El origen animal de las pandemias humanas más devastadoras, según los expertos
El coronavirus no ha sido la primera gran amenaza para la humanidad. De hecho, los humanos han hecho frente a más de 20 epidemias y detrás de ellas están patógenos animales que saltaron a las personas
La peste, el cólera, la gripe española o el VIH son algunas de las pandemias que forman parte de la historia de la humanidad. En la actualidad, estamos luchando contra el coronavirus, y para entender el presente y predecir el futuro, debemos recurrir al pasado.
A medida que se fueron creando núcleos de personas en un mismo espacio territorial, las enfermedades contagiosas comenzaron a aumentar. Ahora hacemos un repaso por cuatro de las enfermedades que pusieron ‘en jaque’ a los humanos.
Entre las más virulentas, se encuentra la viruela, que se cree que surgió en India o Egipto hace 10.000 años y acabó con gran parte de las poblaciones indígenas, llegando a América en el siglo XVI. Mientras que en Europa pudieron morir 60 millones de personas solo en el siglo XVIII. Afortunadamente, es una de las enfermedades que el ser humano erradicó gracias al desarrollo de una vacuna adecuada. De hecho, en 1977 se registró el último caso de contagio de este virus.
"La peste fue algo terrible, murieron entre 25 y 33 millones de personas"
Considerada por los expertos una de las mayores pandemias de la historia, la peste negra vivió su peor brote a mediados del siglo XIV. Se desconocía por completo tanto sus causas como su tratamiento. Eso sí, los números que dejó tras su aparición son espeluznantes. Además, en la actualidad hay brotes activos. “Llegó a Europa en 1348 desde Asia y, en un periodo de tres años, mató entre un tercio y la mitad de la población de Europa. Fue algo terrible, murieron entre 25 y 33 millones de personas dejando el continente exhausto durante la segunda mitad del siglo XIV". Así nos lo explica el director del Museo Vasco de Historia de la Medicina de la Universidad del País Vasco y especialista en historia de las pandemias, Anton Erkoreka.
No podemos olvidarnos de la gripe española. En marzo de 1918, durante la Primera Guerra Mundial, se registró el primer caso. Lo anecdótico es que fue en un hospital de Estados Unidos. Sin embargo, fue nombrada así porque España fue un país neutral en esta guerra y, por lo tanto, los datos sobre la misma circulaban con libertad, a diferencia de los países implicados donde se ocultó información.
Al mismo tiempo que las tropas se repartían por Europa, también lo hacía este virus. Los sistemas de salud y las funerarias se vieron superados, como ocurrió con la llegada del covid-19. Para Erkoreka, la gripe española fue “una pandemia inesperada, de evolución muy rápida y extremadamente grave''. “Mató en todo el mundo unos 40 millones de personas. En España, que entonces tenía unos 20 millones de habitantes, ocasionó algo más de 250.000 muertes”, nos detalla.
Y, por último, es necesario hablar del virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), conocido como sida. Los primeros casos llegaron en 1981 y, desde entonces, convive con nosotros. No tiene cura, pero se han logrado paliar algunos efectos, convirtiendo al virus, en el caso de la mayoría de pacientes, en una dolencia crónica. Se calcula que el VIH ha podido causar unas 30 millones de muertes en todo el mundo.
Pandemias de origen zoonótico
Los expertos defienden un origen zoonótico en la mayoría de las pandemias vividas. “Casi todas están producidas por un microorganismo que afecta a un animal y que salta de especie, llegando a los humanos", señala el director del Museo Vasco de la Historia de la Medicina. Y prosigue: "La actual epidemia de covid-19 viene de los murciélagos; los virus de la gripe, de las aves; las bacterias que provocan la peste, de las ratas y llegan a los humanos por medio de las pulgas".
"Algunas modificaciones del medioambiente han provocado epidemias graves"
En cuanto a los factores desencadenantes, destaca el cambio climático. “Las modificaciones del medioambiente son las que favorecen los saltos de especie de microorganismos que afectan a animales produciendo zoonosis, y que pasan a los humanos provocando las pandemias; incluso algunas modificaciones de menor envergadura han provocado epidemias graves, como en el caso de la peste negra, que se desencadenó por el inicio de lo que se ha llamado ‘pequeña edad de hielo’, un cambio climático limitado que ocurrió a partir del siglo XIV provocando una bajada de las temperaturas, malas cosechas, hambrunas y modificación de la distribución de algunos animales como las ratas, que acabaron convirtiendo una epizootia en una epidemia”, según asegura Erkoreka para este diario.
¿Y vendrán más pandemias como la del covid-19? La respuesta es ‘sí’. “En un mundo superpoblado como el nuestro, esta es la vía de transmisión más fácil. Y esa es una de nuestras debilidades. Nos movemos por todo el mundo por turismo, trabajo o necesidad y podemos extender cualquier enfermedad hasta el último rincón de la tierra, como ha ocurrido con el coronavirus”, añade.
"Se debe investigar y controlar la evolución ante el desarrollo de otras pandemias"
Este historiador de pandemias señala que “es muy difícil predecir cuándo aparecerá la siguiente”, pero advierte que hay que aprender de lo vivido: “Se debe estudiar, investigar, controlar la evolución de todas las enfermedades y preparar nuestros sistemas sanitarios ante la posibilidad de que surjan diferentes pandemias, prestando mayor atención a las enfermedades endémicas, como la tuberculosis o la malaria". Y prosigue: "Pero, sobre todo, se deben analizar los fallos que hemos tenido al abordar esta pandemia”.Y concluye: “También habría que decidir las estrategias a seguir para no tener que improvisar cuando surja el problema: si volvemos a confinar a medio mundo para ‘aplanar la curva’; si priorizamos la economía o la salud; si seguimos políticas de ‘cero covid’ como en China o Australia, etc".
La peste, el cólera, la gripe española o el VIH son algunas de las pandemias que forman parte de la historia de la humanidad. En la actualidad, estamos luchando contra el coronavirus, y para entender el presente y predecir el futuro, debemos recurrir al pasado.