Así ha revolucionado la robótica la cirugía de la columna
La tecnología está cambiando la actividad quirúrgica haciéndola más precisa, más predecible y con menor margen de error humano. Sin embargo, el cirujano debe aprender a manejar los aparatos y conocer qué técnica es mejor para cada problema
Desde que en el año 1921 Karel Capek introdujera la palabra 'robot' en una obra de teatro, casi siempre los hemos asociado a la ciencia ficción. Si embargo, hoy en día el uso de robótica en el quirófano es una realidad. Esta tecnología médica va dirigida a incrementar la seguridad del paciente y facilitar la intervención del cirujano.
Los sistemas robóticos actuales nos permiten básicamente dos cosas: planificación preoperatoria y colocación exacta de la instrumentación mediante la navegación intraoperatoria. La planificación permite conocer antes de operar las dificultades con las que nos vamos a encontrar y cómo solucionarlas. La colocación de implantes puede ser exacta al milímetro, cosa que no se consigue de ninguna otra manera.
Se reduce mucho la radiación que utilizamos en quirófano y el tiempo quirúrgico para colocar implantes en cirugías de varios niveles
La navegación intraoperatoria guía al robot para colocarse en la trayectoria previamente planificada. La colocación de instrumentación es más exacta y sigue la planificación previa. En cirugía robótica de columna, se reduce mucho la radiación que utilizamos en quirófano y estamos observando reducción del tiempo quirúrgico para la colocación de implantes en cirugías de varios niveles.
Evolución en los últimos años
Aunque la FDA (Food and Drugs Administration) de EEUU aprobó el uso de robótica en el quirófano desde 2004, no ha sido hasta hace 10 años cuando su uso se ha recomendado y se ha extendido de forma progresiva. Contamos con mayor número de publicaciones científicas que avalan el uso de la tecnología.
De hecho, existen propuestas de integrar el uso de robots y cobots (sistema de “asistencia” al cirujano para instrumentación) en el currículo de residentes.
¿Qué supone tanto para el paciente como para el cirujano contar con la tecnología más puntera para realizar una cirugía de columna? Disminuir el margen de error. Numerosos estudios de carácter retrospectivo demuestran un aumento de precisión, menor incidencia de malposición, menor tiempo quirúrgico y menor radiación cuando se usan sistemas de asistencia robotizada durante las cirugías.
De cara al futuro se está extendiendo el uso de la robótica. Sabemos que estamos al inicio de una tecnología, pero también sabemos que se acabará imponiendo. En estos momentos, el futuro desarrollo de tecnología robótica está en que el robot pueda realizar mayores porciones de la cirugía, incluso con un mayor grado de autonomía.
El futuro tenderá inevitablemente a cirugías lo menos invasivas posibles y eliminando el factor de error humano. Ya está llegando la inteligencia artificial a la medicina y lo hará también a la cirugía.
Equipamiento tecnológico
Es importante apostar por utilizar todos los avances tecnológicos que beneficien al paciente. Estas son algunas de las máquinas punteras que facilitan nuestro trabajo en la actualidad:
Monitorización neurofisiológica intraoperatoria MIO: avisa de una posible lesión neurológica en tiempo real, mientras estamos operando. Las cirugías que realizamos en la columna o en el cerebro hacen que estemos continuamente cerca de nervios o que operemos a través del propio cerebro para poder extirpar una lesión. Es importante contar con un sistema de registro continuado de la conducción nerviosa, para evitar posibles lesiones en el postoperatorio.
Escáner de quirófano O-ARM 2: realiza un escáner/TAC que nos permite ver la anatomía del paciente en posición quirúrgica y colocar con la mayor precisión, gracias a la navegación, los implantes en la columna y realizar un control de imagen que confirme la correcta colocación de la instrumentación.
Escáner de quirófano Loop-X: supone una nueva tecnología de TAC intraoperatorio, más rápido y de mayor facilidad de uso, dado que su diámetro es mayor. Se maneja con una tableta. Las imágenes de TAC de alta resolución van al neuronavegador Curve, que permite la planificación de la trayectoria. A su vez, permite revisar la misma de forma continua en tiempo real.
Escáner biplanar de baja dosis EOS: permite obtener una radiografía desde los pies a la cabeza, de frente y de perfil, con una radiación seis veces menor comparado con las radiografías convencionales, por lo que además de servir para hacer un correcto análisis y diagnóstico de la columna, especialmente de la escoliosis, también sirve para otras partes del cuerpo como las rodillas, la cadera o el pie. Antes, para poder ver la columna al completo y otras estructuras óseas, se tenían que hacer (y todavía se hacen) muchas radiografías a altas dosis que se tienen que superponer, obteniendo un resultado pobre para el análisis.
La resonancia magnética o el escáner (TAC) se realizan con el paciente tumbado, por lo que no proporcionan la información completa ni exacta de cómo afecta la carga a las estructuras óseas o articulares, de nuevo de especial importancia en casos de columna complejos como la escoliosis.
Sistema de asistencia robótica Mazor X: esta plataforma combina las herramientas necesarias para llevar a cabo la planificación antes de la operación con instrumentos que ayudan y guían al cirujano durante la misma. El resultado es una precisión del 100% en la colocación de implantes en la columna vertebral. Es el brazo robótico el que nos guía en la colocación de tornillos o en el diseño de trayectorias con precisión milimétrica, muchas veces sin la necesidad de tener una visión directa, lo que permite realizar la intervención de forma mínimamente invasiva, con la menor disrupción de los tejidos.
Dependiendo del tipo de cirugía, se emplea un sistema tecnológico u otro, incluso, a veces, varios de ellos. Cada uno tiene sus indicaciones de uso, que permiten aprovechar todas sus funcionalidades dependiendo del tipo de cirugía.
Desde que en el año 1921 Karel Capek introdujera la palabra 'robot' en una obra de teatro, casi siempre los hemos asociado a la ciencia ficción. Si embargo, hoy en día el uso de robótica en el quirófano es una realidad. Esta tecnología médica va dirigida a incrementar la seguridad del paciente y facilitar la intervención del cirujano.
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