¿Es cierto el mito de que no se puede beber alcohol mientras se toman antibióticos?

Los antibióticos son medicamentos imprescindibles para combatir algunas enfermedades o infecciones causadas por bacterias, tanto en los seres humanos como en los animales. Sin embargo, no siempre se utilizan bien y eso está provocando un problema de resistencia a los antibióticos en la sociedad moderna.

Buena parte de esos problemas tienen que ver con los errores que se cometen al tomar antibióticos, de los que se abusa en muchas circunstancias. Y para resolver algunas de las dudas que surgen siempre en torno a estos medicamentos, vamos a dar respuesta a uno de los mitos sobre antibióticos más extendidos, derribando creencias populares fuertemente arraigadas.

La resistencia a los antibióticos mata más que el sida

Juan Montagu

Una de las más comunes es la de que no se puede beber alcohol mientras se toman antibióticos. Y la verdad es que no es cierto. Según Ramiro Heredia, médico del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, "si alguien está tomando antibióticos, puede consumir alcohol en cantidad moderada. El consumo moderado de alcohol, como una copa de vino, no está contraindicado si una persona está tomando un antibiótico".

Cuidado con las excepciones

Sin embargo, tal y como explica el doctor Heredia a 'Clarín', hay algunas excepciones: "En algunos casos en particular, como por ejemplo con el metronidazol, usado para algunas infecciones abdominales y genitales, o trimetoprima, para infecciones respiratorias o cutáneas, se ha descrito en algunos pacientes una desagradable consecuencia llamada efecto 'disulfiram".

"En la mayoría de los antibióticos, el consumo moderado de alcohol no está contraindicado"

El galeno señala que el 'disulfiram' es una droga que se utiliza en algunos tratamientos para dejar de beber. El problema llega cuando se consume alcohol, ya que las personas "se sienten muy mal, con palpitaciones, cefalea, rubor, náuseas, vómitos; lo que hace que no quieran tomar alcohol nuevamente".

Además, el doctor Heredia recuerda que, aunque no esté contraindicado especialmente, "hay que tener en cuenta que la persona que está tomando un antibiótico se puede sentir enferma, por lo cual consumir alcohol, y más si es en exceso, puede hacer que se sienta peor".

En resumen, según este médico argentino, "en el caso de la gran mayoría de los antibióticos, el consumo moderado de alcohol no está contraindicado, siempre y cuando no sea en exceso, ya que no interrumpe ni modifica en un modo importante el efecto de estos fármacos".