Cáncer de piel: etapas clave en las que debemos protegernos más del sol

La infancia y la adolescencia son dos etapas clave para pelear contra el cáncer de piel. Por ello, se recomienda que en los primeros 20 años de vida se tenga especial cuidado con la exposición solar. Los niños suelen jugar a todas horas en verano, ya sea en la piscina o en la playa, pero deberán hacerlo protegidos con cremas homologadas para no sufrir quemaduras solares, tal y como indica BBC Mundo.

Aparentemente, unas quemaduras solares en la niñez o en la adolescencia no tiene por qué significar algo grave, pero los expertos aseguran que si las lesiones son severas, el riesgo de padecer melanoma en el futuro aumenta drásticamente. La piel tiene memoria y las quemaduras solares pueden llegar a ocasionar graves trastornos para la salud.

La piel necesita protección solar para evitar quemaduras molestas y que pueden llegar a ser muy graves. Pero, igual que cualquier medicamento, debe aplicarse con sentido común y siguiendo al detalle las instrucciones de uso. En cualquier caso, no se debe administrar a los niños de menos de seis meses. Los bebés suelen chuparse los dedos y si ingieren crema podrían sufrir algún tipo de enfermedad estomacal severa.

Utiliza siempre crema solar

En el caso de los bebés, hay que evitar exponerlos al sol y, si no queda más remedio, hay que protegerlos con sombreros frescos y suaves, ropa blanca y sombrillas que evitan que el sol les pegue de lleno. Los bebés pueden sufrir deshidrataciones en poco tiempo si están expuestos al sol en las horas centrales de más calor.

La Organización Mundial de la Salud recuerda que el índice de la radiación ultravioleta está clasificado entre 0 (baja) y 11 (radiación extrema). Cuanto más alto sea el número, mayor es el peligro de lesión y de quemarse en muy poco tiempo. Ante una radiación extrema, lo mejor es alejarse de la exposición solar lo máximo posible. Las quemaduras en los niños suelen ser más peligrosas que en los adultos porque, además, los más pequeños son más proclives a sufrir golpes de calor.

Los expertos aseguran que la crema solar debe ser aplicada 20 minutos antes de la exposición solar. Si se aplica una vez que ya ha empezado a darnos el sol sobre la piel desnuda, su eficacia no es la misma. Además, hay que recordar que se debe esperar unos diez minutos antes de irse al agua, ya sea en la playa o en la piscina, para evitar que su eficacia se reduzca considerablemente. En días de mucho sol, es recomendable ponerse crema al menos una vez cada hora.