Los síntomas más evidentes de la demencia

La velocidad al caminar puede ser una señal inequívoca de pérdida temprana de tejido cognitivo. Una serie de estudios realizados indican que la disminución en el ritmo al andar, de un año para otro, puede indicar el inicio de demencia senil en personas mayores de 65 años.

Según una noticia publicada por CNN español, no todos los deterioros de tejido cognitivo tienen que indicar una posterior demencia. De hecho, según asegura el Instituto Nacional del Envejecimiento, solamente entre el 10 y el 20% de las personas mayores de 65 años con deterioro cognitivo leve (o DCL) desarrollan demencia en el transcurso del siguiente año.

Un estudio realizado a gran escala, y publicado en la revista académica 'JAMA Network Open', entre más de 17.000 adultos mayores de 65 años, ha concluido que las personas que caminan un 5% más despacio cada año y que confirman mayor lentitud en los procesos mentales son más propensos a sufrir demencia en el futuro.

Los síntomas de la demencia

Taya Collyer, investigadora de la Escuela Clínica Península de la Universidad de Monash en Victoria (Australia), asegura que “estos resultados demuestran que, para verificar las posibilidades de demencia en una persona, es muy importante probar su capacidad para caminar a partir de los 65 años”.

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Para atajar estos síntomas existen mecanismos que evitan que, a partir de cierta edad, la corteza cerebral vaya desapareciendo y acabe por causar enfermedades como el alzhéimer. Varios expertos han descubierto que el ejercicio aeróbico aumenta el tamaño del hipocampo, lo que favorece el mantenimiento de la memoria.

Este tipo de ejercicio se basa en realizar actividades como andar a paso ligero, nadar, correr a ritmos pausados, montar en bicicleta, bailar y hacer kickboxing. Lógicamente, con el paso de los años, existen otro tipo de actividades menos cansadas que pueden favorecer que nuestro cerebro siga funcionando como un reloj.