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Vivir en un hogar pobre multiplica la probabilidad de sufrir obesidad infantil
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Sobrepeso geográfico

Vivir en un hogar pobre multiplica la probabilidad de sufrir obesidad infantil

El exceso de peso en la población infantil es mucho menos probable en los hogares más acomodados (19%), según pone de manifiesto el informe de Save the Children

Foto: Foto: Unsplash/@photographybyharry.
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La dieta mediterránea es un tipo de patrón alimenticio que se complementa con la práctica deportiva y que, según múltiples expertos, tiene muchos beneficios en la salud. En términos de alimentación, este tipo de régimen está basado en los ingredientes propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo, como España e Italia, disminuir el consumo de carnes e hidratos de carbono y comer más vegetales y grasas monoinsaturadas.

El interés por esta dieta comenzó en la década de 1950, cuando se observó que las enfermedades cardiacas no eran tan comunes en los países mediterráneos como en Estados Unidos. Desde entonces, varios estudios confirman que la dieta mediterránea ayuda a prevenir este tipo de patologías relacionadas con el corazón y también los accidentes cerebrovasculares, según asegura la Clínica Mayo.

placeholder Foto: Unsplash/@danielcgold.
Foto: Unsplash/@danielcgold.

El Instituto de Salud Carlos III enumera algunos de estos efectos beneficiosos: disminuye el colesterol, eleva los niveles de vitamina C, E, beta-caroteno y polifenoles en la sangre, reduce la presión arterial gracias a su contenido en sodio y potasio y fibra, disminuye el riesgo de trombosis (actuando sobre los mecanismos de la coagulación), aumenta la capacidad antioxidante del organismo y modifica la expresión de los genes, haciendo que sean más saludables, y mejora la capacidad inmunitaria de defensa.

Los más cercanos a seguir una dieta mediterránea en Europa son los menores suecos

Durante las primeras etapas de la vida (infancia y adolescencia), las necesidades energéticas y nutricionales son especialmente elevadas, ya que el organismo se encuentra en un constante estado de desarrollo y crecimiento, y son los alimentos los que contienen las sustancias nutritivas que el organismo necesita. Por ello, seguir la dieta mediterránea en las etapas infantiles es una buena opción.

Sin embargo, “los países mediterráneos hemos pasado de tener una de las dietas más sanas del mundo, la mediterránea, a otra donde los dulces, la comida rápida y las bebidas azucaradas han desplazado a la fruta, la verdura, el aceite de oliva y el pescado”, según advierte el informe. De hecho, aquellos más cercanos a consumir una dieta mediterránea en Europa son ahora mismo los menores suecos.

En datos, la obesidad infantil

Por desgracia, en la actualidad son muchos los niños que sufren obesidad ocasionada por una mala alimentación y, sobre todo, debido al abuso de dulces y bebidas carbonatadas, dejando de lado la ingesta de ingredientes tan esenciales como son la verdura, la fruta o el pescado.

Y este sobrepeso no ha disminuido, ni mucho menos, durante los meses de la pandemia. Un 44% de los españoles aumentaron de peso en aquellos meses de confinamiento, según refleja el informe de Save the Children que recoge los datos ​​de una encuesta realizada en septiembre de 2021 a más de 2.000 padres y madres con el fin de entender el impacto que la crisis del covid-19 ha tenido en el estado nutricional y la salud de los niños y niñas de España.

España, junto con Chipre e Italia, lidera el ranking europeo de obesidad infantil

La investigación ya mostraba que un 28,1% de los menores de 18 años en España tendrían exceso de peso después de la desescalada, cifra similar, aunque ligeramente superior, a la de antes de la pandemia, que se situaba en 27,6%. El país, junto a Chipre e Italia, lidera el ranking europeo de obesidad infantil. En la Unión Europea, de media, uno de cada ocho menores de entre 7 y 8 años sufre obesidad, mientras que en España la estimación es de uno de cada cinco, aproximadamente; es decir, el 18% de la población infantil.

Las investigaciones en el ámbito internacional también indican que, más allá de las diferencias de edad y sexo, la obesidad y el sobrepeso tienen un claro factor social. Según lo reflejado en la encuesta, en los hogares con rentas más bajas hay una mayor probabilidad de que los menores sufran sobrepeso u obesidad (32,5%). Asimismo, el exceso de peso en la población infantil es mucho menos probable en los hogares más acomodados (19%). Tomando de referencia estos datos, se puede concluir que vivir en un hogar pobre multiplica la probabilidad de sufrir obesidad o sobrepeso durante el desarrollo en edades tempranas.

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Foto: Unsplash/@arwanod.

Las elevadas cifras de sobrepeso infantil revelan la necesidad de prestar una mayor atención a la calidad de los alimentos de los menores con el fin de que, en posteriores etapas de la vida, no sufran ninguna alteración en su organismo, ya que la enfermedad supone un riesgo para el desarrollo de patologías crónicas en la etapa adulta (complicaciones cardiovasculares, diabetes, etc).

El informe tiene como objetivo clave concienciar a la población de la importancia de una nutrición sana y de los beneficios que tiene seguir unos hábitos saludables en todas las etapas de la vida, haciendo un mayor hincapié en el desarrollo infantil y adolescente.

La dieta mediterránea es un tipo de patrón alimenticio que se complementa con la práctica deportiva y que, según múltiples expertos, tiene muchos beneficios en la salud. En términos de alimentación, este tipo de régimen está basado en los ingredientes propios de la agricultura local de los países con clima mediterráneo, como España e Italia, disminuir el consumo de carnes e hidratos de carbono y comer más vegetales y grasas monoinsaturadas.

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