Cómo dejar de fumar para alejarnos de la primera causa de muerte prematura

El Plan Nacional sobre Drogas define el tabaco como “una droga estimulante del sistema nervioso central, ya que uno de sus componentes, la nicotina, posee una enorme capacidad adictiva y es la causa por la cual su consumo produce dependencia”.

Durante la consumición del tabaco se originan más de 4.000 productos tóxicos diferentes. De todos ellos destacan, por su especial peligrosidad y por las enfermedades que pueden producir, los siguientes:

• Alquitranes: responsables de distintos tipos de cáncer.
• Monóxido de carbono: provoca la aparición de enfermedades cardiovasculares.
• Irritantes (fenoles, amoniacos, ácido cianhídrico): favorecen la presencia de enfermedades respiratorias como la bronquitis crónica y el enfisema pulmonar.
• Nicotina: ocasiona una dependencia al tabaco en las personas que lo consumen, es decir, incrementa el deseo de fumar.

El consumo de tabaco incrementa en un 70% el riesgo de morir prematuramente

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco es la primera causa de enfermedad, invalidez y muerte prematura en el mundo. En Europa, el tabaquismo provoca cada año 1,2 millones de muertes. Además, está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades (del total, diez son diferentes tipos de cáncer).

Asimismo, se considera la principal causa de buena parte de muertes por cáncer de pulmón y la razón de más del 50% de las patologías cardiovasculares. Concretamente en España, cada año mueren más de 50.000 personas debido al consumo de tabaco, más que por accidentes de tráfico y consumo de drogas ilegales juntos.

Enfermedades causadas por el tabaquismo

El consumo de tabaco incrementa en un 70% el riesgo de morir prematuramente debido a diversas enfermedades derivadas del consumo de esta sustancia. Este mayor riesgo es directamente proporcional al tiempo que se lleva fumando, a la cantidad de cigarrillos que se consumen a diario, a la profundidad de la inhalación del humo y al contenido en nicotina y alquitrán de la marca fumada, según el Plan Nacional sobre Drogas mencionado anteriormente.

En cuanto a las enfermedades derivadas de la inhalación de humo, las más frecuentes son: bronquitis crónica, siendo la causante del más del 90% de los casos; enfisema pulmonar; cáncer de pulmón, que ronda el 95% de los casos; hipertensión arterial, úlcera gastrointestinal, gastritis crónica e impotencia sexual en los varones, entre otras.

Además, las mujeres fumadoras tienen unos riesgos adicionales, como la probabilidad de padecer un infarto, que se multiplica por 10 en su caso. En cuanto a la menstruación, se adelanta una media de entre 2 y 3 años con respecto a las mujeres que nunca han fumado. Y también tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis.

¿Cómo dejar de fumar? Consejos

Aunque el 70% de los fumadores desean dejar de fumar definitivamente, la mayoría no están preparados. Aunque sí manifiestan la intención de intentar dejarlo a medio o largo plazo. En primer lugar, lo más importante para conseguir dejar de fumar es la determinación firme de querer abandonar el hábito tabáquico, según la OMS.

La Clínica Universidad de Navarra brinda una serie de consejos para intentar dejar de fumar de forma permanente.

• Escribir las razones para dejar de fumar.
• Es conveniente deshabituar la conducta de fumar: durante unos días registrar todos los cigarrillos que se fuma, las circunstancias en las que se fuma y el grado de necesidad que se tiene para fumar. Esto ayuda a conocer las situaciones asociadas al fumar y prever la manera de afrontarlas de una manera más eficaz.
• Evitar el pesimismo sobre dejar de fumar y lo difícil que será.
• Elegir un día concreto para dejar de fumar.
• En ocasiones es difícil dejar de fumar totalmente, por eso se puede probar a ir disminuyendo la cantidad de cigarrillos poco a poco.
• Quitar de casa todo lo relacionado con el tabaco: ceniceros, cigarrillos, mecheros, etc, puede ayudar a que el fumador no piense tanto en el asunto.
• Evitar beber alcohol y bebidas a las que se asocia el cigarro.

Dejar de fumar no es fácil. Aun conociendo los efectos nocivos del cigarrillo, abandonar el hábito del tabaquismo es una meta difícil de alcanzar para la mayoría de las personas, pero no es imposible; todos pueden lograrlo. Aunque hay que recordar que quizás no lo dejes completamente en el primer intento. La nicotina tiene unos efectos de dependencia que son difíciles de deshacerse y más cuando se lleva mucho tiempo fumando de manera diaria.