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Anestesia o sedación: ¿cuál es la diferencia? Un jefe de anestesiología resuelve todas las dudas
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Anestesia o sedación: ¿cuál es la diferencia? Un jefe de anestesiología resuelve todas las dudas

Los cirujanos napoleónicos, gracias a Dios, quedaron atrás. Ahora, cuando necesitamos un procedimiento médico invasivo, no tenemos por qué sufrir dolor. A pesar de eso, todavía desconocemos muchos factores clave

Foto: Se trata de uno de los mayores avances médicos de la historia. (iStock)
Se trata de uno de los mayores avances médicos de la historia. (iStock)

En muy pocas ocasiones el hecho de que nos duerman químicamente es algo positivo (con la excepción de, tal vez, algunas cirugías plásticas voluntarias). A pesar de eso, la simple capacidad que tienen los profesionales médicos de ahorrarnos cualquier tipo de dolor o molestia durante intervenciones que tan solo un siglo atrás significaban el mayor dolor que un ser humano puede experimentar es uno de los mayores regalos que la ciencia nos ha dado.

Además, las anestesias o sedaciones no son buenas únicamente para el paciente, sino también para los propios médicos y enfermeros, que pueden llevar a cabo libremente su trabajo, centrándose en lo realmente importante: solucionar el problema.

"Farmacológicamente, hemos mejorado en los relajantes musculares y con los medicamentos que nos ayudan a recuperar a los pacientes"

A pesar de que tanto la sedación como la anestesia son conceptos que creemos 'controlar', todavía existe a día de hoy una gran confusión entre el público general sobre qué es qué o cuándo se utiliza cada cosa. Es por esto que, desde Alimente, hemos recurrido al Doctor Andrés López, jefe de Servicio de Anestesiología y Reanimación de HM Hospitales, que nos ha solucionado cualquier duda que, tanto el autor de estas líneas como el lector, puedan tener acerca del mundo de la anestesia.

Aunque ahondaremos un poco más adelante en sus diferencias, el doctor López hace, para empezar, una distinción muy importante: sedaciones conscientes e inconscientes. "El problema es que no se aplica el término adecuado al procedimiento que se va a hacer. Para algunas personas todo son sedaciones cuando realmente son anestesias generales", explica el anestesiólogo. Y continúa: "Lo primero es distinguir entre lo que es una sedación consciente o una sensación inconsciente (haciendo referencia a si el paciente pierde los reflejos y el control de su organismo o, dicho de otro modo, si se duerme)".

placeholder El medicamento principal es el Propofol. (iStock)
El medicamento principal es el Propofol. (iStock)

"A un paciente que llega alterado a por algún motivo, ya sea por dolor o por otros motivos, se le pone un sedante, un fármaco que lo tranquiliza. Esta sedación consciente la puede manejar un anestesiólogo o un internista o un médico general", explica el doctor. Esta es otra de las grandes diferencias: cada vez que estamos dormidos, sea sedación o anestesia general, siembre habrá presente un anestesista que se ocupará de vigilarnos (especialmente nuestra función respiratoria, explica el experto) para evitar los efectos más severos de estos medicamentos.

Otro punto clave, nos cuenta el Doctor López, es que la diferencia principal entre sedación y anestesia general, radica directamente en la cantidad de medicamento utilizado (el propofol). Dependiendo del tipo de intervención que se le vaya a hacer al paciente, la intensidad de la sedación puede variar, dado que como explica el facultativo, no es lo mismo una colonoscopia que una cirugía.

Donde si existe una diferencia, tanto conceptual como química, es entre la anestesia general y la local, donde se usan medicamentos radicalmente distintos cuyas funciones varían radicalmente. En este tipo de anestesia se puede "dormir una zona concreta del cuerpo para procedimientos menores, como extirpar un pequeño quiste en la piel" o para procesos mucho más importantes como es un parto. En este caso, el doctor explica que existe una gran diferencia en la anestesia más común para dar a luz, la epidural, dependiendo de si va a ser un parto normal o una cesárea.

placeholder La función respiratoria es la prioridad en un paciente sedado. (iStock)
La función respiratoria es la prioridad en un paciente sedado. (iStock)

En el caso de los partos normales, la dosis de medicamento usado es la mínima posible, pues se requiere que la paciente siga teniendo cierto control muscular para empujar cuando toca: "Lo que intentamos es muy difícil: que la paciente no note cierta parálisis entre comillas solo en las piernas, porque realmente hemos introducido un anestésico a nivel del espacio epidural y esto va a condicionar prácticamente con seguridad una sensación, ya sea de entumecimiento, hormigueo, etcétera. Pero al mismo tiempo necesitamos que mantenga el control muscular". Esto, según el doctor, cambia radicalmente en el caso de las cesáreas: "Si es para una cesárea, usaremos ese mismo anestésico a una concentración más alta porque la paciente no tiene que notar nada. O sea, es que además la agresión es una agresión quirúrgica. No es lo mismo que una contracción de un parto".

Respecto a la evolución de la anestesia, el doctor explica que, en el aspecto químico, seguimos prácticamente igual: "El propofol sigue siendo propofol". Eso sí, comenta que lo que sí ha variado, considerablemente, son los procedimientos: "Farmacológicamente, hemos mejorado en los relajantes musculares y con los fármacos que nos ayudan a recuperar a los pacientes. Incluso le diría los opiáceos que usamos siguen siendo los mismos, al igual que el propofol".

Foto: La cápsula endoscópica tiene dos minicámaras que toman imágenes de tu intestino. (iStock)

Por último, a ninguno nos hace la menor gracia que nos duerman químicamente, aunque sea completamente necesario para evitar un mal mayor. Es por esto que el doctor Andrés López hace hincapié en que es muy importante que en la visita al anestesiólogo, previa a la operación, consultemos con él cualquier tipo de duda que podamos tener, que todos y cada uno de ellos las resolverán en su totalidad. Eso sí, también explica que "lo ideal sería que el anestesista de la operación sea siempre el mismo que estaba presente durante la visita preoperatoria, pero eso, por un simple factor de Recursos Humanos, no siempre es posible".

La anestesia es, junto con la invención de los antibióticos, el mayor logro médico del siglo XX, pero, al mismo tiempo, sigue siendo nuestra gran desconocida. Por suerte los profesionales dedicados a ella nos cubren las espaldas.

En muy pocas ocasiones el hecho de que nos duerman químicamente es algo positivo (con la excepción de, tal vez, algunas cirugías plásticas voluntarias). A pesar de eso, la simple capacidad que tienen los profesionales médicos de ahorrarnos cualquier tipo de dolor o molestia durante intervenciones que tan solo un siglo atrás significaban el mayor dolor que un ser humano puede experimentar es uno de los mayores regalos que la ciencia nos ha dado.

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