La investigación es el 'caballo de Troya' contra el cáncer
Desde Europa se han articulado otra serie de iniciativas que, sin duda, vienen a reforzar este compromiso por combatir una enfermedad que se ha convertido, para muchos, en una 'gran pandemia silenciosa'
Se estima que el cáncer se convertirá en la principal causa de muerte a nivel mundial en 2030, con una incidencia que alcanzará los 21,6 millones de casos nuevos cada año. Si centramos la vista en nuestro continente, el cáncer es la enfermedad que más hace sufrir y que, probablemente, más costo genera a todos los ciudadanos europeos.
Consciente de esta amenaza, el propio Parlamento Europeo ha posicionado al cáncer como una prioridad en la agenda. Asimismo, desde Europa se han articulado otra serie de iniciativas que, sin duda, vienen a reforzar este compromiso por combatir una enfermedad que se ha convertido, para muchos, en una 'gran pandemia silenciosa'.
Entre ellas, en el Reglamento de Horizonte Europa se han acordado las cinco misiones de la UE. Afortunadamente, el cáncer es una de ellas. La única de ámbito sanitario, de hecho. Que promueve intervenciones efectivas tanto en la prevención como en el diagnóstico y el tratamiento de la enfermedad. Una apuesta en firme que favorecerá una investigación que acelere todos los procesos, con el firme objetivo de conseguir mejores resultados.
También este año se aprueba el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, que pone a la investigación y a la innovación al servicio de los cuidados del cáncer. No puedo dejar de felicitar al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea, quienes han asumido el reto de desarrollar e impulsar este plan tan ambicioso, pero, a la vez, tan necesario. Una iniciativa que cubre ámbitos tan trascendentales como la prevención, la promoción de hábitos de vida saludable, el diagnóstico precoz, el tratamiento ágil, la innovación, las medidas paliativas o el acompañamiento y las propuestas de recuperación necesarias para la reincorporación de los pacientes supervivientes a la sociedad. Todo ello con un gran, e indiscutible, componente de investigación.
Todas estas medidas demuestran la importancia de investigar en aspectos tan esenciales como los de carácter epidemiológico; los de diagnóstico —para que sea más preciso y más temprano en cualquiera de las etapas del cáncer—; los de la incorporación ágil, y equitativa, de nuevos tratamientos; extender y generalizar las medidas paliativas; y los que articulan mecanismos de recuperación de los pacientes a la sociedad, entre otros.
Evidentemente, ello implica continuar y aumentar la investigación en por qué se produce el cáncer. En dónde está el origen de esta enfermedad. Pues ahí todavía nos quedan dudas por resolver.
Una realidad esperanzadora
No obstante, la realidad es esperanzadora. Se estima que, gracias a la investigación y a la innovación, la supervivencia en cáncer se ha duplicado en los últimos 40 años. Unos datos que podrían continuar creciendo, e incluso incrementarse exponencialmente, si recuperamos el ritmo de investigación que se había alcanzado antes de la pandemia.
A día de hoy, sabemos que hay alrededor de un 30 o 40% de tumores que serían prevenibles. Pero, para ello, es imprescindible que todos trabajemos unidos para instaurar todas las medidas que favorecen esta prevención. Hablo de combatir el hábito tabáquico, fomentar la vacunación del virus del papiloma u otras enfermedades infecciosas que pueda haber, favorecer hábitos de vida saludable, luchar contra la polución, etc.
Hace apenas unos días, el doctor Charles Swanton presentaba en el congreso que la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO) ha celebrado en París una investigación que demuestra que un componente de la contaminación existente en el aire es causante del incremento del cáncer de pulmón, especialmente en el caso de las personas no fumadoras. El coordinador del estudio también presentó los mecanismos por los que, posiblemente, se producía, originaba o facilitaba la aparición de ese tumor. Unos mecanismos que hay que intentar bloquear para que no se produzca este cáncer. Lo que evidencia que la investigación ha de implicar y llegar a muchos campos.
Frente a los datos de supervivencia, existe también en torno al 60 o 70% de tumores que los profesionales de la oncología pensamos que aparecen por lo que se llama la 'replicación'. Esto significa que tenemos que investigar todavía mucho más el porqué de esos errores que se producen en la replicación y en el funcionamiento del organismo. Unos fallos que, lamentablemente, van a provocar el cáncer. Es necesario investigar, también para saber cómo podemos corregirlos de la mejor forma posible, haciendo que se recupere el funcionamiento completamente o, por lo menos, cronificando y que estos tumores no terminen por producir metástasis y costándole la vida al paciente.
Otro campo que nos arroja, con carácter reciente, una realidad esperanzadora es el del diagnóstico a través de biopsia líquida. Las investigaciones y avances en esta área nos hacen pensar que, previsiblemente, este nuevo método va a facilitar un diagnóstico más precoz de los tumores.
Y es que la gran asignatura pendiente es poner freno al crecimiento de la incidencia del cáncer. La investigación es nuestro 'caballo de Troya'. Pero para que haya investigación se necesita financiación, formación y recursos. Hay que favorecer tanto la investigación básica como la investigación traslacional y la investigación clínica. Investigación en prevención, en diagnóstico, en tratamiento y en supervivencia. Ello nos permitirá estar preparados para combatir mejor a esta enfermedad y obtener mejores resultados. Dotando a la investigación de los medios que necesita, tendremos que hacer frente a un 'tsunami' de avances.
Somos muchas las voces que, de un tiempo a esta parte, venimos reclamando a las autoridades competentes que promuevan fórmulas de financiación novedosas para la investigación, que apuesten por alternativas que garanticen la incorporación de más fondos y de más recursos. Pues, sin ellos, la investigación no va a poder salir adelante.
En el Día Internacional de la Investigación contra el Cáncer, es esencial recordar que la investigación es el aliado esencial para hacer del cáncer una enfermedad prevenible, curable o cronificable. Solo las sociedades que investiguen tendrán un futuro más prometedor que las que no lo hagan.
Dr. Rafael López:
Presidente de la Fundación para la Excelencia y la Calidad de la Oncología (ECO), y jefe del Servicio de Oncología Médica del Complejo Universitario de Santiago (CHUS).
Se estima que el cáncer se convertirá en la principal causa de muerte a nivel mundial en 2030, con una incidencia que alcanzará los 21,6 millones de casos nuevos cada año. Si centramos la vista en nuestro continente, el cáncer es la enfermedad que más hace sufrir y que, probablemente, más costo genera a todos los ciudadanos europeos.