Los alimentos procesados dañan el sistema cognitivo

Los alimentos ultra procesados son muy peligrosos para la salud de las personas. Un nuevo estudio realizado en Estados Unidos desvela que consumir, de manera habitual, alimentos procesados y repletos de grasas dañinas, terminará por afectar nuestro sistema cognitivo hasta el punto de dañarlo gravemente. Este hecho ocurre si la persona en cuestión basa su dieta diaria en la ingesta de comida con muchas calorías.

Así, se estima que para que estos alimentos dañen el sistema cognitivo, el individuo tiene que basar más del 20% de su ingesta calórica en estos alimentos. Desde hace décadas es conocido que estos productos aumentan la obesidad, producen enfermedades cardiovasculares, diabetes o incluso provocan cáncer.

Sin embargo, un nuevo estudio revela que también producen trastornos en el sistema cognitivo de la persona. Las áreas implicadas en el funcionamiento del cerebro se ven dañadas. El funcionamiento ejecutivo se ve afectado, es decir, la capacidad de procesar información y tomar las pertinentes decisiones.

Dañan la función ejecutiva

Rudy Tanzi, profesor de neurología de la Facultad de Medicina de Harvard (Boston, Estados Unidos) ha reconocido que “todavía quedan muchos pasos que dar para descubrir la influencia de los alimentos procesados en el sistema cognitivo pero los resultados comienzan a ser bastante esclarecedores. Una nutrición adecuada es clave para preservar y promover la salud del cerebro y reducir el riesgo de enfermedades cerebrales a medida que envejecemos”.

Por ello, conviene evitar de manera habitual productos como los perritos calientes, pizzas congeladas, dulces llenos de azúcares, pastas con salsas industriales de todo tipo, refrescos azucarados, patatas fritas elaboradas con grasas dañinas o helados gigantes, aparentemente muy apetitosos, pero que dañan nuestro organismo.

El estudio se realizó en Brasil entre 10.000 personas y en el final del mismo, se realizaron pruebas cognitivas, que incluían el recuerdo inmediato y diferido de palabras, el reconocimiento de palabras y la fluidez verbal, y se preguntó a los participantes sobre la dieta que llevaban habitualmente.