La limpieza facial diaria es esencial para prevenir los temidos puntos negros
No son suciedad, son cúmulos de grasa con restos celulares que se quedan en el conducto de salida de la glándula sebácea. Una limpieza correcta acaba con este síntoma de acné
Los puntos negros, también conocidos como comedones abiertos, son un síntoma de acné y, aunque a veces parecen manchas de suciedad, se pueden identificar fácilmente en la piel. Se trata de poros obstruidos en los que la mezcla de sebo y células se ha oscurecido al entrar en contacto con el aire. Estos se encuentran principalmente en la parte central del rostro, pero también pueden apreciarse en la espalda, el pecho, el cuello e incluso en los brazos y hombros.
La causa principal de su desarrollo es la obstrucción de los folículos capilares (cavidad en forma de saco o bolsa formada por un grupo de células); es decir, en lugar de estar provocados por una bacteria, como ocurre habitualmente, aparecen a raíz de la acumulación de sebo. Por lo tanto, dado que no suponen ningún tipo de amenaza grave para nosotros, nuestro cuerpo no se preocupa por ellos.
En palabras de Alfons del Pozo Carrascosa, experto del Departamento de Farmacia y Tecnología Farmacéutica de la Universidad de Barcelona, el cúmulo de grasa se mezcla con restos celulares que "se quedan en el conducto de salida de la glándula sebácea y, como esta no consigue drenar los orificios lo suficientemente rápido, se ensucia y adquiere la tonalidad negra".
Lo primero, y más importante, es conocer el tipo de piel que uno tiene para elegir el producto dermocosmético más adecuado y tratar así el acné comedónico y solventar los síntomas del resto de daños o afecciones de la piel. Hay muchas formas de impedir la aparición de puntos negros, pero existen tres reglas de oro:
Limpieza facial con productos adecuados
Lavarse la cara por la mañana y por la noche es el gesto más básico para proteger la piel de la aparición de marcas. Para limpiar tu piel por las mañanas, debes elegir y emplear un gel limpiador al agua adecuado a tu tipo de piel. Si, además, esta es sensible, es importante escoger un producto más suave, como una crema limpiadora, con el fin de proteger la dermis.
Aunque la mayoría de mujeres lo saben, no está de mal decirlo: desmaquillarse antes de dormir es obligatorio. En cuanto a los hombres, deben cuidar el momento del afeitado empleando espumas antibacterianas y antisépticas.
Hidratar y tratar
La hidratación de la piel es esencial, siempre, porque contribuye a su equilibrio. Sin embargo, hay que tener en cuenta que no todas las cremas son buenas para nuestra piel. Por ello, los expertos recomiendan que los productos sean preferiblemente de parafarmacia o de marcas conocidas y que estén dermatológicamente testadas.
Desincrustar y liberar la piel de impurezas
Dependiendo de la sensibilidad de tu piel, debes utilizar, con más o menos frecuencia, un exfoliante suave y adecuado que no sea agresivo con tu piel. Estos productos están formulados para purificar la epidermis, eliminar las impurezas, refinar la capa córnea y ayudar a una piel más limpia.
Recomendaciones: los tratamientos más frecuentes
La limpieza facial diaria y el correcto cuidado no solo es esencial por fines estéticos, sino porque, si no cuidamos nuestra piel, aumentan las posibilidades de sufrir un envejecimiento progresivo. Por ello, como hemos mencionado anteriormente, mantener una correcta higiene facial de forma regular es imprescindible. En la actualidad existen muchas alternativas para tratar los puntos negros. Algunas opciones eficaces son estas:
- El empleo de tratamientos de mascarillas especiales para ese tipo de lesiones, tanto en casa como acudiendo a un profesional.
- Evitar cremas y maquillaje que aumenten la producción de sebo y grasa.
- Antes de aplicar cualquier productivo, debemos limpiar de forma adecuada la cara con agua templada.
- Usar entre una y dos veces por semana un exfoliante facial.
Desde la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME) enumeran algunos alimentos que pueden actuar como cosméticos y que ayudan a eliminar el acné comedónico:
- Clara de huevo. Es usada para eliminar las impurezas del rostro, los puntos negros en especial. Se debe aplicar en la cara previamente lavada. Después, ponemos papel higiénico sobre la clara y aplicamos encima otra capa. Cuando se endurece, se debe retirar el contenido tirando suavemente de arriba abajo.
- Azúcar moreno. Se emplea como exfoliante natural porque ayuda a eliminar las impurezas sin dañar la dermis. Se puede utilizar de dos formas diferentes: combinando un cuarto de taza de azúcar con tres cucharadas de aceite de oliva, y así también hidratamos la piel, o mezclando dos cucharadas de azúcar con limón.
Los puntos negros, también conocidos como comedones abiertos, son un síntoma de acné y, aunque a veces parecen manchas de suciedad, se pueden identificar fácilmente en la piel. Se trata de poros obstruidos en los que la mezcla de sebo y células se ha oscurecido al entrar en contacto con el aire. Estos se encuentran principalmente en la parte central del rostro, pero también pueden apreciarse en la espalda, el pecho, el cuello e incluso en los brazos y hombros.
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