Parte de guerra en las urgencias de los hospitales españoles

Parte de guerra en las Urgencias del Hospital Montecelo. Ayer a las 21 horas había 10 pacientes ingresados pendientes de cama, cuatro de ellos covid positivo y no había una sola cama libre en todo el hospital, salvo las cerradas funcionalmente por el gerente y las reservadas para ingreso quirúrgico para mañana”.

En los últimos días, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos ha transmitido con este toque bélico la situación de saturación a la que se enfrenta este servicio del centro pontevedrés. Una coyuntura, propia de un hospital de campaña, que ha llevado a “la desesperación a la jefe de guardia” del servicio de urgencias en varias ocasiones.

Pero lo que se está viviendo estas semanas en el Montecelo no es una excepción, es solo un ejemplo más de lo que pasa en los servicios de urgencias de la mayoría de hospitales de España, que se encuentran colapsados en la actualidad.

“Nos enfrentamos a una situación muy mala en la mayoría del país, a la que se suma que los sanitarios llevan dos años trabajando como locos”, señala a El Confidencial Pascual Piñera, vicepresidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes). “Estamos viviendo la misma situación que en Navidad cuando colapsaron las urgencias”, explica Piñera, que también es jefe de Urgencias en un hospital murciano.

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Unas urgencias que ya estaba tensionadas antes de la pandemia, dos años de coronavirus, el cansancio acumulado de los trabajadores, la séptima ola del covid-19 provocada por la ‘gripalización’, una atención primaria exhausta y las merecidas vacaciones de algunos sanitarios –sin sustitución del personal– son el cóctel perfecto para este colapso en los servicios de emergencias de estos días.

Problemas para ingresar a los pacientes

El urgenciólogo explica que esta situación de saturación está provocando “más tiempo de espera en las urgencias, más problemas para ingresar a los pacientes que lo necesitan, más problemas para derivar a los especialistas…”.

El colapso de la atención primaria tampoco ayuda a descongestionar: “Cuando das el alta y mandas a revisión al médico de cabecera a los dos días, pero no le dan cita hasta los diez para la revisión…, pues hay médicos que les dicen que acudan en su siguiente guardia de urgencias”.

Esta situación no solo la padecen los pacientes, también la sufren los sanitarios que están realizando “un sobreesfuerzo, que lleva siendo continuo en los últimos dos años y que no solo afecta a la salud física, también a la psicológica”.

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En este sentido, el vicepresidente de Semes reclama que “el sistema nacional de salud ha aguantado estos dos años por el sacrificio continuo de los profesionales sanitarios, pero no por el sistema en sí. La grandiosidad del sistema son sus recursos humanos y si no se le da una vuelta completa al funcionamiento del sistema, dentro de cinco años nadie va a querer trabajar en él”.

Las comunidades peor paradas

Desde Semes alertan que esta situación está más agravada en comunidades autónomas como Madrid y Cataluña. Por ejemplo, las urgencias del madrileño 12 de Octubre están colapsadas: camas en pasillos y casi 900 pacientes atendidos en 24 horas. Una situación que también se vive en el Hospital Ramón y Cajal.

Pero no solo pasa en las comunidades con más población, todas las regiones que tienen costa lo sufren especialmente: “Toda la gente que va a veranear a la costa y tiene algún problema va a ir a urgencias, porque no puede ir a su médico de cabecera”. Los hospitales asturianos ya están experimentando esta situación, igual que está pasando en Cantabria.