¿Paracetamol o ibuprofeno? Depende de lo que te duela
Son dos analgésicos imprescindibles en cualquier botiquín de primeros auxilios. Tiramos de alguno de ellos cuando un dolor nos atenaza, pero a menudo la elección no es la adecuada. La Sociedad Española del Dolor aclara cuál es mejor en cada momento
¿Qué es el dolor? Seguramente, es más fácil ‘revivir’ este síntoma que encontrar las palabras para definirlo. Por suerte, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) sí ha sido capaz de dar con los 18 términos que expresan lo que es el dolor: “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial”. ¿Sencillo? No, y la prueba irrefutable es que han pasado 40 años desde esta definición, emitida en 2020, y la anterior, de 1979.
El dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada por factores biológicos, psicológicos y sociales
Además, la IASP acompaña la definición con seis anotaciones; la primera de ellas es que “el dolor es siempre una experiencia personal que está influenciada por factores biológicos, psicológicos y sociales”. Dicho de otra forma: cada cual vive el dolor a su manera. Ahora bien, lo que es común a la inmensa mayoría de las personas es que busquemos alivio, con fármacos, hierbas, técnicas de relajación, lo que sea..., y esto queda patente en que 5 de los 10 fármacos más vendidos en España son analgésicos. Un informe de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE) revela que el ganador indiscutible es Nolotil (metamizol), con 17,8 millones de envases vendidos; el paracetamol Kern (12,8 millones) ocupa la tercera posición; el paracetamol CINFA (7,9 millones), la quinta, y el ibuprofeno Kern (7 millones), el noveno puesto.
Falsa inocuidad
Estas cifras confirman lo que sabemos por experiencia propia: paracetamol e ibuprofeno son habituales en nuestros botiquines. Y quizá esa confianza nos causa una engañosa idea de inocuidad. El doctor José Ramón Azanza, director de Farmacología Clínica de la Universidad de Navarra, recuerda: “No hay ninguna sustancia química que ingiramos como principio activo de un medicamento que sea totalmente inocua. Con una dosis convencional de un medicamento, como la que tomamos de forma esporádica cuando nos duele algo, es muy raro que pase nada. Los problemas surgen cuando la situación que exige la toma de este es crónica”.
Este experto confirma que “el ibuprofeno y el paracetamol son dos de los fármacos más consumidos de forma rutinaria y sin pasar por la consulta del médico”, y desconocemos sus posibles efectos adversos. Del primero destaca que puede afectar al riñón y que aumenta el riesgo de padecer problemas cardiovasculares, y sobre el paracetamol advierte de que “el principal riesgo de un mal uso es el daño hepático”.
Otro error habitual es que, en caso de necesidad, tiramos indiscriminadamente del analgésico que tenemos más a mano, y asociamos paracetamol a más flojo y seguro que el ibuprofeno, y por supuesto que el Nolotil o la aspirina. Con esto, demostramos que en realidad no conocemos tan bien estos fármacos como pensamos y que no los utilizamos correctamente.
Para aclarar todas las dudas, Alimente ha preguntado a la anestesióloga María de Madariaga, coordinadora de la Unidad de Dolor de los hospitales Infanta Sofía y HM Torrelodones (Madrid) y vocal de la Sociedad Española de Dolor (SED).
¿Qué son y como actúan?
“El paracetamol es un analgésico y antipirético que no tiene propiedades antiinflamatorias. Se desconoce su mecanismo exacto de acción, aunque se sabe que actúa a nivel del sistema nervioso central y, en menor grado, bloqueando la generación del impulso doloroso a nivel periférico”, explica la doctora.
Del ibuprofeno describe que “es un antiinflamatorio [antiinflamatorio no esteroideo AINE], analgésico y antipirético que actúa bloqueando la síntesis de prostaglandinas (unas sustancias que desempeñan un papel esencial en la aparición de la fiebre, el dolor y la inflamación).
¿Son igual de seguros?
Existe la idea generalizada de que el paracetamol acarrea menos efectos adversos, y la doctora De Madariaga lo confirma: “En líneas generales, los antiinflamatorios como el ibuprofeno están más relacionados con efectos adversos de todo tipo que el paracetamol; entre ellos, los gastrointestinales (hemorragias gastrointestinales, úlcera gástrica, gastritis o duodenitis) y cardiovasculares (hipertensión arterial, edemas e insuficiencia cardiaca, insuficiencia renal, enfermedad cerebrovasculares, infarto de miocardio)”.
La vocal de la SED enfatiza que existen ciertas circunstancias que obligan a tener un cuidado especial con el uso de ibuprofeno. Concretamente, se refiere a hipertensión no controlada, insuficiencia cardiaca congestiva, cardiopatía isquémica establecida, arteriopatía periférica y/o enfermedad cerebrovascular. Estos pacientes “solo se deben tratar con ibuprofeno después de una cuidadosa valoración y se deben evitar las dosis altas”. Y añade que se debe utilizar con precaución en personas que han tenido una enfermedad de hígado o de riñón, y especialmente si están tomando diuréticos.
Obviamente, estas advertencias no afectan a las personas sanas, pero en ellas “se recomienda evitar la toma de AINE durante más de una semana consecutiva”, aunque “realmente no existe un número de días de uso completamente seguro y es el médico el que debe valorar la necesidad de tratamiento, la dosis máxima diaria y número máximo de días de consumo diario”.
El paracetamol, aunque más seguro, tampoco se libra de las limitaciones. Según la anestesióloga, “no se deberá tomar durante largos periodos de tiempo y tampoco a dosis altas (4 gramos diarios por vía oral)”.
Botiquín doméstico
Los mensajes contra la automedicación se repiten y algo se ha ganado en los últimos años al prohibir la venta sin receta de determinados fármacos (por ejemplo, ibuprofeno de 600 mg o envases de más de 12 pastillas de paracetamol de 650 mg o 1 g). Lo correcto sería consultar siempre con un especialista (médico o farmacéutico), y así lo repite De Madariaga, “aunque sea un dolor conocido o similar a otros episodios”.
Aún así, no nos resignamos a prescindir de algunos analgésicos en nuestro botiquín. ¿Cuáles deberíamos tener? “Los que estén indicados por su médico para el cuadro doloroso que se presente en un momento determinado para un paciente concreto”, insiste la especialista. Y desde luego la aspirina no tiene cabida porque "hay medicamentos alternativos con perfiles de seguridad mejores".
A cada dolor, su pastilla
Con el máximo respeto a sus indicaciones, pedimos a la coordinadora de la Unidad de Dolor de los hospitales madrileños que nos aclare qué debemos tomar para algunos de las molestias más habituales:
- Dolor de cabeza leve: paracetamol.
- Dolor de cabeza intenso: ibuprofeno/naproxeno.
- Dolor de cuello y espalda por sobrecarga muscular: ibuprofeno por ser antiinflamatorio.
- Dolor de las articulaciones: ibuprofeno por ser antiinflamatorio.
- Dolor de muelas: ibuprofeno por ser antiinflamatorio.
- Dolor menstrual: paracetamol o ibuprofeno (“se debe tener en cuenta el efecto antiagregante plaquetario con incremento del sangrado menstrual”).
- Fiebre leve/moderada: paracetamol.
- Dolor abdominal: depende de la causa, pero “en general hay que evitar ibuprofeno”.
- Dolor posquirúrgico: paracetamol alternando con ibuprofeno o más habitualmente con dexketoprofeno (un AINE de la misma familia del ibuprofeno con efecto inicial más rápido).
El caso especial del covid-19
En los días iniciales de la pandemia de covid-19, se difundió la noticia de que tratar los síntomas con ibuprofeno podía agravar la enfermedad, una idea que se extendió a raíz de unas declaraciones del entonces ministro de Sanidad de Francia. María de Madariaga desmiente nuevamente esa hipótesis; de hecho, las guías recomiendan el uso de paracetamol para el tratamiento sintomático de la fiebre como primera alternativa. Sin embargo, "tampoco hay ninguna evidencia que contraindique el ibuprofeno en el tratamiento de síntomas menores”.
En ambos casos, los medicamentos deben utilizarse a la menor dosis capaz de controlar los síntomas.
Y para aliviar las molestias que puede acarrear la vacuna, los consejos de la vocal de la Sociedad Española de Dolor son:
- Se prefiere el paracetamol para los síntomas pseudogripales o pseudocovid posteriores a vacunación.
- Si hay inflamación local en la zona del pinchazo, se puede valorar el uso de ibuprofeno durante tiempo limitado, “siempre bajo criterio médico”.
¿Qué es el dolor? Seguramente, es más fácil ‘revivir’ este síntoma que encontrar las palabras para definirlo. Por suerte, la Asociación Internacional para el Estudio del Dolor (IASP, por sus siglas en inglés) sí ha sido capaz de dar con los 18 términos que expresan lo que es el dolor: “Una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada o similar a la asociada con daño tisular real o potencial”. ¿Sencillo? No, y la prueba irrefutable es que han pasado 40 años desde esta definición, emitida en 2020, y la anterior, de 1979.