Estrés, malos hábitos o intolerancias: detectando las causas de la tripa hinchada

A todos se nos ha hinchado la barriga en algún momento de nuestras vidas. Sobra decir que es molesto e incómodo, todo ello unido al pudor que produce cualquier respuesta de nuestro aparato digestivo. Sin embargo, en ese escondite de la vergüenza social se encuentra un desconocimiento también común por su origen. ¿Por qué me siento hinchado? ¿De dónde vendrá esta hinchazón repentina? Quién no se lo ha preguntado alguna vez. Pues aquí están todas las respuestas.

La hinchazón es un síntoma más complejo de lo que parece, que disimulado parece resumirse en los llamados gases. Y sí, a menudo es causado por estos, que se mueven alrededor de nuestro sistema digestivo y, en cierto momento, pueden acumularse. Sin embargo, la hinchazón también puede ser un síntoma de otras afecciones, como la celiaquía u otras intolerancias alimentarias comunes, como la intolerancia a la lactosa.

TE PUEDE INTERESAR

¿Quieres hacer una buena digestión? Evita estos cinco hábitos

El Confidencial

Así, existen varios culpables potenciales que podrían estar causando lo que incluso puede manifestarse como dolor, y la mayoría de ellos se relacionan con los alimentos que comes y cómo los comes. Es decir, una buena o mala salud intestinal puede ser la diferencia entre vivir cómodamente o luchar con síntomas incómodos como dolor, hinchazón y gases.

Tensión y alimentación

"A veces, una persona puede estar muy tensa o estresada, lo que puede impedir que un tracto digestivo saludable funcione bien", apunta al respecto Roxana Ehsani, nutricionista y portavoz de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos en 'Live Science'. Ehsani explica en este sentido que, a veces, la ansiedad o el estrés pueden contribuir a la hinchazón.

Lo cierto es que no siempre se trata de algo preocupante. Como apunta la Marion Sloan, médica y presidenta de la Sociedad de Gastroenterología de Atención Primaria en el Reino Unido, es muy normal un poco de hinchazón, especialmente después de una gran comida o si se ha comido demasiado rápido.

Sin embargo, afirma, "si la hinchazón es persistente, dolorosa o no parece desaparecer después de un periodo de tiempo sin comer, es posible que debas consultar a tu médico, ya que entonces puede deberse a una afección subyacente, como la enfermedad inflamatoria intestinal o el síndrome del intestino irritable, o una intolerancia alimentaria".

Diferentes motivos

Sloan explica que "los vegetales, sobre todo las judías y las verduras, generan mucho gas, pero también los azúcares simples de la fruta se fermentan para producir gas". Por tanto, no es extraño que después de comidas con estos ingredientes tus intestinos se llenen de gases y tu cintura se ensanche algo más de lo habitual. No obstante, el asunto no acaba ahí.

Comer demasiado o comer muy rápido también puede causar hinchazón. Así que si eres de estas personas, debes ir frenando ese ritmo. "Si comes mucha comida, provocará una diferencia notable en el tamaño de tu estómago, razón por la cual nuestros cuerpos tienden a cambiar ligeramente después de comer. Comer demasiado rápido puede causar hinchazón porque cuando tragas la comida, también tomas aire y lo tragas en tu tracto digestivo", asegura la experta.

En la misma línea, unos hábitos alimenticios desordenados a veces causan problemas gastrointestinales, según el 'American Journal of Gastroenterology', lo que deriva en hinchazón externa. Además, si no toleras muy bien ciertos alimentos, puedes estar causando irritación en el intestino al tomarlos, y esto de nuevo puede provocar inflamación, dolor y distensión abdominal. "Una dieta baja en FODMAP elimina una gran cantidad de alimentos fermentables, que muchas personas luchan por absorber en el intestino delgado. Después de pasar por el intestino delgado (donde no debería haber muchas bacterias), si estos alimentos no se absorben, pueden fermentarse más abajo en el tracto digestivo, provocando la producción de gases e hinchazón".

En cualquier caso, si tu hinchazón persiste o es habitual, es conveniente ponerte en manos de un especialista. Algunas personas, por ejemplo, también tienen una afección llamada SIBO (sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado) que provoca, como su nombre indica, un sobrecrecimiento de bacterias intestinales en dicha área, lo que puede provocar que los alimentos se fermenten en este espacio y provoquen gases e hinchazón.