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Los siete pecados capitales según el dermatólogo
  1. Bienestar
Nada más profundo que tu piel

Los siete pecados capitales según el dermatólogo

Las personas somos nuestra piel. Por ello quería enumerar una serie de hábitos 'pecaminosos' en relación con su cuidado. Todos hemos caído (algunos de forma repetida) en ellos. Conocerlos es primordial para evitarlos

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Jorge Luis Borges decía: “He cometido el peor pecado que se puede cometer. No he sido feliz”. De forma muy distinta, muchos años antes, Santo Tomás de Aquino definió los pecados capitales como “aquellos vicios a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada". Estos pecados serían: pereza, soberbia, gula, lujuria, avaricia, ira y envidia. ¿Podemos imaginar al ser humano sin estas pasiones? Probablemente, no. Además, estos pecados también los cometemos cuando cuidamos nuestra piel, tanto los hombres como las mujeres. Os hago un resumen de ellos.

Pereza

Pereza de ir una vez al año al dermatólogo. Además de revisarte los lunares, te puede ayudar a mejorar tu pelo, tus uñas y puede ser el mejor 'coach' para que envejezcas de forma elegante y discreta. Una vez al año realiza un 'skin check'.

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Soberbia

Soberbia por pensar que siempre vamos a ser jóvenes. “La cara que tienes a los 20 te la da la naturaleza, pero la que tienes a los 50 depende de ti”. Cuida tu piel, aunque la tengas bien. El sol puede ser tu aliado o tu enemigo. Recuerda que la exposición solar estropea tu piel y tu pelo años después. El mejor fotoprotector es la sombra. Y la ropa. Y las gafas y los sombreros. El 10% de los melanomas aparecen en el cuero cabelludo. Y si tienes que usar una crema fotoprotectora para no quemarte, intenta que sea mineral o física, y no te olvides aplicarla en las orejas y en los labios. Ninguna crema fotoprotectora bloquea el 100% de la radiación solar. A pesar de lo dicho, no tengas miedo a estar al sol.

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Pero sí preocúpate de que tu piel y la de tus hijos no se quemen. En la tierra hay vida porque tenemos el sol. Los productos autobronceadores no dañan la piel y cada vez producen un moreno más natural. Úsalos si te gusta lucir una piel bronceada. Lo mismo ocurre con tu pelo. También va a envejecer. No dudes lavarlo todos los días. Por ello no se va a caer más ni se va a volver más graso. Ten presente que los actuales tratamientos orales anticaída son muy efectivos tanto en hombres como en mujeres. Pero no hay que olvidar sus efectos secundarios, ya que hay que tomarlos durante años. Las infiltraciones en cuero cabelludo funcionan. Y el trasplante también.

Gula

Gula de tomar demasiados suplementos y/o nutricosméticos. Alrededor de estos complementos hay un gran negocio. No hay acuerdo en la comunidad científica internacional en el uso de muchos de estos complementos. E incluso algunos de estos suplementos orales pueden tener efectos secundarios a grandes dosis. Usa solamente los suplementos que te recomiende tu médico y ponte en manos de facultativos con experiencia en este tipo de complementos.

Los alimentos naturales tienen una serie de elementos químicos que no se encuentran en estos complejos. Por ello, intenta tomar todos estos componentes a través de una dieta sana. Recuerda que una dieta sana y el deporte sí han demostrado que aumentan la esperanza de vida. Y la calidad de vida también.

Lujuria

Lujuria al aplicar demasiados productos sobre la piel. No hagas caso de las rutinas coreanas 'instagrámicas' que recomiendan demasiados pasos para cuidar tu piel. Simplifica. Bebe agua, pero que sepas que esa agua no va a la piel. Si tienes la piel seca, hidrátala con cremas. Usa una buena crema hidratante y no abuses de ella. Una o dos veces al día como máximo.

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Nuestra fórmula antiedad tantas veces repetida se basa en aplicar por la mañana un antioxidante como la vitamina C, por la noche revitalizar la piel con derivados de la vitamina A como el ácido retinoico y el retinol, y exfoliar la piel 2 noches por semana. Y si vas a estar al aire libre, usar un fotoprotector encima de la crema antioxidante.

Avaricia

Avaricia al realizar demasiados tratamientos estéticos. Sigue siendo original: evita ser una copia. Usa las infiltraciones tipo bótox y rellenos con moderación. Todo lo que te hagas a los 30 o 40 años tendrá su repercusión en tu físico cuando cumplas 50 años. Sigue el principio de 'menos es más' y de que los resultados discretos son los más elegantes. Y si dudas en comprarte algún dispositivo dermatológico casero, tipo láser de depilación, luces rejuvenecedoras, microagujas, etc, que sepas que todos tienen algo en común: su falta de eficacia.

Ira

Ira al lavarte o exfoliarte demasiado la cara. Una higiene o una exfoliación excesiva produce pieles sensibles e irritadas. Lávate la cara una o dos veces la cara con productos suaves. Y exfóliate con moderación. Los alfahidroxiácidos, como el ácido glicólico, están muy bien para exfoliar, pero no te olvides de los betahidroxiácidos como el ácido salicílico. El ácido salicílico exfolia, tiene efecto antiacné y es antibacteriano.

No te obsesiones con los cosméticos naturales. Muchas veces producen más alergias que los de laboratorio. Confía en la investigación

El retinol funciona y lo puedes usar en verano. Si toleras el ácido retinoico, entonces úsalo. Es más potente que el retinol. Pero te puede irritar. Este último no lo uses en verano. Y no te obsesiones con usar productos naturales. Muchas veces los cosméticos naturales producen más alergias que los derivados de laboratorio. Confía en la ciencia y en la investigación.

Envidia

Envidia al compararte con los demás. Que no te influya lo que sale en Instagram y otras redes sociales. Nos bombardean con imágenes que cumplen los cánones de belleza más absolutos. Pero ni las pieles son tan perfectas ni las personas son tan felices como aparecen en las redes sociales. Olvídate de que cumples años y empieza a cumplir sueños.

Jorge Luis Borges decía: “He cometido el peor pecado que se puede cometer. No he sido feliz”. De forma muy distinta, muchos años antes, Santo Tomás de Aquino definió los pecados capitales como “aquellos vicios a los que la naturaleza humana está principalmente inclinada". Estos pecados serían: pereza, soberbia, gula, lujuria, avaricia, ira y envidia. ¿Podemos imaginar al ser humano sin estas pasiones? Probablemente, no. Además, estos pecados también los cometemos cuando cuidamos nuestra piel, tanto los hombres como las mujeres. Os hago un resumen de ellos.

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