Objetivo: perfeccionar la vacuna del covid-19 para que sea efectiva hasta con los resfriados
Una nueva investigación sugiere que la vacuna 'despierta' recuerdos de nuestro sistema inmunitario sobre infecciones anteriores de otros coronavirus, como el del catarro común, lo que facilitaría la lucha contra ellos
Nuestro sistema inmunitario tiene memoria. Es así como las vacunas, desde la de la viruela a la del tétanos (pasando, claro, por la del covid-19), funcionan. Unas utilizan patógenos de un tipo determinado, muertos o 'dormidos', y otras excluyen la mayor parte del organismo y solo 'alertan' a nuestras defensas de cómo son las proteínas de la capa exterior del patógeno, clasificándolas como enemigas y aprendiendo a inutilizarlas rápidamente (así lo hace la del covid-19).
Aunque cada tipo de patógeno tiene unas proteínas específicas en su capa más externa, muchas de ellas son muy similares entre sí. Este es el caso del covid-19 y otros coronavirus (la familia) que son 'primos', como el virus del resfriado común.
"Este descubrimiento podría ayudarnos a 'afinar' las vacunas, y puede que algún día nos permita lograr una universal para todos los coronavirus"
Ahora, un grupo de investigadores de la Northern Arizona University y del Translational Genomics Research Institute se han hecho una pregunta que puede parecer obvia: "Si el covid y el resfriado son tan parecidos, al menos químicamente, entre sí, ¿puede ser que la vacuna del SARS-CoV-2 sea también efectiva para el resfriado o que al menos ayude?". La respuesta a esta pregunta parece ser un sí, al menos en parte.
En su estudio, publicado en la revista científica 'Cell Reports', los investigadores explican que han descubierto que los anticuerpos (el sistema de defensa principal del sistema inmunitario) diseñados para luchar contra el covid-19 son efectivos, sí, y atacan con fiereza partes clave de las proteínas de este virus; pero que también son capaces de afectar a regiones de las proteínas que son idénticas a las de otros virus emparentados con el covid como el del resfriado.
Además, afirman, esta reacción de nuestras defensas varía entre las diferentes 'cepas' de los coronavirus. En el caso del resfriado, durante los 140 días posteriores a la administración de la pauta completa de la vacuna del SARS-CoV-2, la respuesta del sistema inmunitario a este virus fue inmediata, pero decaía durante esos casi 5 meses, disminuyendo cada vez más, mientras que en el caso del covid-19, la lucha se va haciendo más y más efectiva cada vez.
Como señala el doctor John Altin, uno de los principales autores del estudio, "estos descubrimientos podrían ayudarnos a 'afinar' las próximas vacunas, y puede que algún día nos permitan lograr una vacuna universal para todos los coronavirus". Además, el investigador comenta que "incluso si la respuesta de estas regiones 'secundarias' es solo una pequeña parte de la protección global de la vacuna, puede que sea una respuesta que se pueda potenciar en las siguientes variantes de la vacuna diseñadas para luchar contra las futuras variantes del covid-19".
Ha sido posible llevar a cabo el estudio gracias a un nuevo desarrollo tecnológico llamado PepSeq, desarrollado por el propio John Altin y otro de los autores del estudio, el doctor Jason Ladner. Este sistema permite a los investigadores elaborar un 'mapa' de la respuesta inmunitaria y seguir y analizar su desarrollo durante un periodo de 140 días. Los resultados han sido posibles gracias a la participación de 21 sujetos de estudio que recibieron la vacunación de Moderna contra el covid-19. La idea detrás del sistema es que permite 'marcar' diferentes péptidos (los ladrillos que forman las proteínas). Estas marcas permiten que los investigadores localicen qué péptidos están siendo atacados por los anticuerpos.
Como detalla Ladner, "PepSeq nos permite llevar a cabo cientos de miles de mediciones de anticuerpos en su lucha contra diferentes partes de las proteínas de los virus al mismo tiempo, todo sacado de una sola muestra".
Por su parte, Altin asegura que "nuestra teoría es que existe en nuestro organismo una memoria de encuentros anteriores con coronavirus diferentes, especialmente los responsables del resfriado común. Pero creemos que la entrada de la vacuna del covid-19 en nuestro organismo 'despierta' algunos de esos 'recuerdos' de nuestro sistema inmunitario".
A pesar de que los investigadores son cautos y no afirman, en ningún momento, que la vacuna del covid elimine el resfriado, sí creen que tiene cierto impacto en la respuesta del organismo a esa infección y que, sabiendo lo que sabemos ahora, en el futuro podremos diseñar vacunas mucho mejores que no solo traten un patógeno sino varios de la misma familia.
Nuestro sistema inmunitario tiene memoria. Es así como las vacunas, desde la de la viruela a la del tétanos (pasando, claro, por la del covid-19), funcionan. Unas utilizan patógenos de un tipo determinado, muertos o 'dormidos', y otras excluyen la mayor parte del organismo y solo 'alertan' a nuestras defensas de cómo son las proteínas de la capa exterior del patógeno, clasificándolas como enemigas y aprendiendo a inutilizarlas rápidamente (así lo hace la del covid-19).