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La psicoterapia, una herramienta desconocida contra la fibromialgia
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Basada en literatura científica

La psicoterapia, una herramienta desconocida contra la fibromialgia

La guía 'Aprendiendo a vivir', sobre esta dolencia, reconoce el valor de estas intervenciones, ya que mejoran los síntomas de ansiedad y depresión, y ejercen un impacto positivo en general

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

No es una enfermedad rara ni una invención de los afectados. La fibromialgia existe y no fue reconocida por la OMS hasta 1992. Dos años más tarde, la Sociedad Internacional del Dolor y el resto de entidades admitieron su existencia real de forma progresiva.

Se caracteriza por causar un dolor musculoesquelético generalizado durante más de 3 meses de evolución; afectando sobre todo a músculos, ligamentos y articulaciones. En España se estima que la prevalencia de esta enfermedad se sitúa en el 2,4% de la población adulta, lo que supone cerca de 900.000 personas afectadas en nuestro país, según el estudio EPISER de la Sociedad Española de Reumatología (SER).

En la actualidad, no se conoce bien por qué se produce, pero hay varias causas capaces de desencadenarla. Como ocurre en otras enfermedades, existe también un componente genético que favorece su aparición, de forma que hay familias con varias personas afectadas. Produce una repercusión importante en el día a día de las personas que la sufren de forma que su calidad de vida es una de las peores en comparación con otras enfermedades crónicas.

Un manual para todos

Por ello, la llegada de la guía ‘Aprendiendo a vivir con fibromialgia', publicada por la SER, en colaboración con miembros del Grupo GEFISER (Grupo de Estudio de la Fibromialgia de la Sociedad Española de Reumatología), cobra especial relevancia.

Está dirigida a personas afectadas, sus familiares y cuidadores/as, con el fin de contribuir en la mejora de sus cuidados y aumentar así su calidad de vida. En el documento se indica que existen varias causas capaces de desencadenar su debut como:

  • Estrés emocional
  • Infecciones
  • Cirugía
  • Traumatismos

“En realidad, cualquier situación de estrés agudo o crónico, físico o emocional puede considerarse como un desencadenante. En los pacientes, se han demostrado varias alteraciones de las moléculas que sirven para conectar las neuronas y los centros nerviosos entre sí, los llamados neurotransmisores cerebrales. Un desequilibrio de estos produce una activación permanente del sistema nervioso que se conoce como sensibilización central y que ocasiona a su vez un mal funcionamiento entre los diferentes centros nerviosos produciendo varias consecuencias”, recuerda la guía.

placeholder Foto: Unplash/@kkalerry.
Foto: Unplash/@kkalerry.

Por ejemplo, “cuando se alteran los mecanismos de transmisión del dolor, los pacientes perciben determinadas sensaciones de calor, frío o de simple roce como estímulos dolorosos, cuando en realidad no deberían serlo. Estas alteraciones de los neurotransmisores son también las responsables de otros síntomas de la fibromialgia, como el cansancio, las alteraciones del sueño y los síntomas de ansiedad y depresión que aparecen como consecuencia del fracaso de los mecanismos de conexión cerebrales. Otros síntomas frecuentes en la fibromialgia son las alteraciones digestivas, los trastornos de la termorregulación, las alteraciones en la frecuencia cardiaca, la sudoración… “, agrega.

Las armas eficaces contra la fibromialgia

Pero si hay una herramienta que cada vez se está posicionando más es la terapia cognitiva conductual y la reciente terapia del 'mindfulness', que son las intervenciones psicológicas que han demostrado mayor eficacia para el tratamiento de la fibromialgia.

"El componente emocional de la enfermedad mejora con ambas y se acompaña de una mejoría en síntomas como ansiedad, depresión, dolor e impacto de la enfermedad en la vida del paciente", como indica la guía. Lo recuerda un trabajo de ‘Psychotherapy and Psychosomatics’ a partir de un estudio que examinó los efectos de una intervención 'mindfulness' de 8 semanas entre 58 pacientes con fibromialgia (media, 52 +/- 8 años). Además, se realizó un seguimiento de 3 años en un subgrupo de 26 participantes. Los resultados muestran claramente su eficacia.

Sucede lo mismo con la psicoterapia, como constata un editorial publicado en ‘Acta Psychopathological’, que llega de la mano del doctor Ciro Conversano, de la Facultad de Pisa (Italia).

Los ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular son la forma más eficaz de reducir el dolor, según la doctora M. Dolores Sosa-Reina

En él destaca: “La psicoterapia puede ayudar al paciente con FM a escuchar su cuerpo y sus nuevas necesidades a través de un manejo más saludable de los pensamientos y automatismos asociados a la llegada del dolor. En este sentido, un estudio reciente ha demostrado cómo los pacientes reclutados para una intervención de meditación consciente (elemento fundacional de la psicoterapia cognitivo-conductual de tercera generación), han mostrado mejoras significativas en comparación con el grupo control en cuanto a los síntomas de la fibromialgia”.

Además, insiste el artículo, “los investigadores encontraron mejoras significativas en la percepción del dolor, la calidad del sueño y otras variables relacionadas con el bienestar psicológico (como el compromiso social y el apego). Aunque esta prueba de eficacia está muy difundida en la actualidad, la psicoterapia aún lucha por entrar en los tratamientos recomendados para las condiciones médicas, también para la fibromialgia”.

Otras medidas

La guía indica, además, que el reposo, la buena alimentación, dormir adecuadamente y el ejercicio son ‘vitales’ en el día a día de los afectados. Respecto a este último es importante recordar que un estudio de revisión español, publicado en ‘Biomedical Research International’ y liderado por la doctora M. Dolores Sosa-Reina, de la Universidad de Alcalá de Henares y del Servicio de Enfermedades Sistémicas-Reumatología y Oncología del Hospital Universitario Príncipe de Asturias, reconoce que “los ejercicios aeróbicos y de fortalecimiento muscular son la forma más eficaz de reducir el dolor y mejorar el bienestar global en personas con fibromialgia y que los de estiramiento y aeróbicos aumentan la calidad de vida relacionada con la salud. Además, el deporte combinado produce el mayor efecto beneficioso sobre los síntomas de la depresión”.

No es una enfermedad rara ni una invención de los afectados. La fibromialgia existe y no fue reconocida por la OMS hasta 1992. Dos años más tarde, la Sociedad Internacional del Dolor y el resto de entidades admitieron su existencia real de forma progresiva.

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