Dos tazas de uvas al día te harán vivir más y mejor, según la ciencia

A nadie le cabe la menor duda de que cada vez hay más pruebas que respaldan los efectos positivos de consumir una dieta derivada de fuentes de alimentos integrales, incluidas frutas, verduras y otros alimentos no procesados.

Una serie de nuevos estudios, publicados en la revista ‘Foods’, sugieren que el consumo de uvas puede tener un impacto significativo en la salud y la mortalidad, particularmente cuando se agregan a una dieta occidental con grasas. La investigación, que ha sido parcialmente financiada por la Comisión de la Uva de California (EEUU), documenta que agregar alrededor de 2 tazas de uvas por día a una dieta occidental alta en grasas condujo a una disminución de la enfermedad del hígado graso y a una vida más larga en ratones.

"El 25% de los españoles padecen hígado graso no alcohólico y aproximadamente un 5% han desarrollado inflamación crónica"

La enfermedad del hígado graso puede provocar cirrosis hepática y, finalmente, cáncer de hígado. El 25% de los españoles lo padecen y aproximadamente un 5% han desarrollado inflamación crónica, denominada esteatohepatitis no alcohólica, con un grado de fibrosis (cicatrización) variables, según la Federación Nacional de Enfermos y Trasplantados Hepáticos (FNETH). Según los hallazgos del estudio, las uvas de mesa pueden desempeñar un papel importante en la reducción de la incidencia de la enfermedad y sus secuelas letales.

Salud y longevidad

El autor principal John Pezzuto, de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Salud de la Universidad de Western (Reino Unido), afirma que su investigación demuestra cómo comer uvas podría ayudar a compensar algunos de los efectos de una dieta occidental alta en grasas.

“Primero, aumenta la esperanza de vida, lo que indica una respuesta global de todo el cuerpo”, asevera a Healthline. “A continuación, se mejora el sistema de defensa antioxidante del cuerpo. Además, el hígado graso puede causar graves consecuencias a la salud si no se previene o, al menos, se retrasa”.

Según Pezzuto, los hallazgos del estudio también indican que cualquiera podría beneficiarse potencialmente de comer más uvas, independientemente del tipo de dieta o el patrón de alimentación que la persona pueda seguir.

“Los mecanismos que hemos demostrado que están mediados por esta fruta pueden generalizarse para promover una buena salud, independientemente de la dieta”, dijo Pezzuto.

Estimulan la función del microbioma

Un microbioma intestinal saludable es importante para la salud y el bienestar general e influye en el funcionamiento de los órganos vitales, incluido el cerebro. El coautor del estudio, Jeffrey Idle, director de Farmacología y Farmacogenómica de Sistemas de Arthur G. Zupko en la Universidad de Long Island (EEUU), explica: “Es evidente en la investigación que la adición de uvas tiene un efecto profundo en la microbiota del ratón modelo”.

Pero aún se necesitan más estudios para establecer si sus efectos en la salud se pueden reproducir en humanos, particularmente si su consumo podría reducir o revertir la enfermedad del hígado graso.

Malos hábitos alimenticios

En general, los expertos no recomiendan una dieta occidental alta en grasas, incluso si agregar más uvas a la mezcla podría compensar algunos, pero no todos, de los efectos negativos.

"Se sabe que las uvas contienen resveratrol, un fitonutriente y antioxidante que es antiinflamatorio y puede ser beneficioso para la salud", subraya Dana Ellis Hunnes, dietista clínica sénior del Centro Médico de UCLA y autora de ‘Receta para la supervivencia’.

“Dicho esto, una dieta occidental alta en grasas o alta en proteínas animales no se puede anular por completo con solo agregar 2 tazas de uvas por día, al igual que hemos visto que añadir suplementos de aceite de pescado a una dieta poco saludable tampoco es una panacea para lo que nos aqueja”, apostilla.

La Dra. Hunnes señala que a menudo es difícil observar cambios suficientes en los resultados de salud en estudios de nutrición realizados durante periodos cortos de tiempo, particularmente en estudios con animales no humanos (el estudio con ratones de Pezzuto abarcó poco más de 18 semanas).

Patrones de alimentación saludable

La investigación de 2020 atribuye la dieta occidental alta en grasas a la prevalencia de la enfermedad del hígado graso en países desarrollados como los Estados Unidos, con hasta una cuarta parte de todos sus habitantes afectados.

Para reducir los efectos de los patrones de alimentación occidentales, la mayoría de los expertos en salud recomiendan seguir una dieta sana y equilibrada rica en alimentos integrales.

Por ejemplo, una dieta mediterránea, que enfatiza el pescado y los alimentos vegetales, es rica en nutrientes, incluidas las grasas saludables (grasas monoinsaturadas y grasas poliinsaturadas), que son conocidas por sus beneficios para la salud y su capacidad para ayudar a prevenir enfermedades crónicas.

Además, se sabe que una dieta basada en plantas y alimentos integrales, cuando está equilibrada, reduce el riesgo de afecciones crónicas, como enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, diabetes, obesidad y enfermedad del hígado graso.

"Se recomienda el consumo diario de 5 raciones de frutas y verduras, sin estipular frutas específicas. Nuestra investigación sugiere que las uvas deberían ser un componente principal"

En otras palabras, simplemente agregar un par de tazas de uvas a una dieta poco saludable es menos efectivo para la salud en general que seguir un patrón de alimentación saludable y equilibrado de por vida. Según la nueva investigación, las uvas pueden ser una valiosa adición a las recomendaciones dietéticas actuales.

“De modo que la dieta influye en la enfermedad, una sana y equilibrada proporciona la mejor prevención general”, aseguran los investigadores. “Se ha recomendado el consumo diario de 5 raciones diarias de frutas y verduras, sin estipular frutas específicas, por ejemplo. Nuestra investigación sugiere que las uvas de mesa deberían ser un componente principal de estas 5 porciones”, insisten.

Áreas para futuras investigaciones

Un próximo paso que vale la pena investigar podría ser el efecto paliativo de las uvas en el desarrollo de la enfermedad del hígado graso. “Esto podría ser profundamente importante ya que muchas personas se ven afectadas por el hígado graso. Necesitamos examinar esto con mayor detalle”, adelanta el Dr. Pezzuto.

“Estamos particularmente fascinados por su efecto en la expresión génica. Hemos informado de él en el cerebro y en el hígado, ambos con buenos resultados, pero sabemos por un trabajo no publicado que la expresión génica también cambia en otros tejidos, como el riñón, por ejemplo. Exploraremos esto con mayor detalle", anticipa.

Además, su estudio se realizó con hembras, y su equipo actualmente está investigando el efecto de las uvas en los machos. “Algunos colegas han sugerido que los efectos pueden ser aún mayores en ellos”, recuerda el investigador Pezzuto. “Este es un estudio a largo plazo, pero estamos emocionados de tener la oportunidad de continuar con este trabajo”, concluye.