica Mayo define la periodontitis, también conocida como "enfermedad de las encías", como la “grave infección de las mismas que daña el tejido blando y que, sin tratamiento, puede destruir el hueso que sostiene los dientes”. La periodontitis puede hacer que los dientes se aflojen o que se pierdan.

"La boca alberga unas 700 especies de bacterias que componen el microbioma oral", Dr. Usán

Entre los factores de riesgo de su aparición están la gingivitis, tener unos malos hábitos de salud oral, fumar, los cambios hormonales, las drogas, la obesidad, una mala alimentación (por ejemplo, con deficiencia de vitamina C), la genética, algunos medicamentos, algunas afecciones relacionadas con el sistema inmune y ciertas enfermedades como la diabetes, la artritis reumatoide y la enfermedad de Crohn.

La microbiota oral en la periodontitis

“La cavidad oral alberga aproximadamente 700 especies de bacterias que juntas componen el microbioma oral. El microbioma oral está compuesto por un ecosistema único y diverso de organismos microbianos que interactúan metabólica y físicamente”, explica Luis Usán, director médico del laboratorio tecnológico Igen Biolab Group.

Y, en este aspecto, la patología periodontal está “mediada por una interacción entre comunidades microbianas disbióticas y respuestas inmunes que se producen dentro de los tejidos gingivales y periodontales”, según explican en un reciente artículo que estudia el impacto de la microbiota oral en esta afección. Es decir, los patógenos putativos (así se llaman los microorganismos sospechosos de estar asociados con una enfermedad) se enriquecen a medida que la microbiota oral residente se vuelve disbiótica “y las respuestas inflamatorias provocan la destrucción del tejido, lo que induce un ciclo de retroalimentación positiva incesante de proteólisis, inflamación y enriquecimiento de patógenos periodontales”.

“Este artículo explica que los patógenos microbianos clave y la inflamación gingival sostenida son fundamentales para la progresión de la enfermedad periodontal. Sin embargo, también mencionan que estudios recientes han revelado la importancia de microbios no identificados previamente involucrados en la progresión de la enfermedad, incluidos varios virus, fagos y especies bacterianas. Es más, los mecanismos inmunológicos y genéticos recientemente identificados, así como los factores ambientales del huésped, incluida la dieta y el estilo de vida, se han discernido en los últimos años como otros factores que contribuyen a la periodontitis”, apunta el doctor Usán.

En línea con esto, se han explorado nuevas líneas de investigación relacionadas con el mantenimiento de la salud periodontal y el tratamiento de la enfermedad existente, como la aplicación de probióticos orales y más recientemente de postbióticos, para limitar y atenuar la progresión de la enfermedad. “El papel de las patologías sistémicas del huésped, como los trastornos autoinmunes y la diabetes, en la patogenia de la enfermedad periodontal ha sido bien señalado”, sostienen las autoras del estudio Lea M. Sedghi, Margot Bacino e Yvonne Lorraine Kapila, todas pertenecientes a la Universidad de California.

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Y añaden que “estudios recientes también han identificado la importancia recíproca de la enfermedad periodontal en la potenciación de estados de enfermedad como el alzhéimer, las enfermedades inflamatorias del intestino y el cáncer oral, lo que destaca aún más la importancia de la cavidad oral en la salud sistémica”.

Los beneficios de los probióticos

Según los autores de la revisión, los probióticos han ganado un reconocimiento cada vez mayor como modalidades de tratamiento complementarias a la terapia periodontal no quirúrgica. “Los probióticos utilizados en la terapia periodontal han incluido tabletas que contienen cultivos vivos de Lactobacillus reuteri, Lactobacillus salivarius, bebidas probióticas con Lactobacillus casei, chicles con Lactobacillus reuteri y enjuagues bucales con dosis variables de Streptococcus oralis, Streptococcus uberis y Streptococcus rattus para tratar diversos grados de inflamación gingival y periodontitis”, recuerda el doctor Usán, haciendo referencia a un estudio de la doctora de la Escuela de Odontología de la Universidad de California San Francisco, Trang Nguyen, publicado en Periodontol 2000 en el año 2020.

Otra solución que ha demostrado su eficacia es la utilización de péptidos concretos o postbióticos como es la nisina. “Es un péptido antimicrobiano producido por algunas bacterias grampositivas como las especies Lactococcus y Streptococcus, demuestra una acción bactericida contra una variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas”, aseguran M. Sedghi y su equipo.

En la actualidad, la nisina está reconocida por la FDA como un conservante de alimentos biológicamente seguro y se utiliza como componente en el queso procesado. “Las bacterias productoras de nisina han recibido una atención creciente como posibles modalidades de tratamiento de afecciones orales y sistémicas, que van desde enfermedades gastrointestinales hasta varios tipos de cáncer”, indica el doctor Usán.

Y concluye: “Los beneficios de la nisina no solo se demuestran por la capacidad de matar patógenos, sino también por la falta de efectos secundarios dañinos para el huésped. Si bien se ha demostrado que la nisina induce la destrucción de patógenos, no se ha demostrado que la aplicación de altas dosis de nisina induzca efectos tóxicos en la viabilidad y proliferación de células humanas orales”.