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¿Puede una persona con VIH compartir su piso con otra fácilmente?
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Desestigmatización

¿Puede una persona con VIH compartir su piso con otra fácilmente?

Un experimento social nos invita a ponernos en la piel de todas las personas con VIH, ya que refleja una de las muchas situaciones cotidianas en las que se sienten discriminadas

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

En nuestro país, el VIH es un problema de salud pública muy importante: se estima que afecta a más de 151.000 personas y que diariamente se diagnostica a entre 8 y 9. A pesar de estas cifras, un 63,4% afirma no conocer a nadie con VIH.

Según un estudio, 4,5 millones de personas de españoles rechazan a quienes tienen VIH. Este mismo informe indica que un 12,6% de los encuestados cree que el VIH y el sida tienen que ver con colectivos sociales determinados, y el 6,7% considera que están relacionados tanto con ciertos colectivos como con hábitos personales.

Teniendo en cuenta todos estos datos, está claro que existe un gran estigma en nuestro país hacia las personas con VIH, a pesar de que la sociedad ha avanzado hacia la inclusión en otros aspectos. Una nueva campaña de varias asociaciones, en la que ellas misma plantean "¿puede una persona con VIH compartir su piso con otra fácilmente?", ha querido visibilizar esta situación que afecta a tantas personas. La acción se inició publicando el anuncio de un piso compartido con unas condiciones inmejorables: céntrico, luminoso, espacioso... Un auténtico gancho.

Enseguida empezó un aluvión de llamadas de personas que solicitaban más información porque estaban interesadas en la vivienda. El encargado de atenderlas fue Daniel Cortez: tiene el VIH. Daniel es médico y, además, está muy comprometido con el activismo social, habiéndose especializado en VIH y salud sexual.

En cada llamada, Daniel describía detalladamente las características de la vivienda y en cada conversación comentaba a sus interlocutores: “El piso es una maravilla, lo único... Quería comentarte que yo tengo VIH”.

En las primeras reacciones hubo personas que manifestaron sus miedos, dudas o rechazos, pero la mayoría no planteó objeciones respecto a convivir con una persona con VIH.

No obstante, cuando llegó el momento de agendar una cita para ver el piso se percibe un indiscutible cambio de actitud en los interesados... Y es que el 81% de las personas que tenía intención de visitar el piso nunca volvió a llamar, cuando compartir piso no es una vía de transmisión. Compartir piso supone un riesgo cero para infectarse del VIH.

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Estos resultados nos llevan a reflexionar y preguntarnos: ¿ya no tenemos prejuicios respecto al VIH o solo somos una sociedad más amable?

La realidad es que los prejuicios en torno al VIH siguen existiendo. Especialmente, cuando las personas se encuentran ante la hipotética situación de compartir intimidad con una persona con VIH. Porque, tal y como afirma José Antonio Pérez Molina, médico especialista en enfermedades infecciosas: “No es lo mismo hablar por teléfono con tus prejuicios que levantarte con ellos por la mañana”.

Lo confirma Mª Luisa Montes, médico especialista en enfermedades infecciosas: “Tenemos una mayor educación frente al VIH, pero no más comprensión ni más empatía con lo que supone la enfermedad”.

#Estigmacero

Con esta campaña, GeSIDA, SEISIDA, CESIDA y ViiV Healthcare quieren poner de manifiesto la importancia de educar e informar a la sociedad para derribar el estigma en torno al VIH.

Este experimento social nos invita a ponernos en la piel de todas las personas con VIH, ya que refleja una de las muchas situaciones cotidianas en las que se sienten discriminadas. Por ello, es indispensable que la sociedad conozca y pueda discernir entre los riesgos reales y los mitos sobre el VIH.

Para continuar avanzando hacia el #estigmacero es imprescindible seguir informando y derribando falsas creencias sobre el VIH.

Cómo terminar con el estigma

El origen de estos prejuicios suele estar en la falta de conocimiento sobre la infección y sus vías de transmisión. Los mitos propician el temor a contraer la infección y el rechazo a las personas con el virus. En consecuencia, las personas con VIH deciden ocultar su infección y esto deriva en una invisibilidad que incrementa aún más el desconocimiento sobre la misma y deteriora la salud y la calidad de vida de estas personas.

Por este motivo, la información cobra un papel fundamental en la desestigmatización del VIH.

“El desconocimiento es la causa principal del estigma, yo personalmente creo que el VIH es el virus del silencio”, declara Daniel Cortez, protagonista de la campaña.

También lo confirma Mª José Fuster, directora ejecutiva de SEISIDA: “En el VIH hay diferentes predictores del estigma, pero uno muy importante es el miedo, que en parte se fundamenta en creencias irracionales o incorrectas sobre las vías de transmisión”.

placeholder Círculo vicioso del VIH
Círculo vicioso del VIH

Según el informe 'Integración laboral de las personas con VIH' de FIPSE, un 70% no ha dicho ni a sus compañeros ni a sus empleadores que vive con VIH.

En nuestro país, el VIH es un problema de salud pública muy importante: se estima que afecta a más de 151.000 personas y que diariamente se diagnostica a entre 8 y 9. A pesar de estas cifras, un 63,4% afirma no conocer a nadie con VIH.

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