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Científicos de Yale crean unas moléculas 'extraordinarias' contra el cáncer cerebral
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No dañan a las células sanas

Científicos de Yale crean unas moléculas 'extraordinarias' contra el cáncer cerebral

Atacar directamente el ADN del tumor es el 'modus operandi' de una nueva clase de fármacos dirigidos contra gliomas, unos de los peores tumores. El Confidencial habla con el autor principal de la investigación, publicada en 'Science'

Foto: Recreación 3D de células cancerosas. (iStock)
Recreación 3D de células cancerosas. (iStock)

El cáncer cerebral no es muy frecuente, pero sí es lo suficientemente conocido entre la población. Ha afectado a personalidades tan famosas como el senador Ted Kennedy, el golfista Severiano Ballesteros o el diseñador David Delfín, y todos ellos sobrevivieron poco tiempo después de su diagnóstico. La razón principal es que la enfermedad era más fuerte que los tratamientos disponibles.

La necesidad de encontrar nuevas terapias más eficaces es notoria, y en ello trabajan decenas de grupos de investigación en el mundo. Pero suele ocurrir que la ciencia va muy por delante de la vida real, de forma que prometedores resultados en el laboratorio tardan muchos años en materializarse en un fármaco (eso, en el mejor de los casos, porque es más frecuente que nunca lleguen a ver la luz). Por eso, cada vez hay más científicos que se embarcan en proyectos empresariales, muchas veces ligados al mundo académico.

El nuevo enfoque redefine las reglas sobre cómo matar selectivamente las células cancerosas a través de la modificación directa del ADN

Es el caso de Modifi Bio, una compañía creada por investigadores de la Universidad de Yale y empresarios del ámbito de la biotecnología, basada en la búsqueda de nuevas moléculas que modifican directamente el ADN del tumor. A través de un artículo en la revista ‘Science’, han anunciado la puesta en marcha de su revolucionaria plataforma oncológica. Se trata de un enfoque que “redefine las reglas sobre cómo matar selectivamente las células cancerosas a través de la modificación directa del ADN”, explica el doctor Ranjit Bindra, director científico del Centro de Tumores Cerebrales de Yale. En su opinión, la nueva estrategia “representa un gran paso adelante en el cambio del paradigma de tratamiento para esta devastadora enfermedad, así como para muchos otros tipos de cáncer con defectos intrínsecos en la reparación del ADN”.

El secreto: una proteína inactiva

En 'Science', los autores, liderados por el profesor Bindra, también cofundador de la empresa, describen que esa nueva clase de moléculas es muy activa y selectiva contra determinadas células cancerosas, concretamente las que tienen inactiva la proteína MGMT, que es clave para la reparación del ADN. Aproximadamente la mitad de todos los glioblastomas y hasta el 80% de los gliomas carecen de esa proteína.

placeholder Las nuevas moléculas también son válidas contra las resistencia al tratamiento.  (iStock)
Las nuevas moléculas también son válidas contra las resistencia al tratamiento. (iStock)

Las nuevas moléculas se fragmentan en el interior de las células tumorales y modifican, de forma irreversible, su ADN. Según el doctor Seth Herzon, profesor de farmacología de la Universidad de Yale y cofundador de la empresa, el mecanismo de actuación de las nuevas moléculas no solo las hace “particularmente prometedoras como terapias para combatir el cáncer”, también para superar los mecanismos de resistencia de las células tumorales a los tratamientos.

Agilizar el permiso de la FDA

Los fármacos se han diseñado para estar biodisponibles por vía oral y poseer propiedades favorables similares a las de los medicamentos clásicos, dos características que agilizan los trámites para solicitar a la Agencia del Medicamento de Estados Unidos (FDA) la autorización para comenzar los ensayos clínicos en el año 2024. “Son moléculas pequeñas, que se administran por vía oral y con estructuras relativamente simples, lo que nos permitirá trasladarlas rápidamente a estudios en humanos”, confirma el Dr. Ranjit Bindra a El Confidencial.

Foto: Algunos de los pacientes del estudio y sus médicos. (MSK)

Otra de las bazas fuertes de estos compuestos es que no atacan a las células sanas, como hacen la mayoría de los quimioterápicos clásicos. La razón, cuenta el experto en tumores cerebrales, es que “el tejido sano no contiene los defectos de reparación del ADN a los que nos dirigimos”; concretamente, esa ‘falta de expresión’ de la proteína MGMT que presentan la mayoría de gliomas y “otros tumores sólidos y líquidos muy frecuentes, incluidos de mama, de pulmón, cánceres gastrointestinales y ciertos tipos de leucemias”.

Posiblemente, la nueva clase de moléculas se puede combinar con otros fármacos que ya están aprobados para mejorar el resultado del tratamiento

Bindra confiesa que “un aspecto emocionante es que nuestra nueva clase de moléculas posiblemente se puede combinar con otros inhibidores de moléculas pequeñas y otras inmunoterapias que ya están aprobadas y comercializadas para mejorar los resultados del tratamiento”, un campo que ya está explorando la compañía. De hecho, la empresa ya está llevando a cabo diferentes estudios para examinar más a fondo la eficacia de estas combinaciones.

El también empresario insiste en que, previsiblemente, el desarrollo de los nuevos fármacos llevará mucho menos tiempo que el que requieren los medicamentos clásicos. La razón es que "nuestras moléculas tienen una estructura similar a los medicamentos actuales que se prueban en humanos, pero son críticamente diferentes porque pueden superar los mecanismos de resistencia clave en los cánceres".

¿Optimismo justificado?

El experto de Yale no oculta su optimismo y se reafirma en su creencia de que “estamos definiendo un enfoque novedoso de modificación directa del ADN del cáncer que cambiará el paradigma del tratamiento oncológico”.

Foto: Carlos Benítez-Buelga, coautor de la investigación.

Pero ¿qué piensan otros científicos ajenos a este grupo? Carlos Benítez-Buelga, del Instituto de Investigaciones Biomédicas de CSIC, que también trabaja en la identificación de nuevos fármacos para luchar contra enfermedades degenerativas y cáncer, reconoce “el gran potencial" que tienen estas moléculas. “Si todo va bien en los futuros ensayos clínicos, es muy probable que dentro de poco se apruebe el uso de estos fármacos para el tratamiento de gliomas cerebrales", vaticina. Además, insiste en que "esta estrategia podría aplicarse a otro tipo de tumores cuyas bases moleculares estén asociadas a defectos en la reparación del ADN, lo que ampliaría notablemente el número de pacientes oncológicos que podrían beneficiarse de estas terapias".

Una prueba de la gran confianza que hay depositada en esta nueva estrategia terapéutica es que el equipo de Yale ha recibido financiación pública (de los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos) y privada, y cuenta con un presupuesto de 6,4 millones de dólares. Una buena suma para hacer realidad la esperanza de un tratamiento eficaz contra uno de los cánceres más letales.

El cáncer cerebral no es muy frecuente, pero sí es lo suficientemente conocido entre la población. Ha afectado a personalidades tan famosas como el senador Ted Kennedy, el golfista Severiano Ballesteros o el diseñador David Delfín, y todos ellos sobrevivieron poco tiempo después de su diagnóstico. La razón principal es que la enfermedad era más fuerte que los tratamientos disponibles.

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