Los científicos redefinen la obesidad y la clasifican en dos nuevos subtipos

Este ha sido un verano con más excesos que los tradicionales: los viajes sin limitaciones por pandemia, las terrazas abiertas, el buen tiempo, las fiestas y los reencuentros. Pero también banquetes altos en grasas, homenajes de azúcar y brindis extraordinarios. Más allá del placer y la autocompensación, esta importante salida de rutina está comenzando a mostrar consecuencias en las personas que ya tenían sobrepeso, y ahora muchas ya han pasado el límite que las separaba de la muy temida obesidad.

El Dr. David Molina García, coordinador de las Unidades de Obesidad y Cirugía Bariátrica de la Clínica HLA Santa Isabel (Sevilla) y del Hospital Quirónsalud Huelva, así como fundador de Clínica Obesis, explica que “hay muchos pacientes a quienes les cuesta aceptar que su aumento de peso ha llegado a niveles que significan peligro para sus vidas, porque la obesidad está reconocida como una enfermedad que ocasiona problemas de salud tan importantes como diabetes tipo 2, infertilidad, ictus, trastornos cardiovasculares, respiratorios, infartos y cáncer, entre tantos otros que en este momento ocupan a las instituciones sanitarias”.

"Hay muchos pacientes a quienes les cuesta aceptar que su aumento de peso ha llegado a niveles que significan peligro para sus vidas"

Gracias al Estudio Nutricional de la Población Española (ENPE), sabemos que el sobrepeso en adultos es de 39,9% y que 21,6% son obesos. Pero estos números están en franco ascenso, advertencia que ya han hecho las sociedades médicas españolas, y pasar del sobrepeso a la obesidad está más cerca de lo que parece.

Dos tipos

Y, ahora, un equipo dirigido por científicos del Instituto Van Andel de EEUU ha identificado dos tipos distintos de obesidad con diferencias fisiológicas y moleculares que pueden tener consecuencias de por vida para la salud, la enfermedad y la respuesta a la medicación.

Los hallazgos, publicados hoy en la revista 'Nature Metabolism', ofrecen una comprensión más matizada de la obesidad que las definiciones actuales y algún día pueden informar formas más precisas de diagnosticar y tratar la obesidad y los trastornos metabólicos asociados. También revela nuevos detalles sobre el papel de la epigenética y el azar en la salud y proporciona información sobre el vínculo entre la insulina y la enfermedad.

"Cerca de dos mil millones de personas en todo el mundo se consideran con sobrepeso y hay más de 600 millones de personas con obesidad. Sin embargo, no tenemos un marco para estratificar a las personas según las etiologías de sus enfermedades más precisas", afirma J. Andrew Pospisilik, presidente de Departamento de Epigenética del Instituto Van Andel y autor correspondiente del estudio.

"Usando un enfoque puramente basado en datos, vemos por primera vez que hay al menos dos subtipos metabólicos diferentes de obesidad, cada uno con sus propias características fisiológicas y moleculares que influyen en la salud. Traducir estos hallazgos en una prueba clínicamente útil podría ayudar a los médicos proporcionar una atención más precisa a los pacientes".

Actualmente, la obesidad se diagnostica utilizando el índice de masa corporal (IMC), un índice correlacionado con la grasa corporal que se genera al comparar el peso en relación con la altura. “Pero es una medida imperfecta porque no tiene en cuenta las diferencias biológicas subyacentes y puede tergiversar el estado de salud de un individuo”, asevera el investigador.

Propensos a la delgadez o la obesidad

Usando una combinación de estudios de laboratorio en modelos de ratones y un análisis profundo de datos del estudio TwinsUK, un recurso de investigación pionero y una cohorte de estudios desarrollados en el Reino Unido, Pospisilik y sus colaboradores descubrieron cuatro subtipos metabólicos que influyen en los tipos de cuerpo individuales: dos propensos a la delgadez y dos propensos a la obesidad.

"Un subtipo de obesidad se caracteriza por una mayor masa grasa, mientras que el otro por una mayor masa grasa y masa muscular magra"

Un subtipo de obesidad se caracteriza por una mayor masa grasa, mientras que el otro por una mayor masa grasa y masa muscular magra. Sorprendentemente, el equipo encontró que el segundo tipo de obesidad también estaba asociado con una mayor inflamación, lo que puede elevar el riesgo de ciertos tipos de cáncer y otras enfermedades. Ambos subtipos se observaron en múltiples cohortes de estudio, incluso en niños. Estos conocimientos son un paso importante hacia la comprensión de cómo estos diferentes tipos afectan el riesgo de enfermedad y la respuesta al tratamiento.

Después de identificar los subtipos en los datos humanos, el equipo verificó los resultados en modelos de ratón. Este enfoque permitió a los científicos comparar roedores individuales genéticamente idénticos, criados en el mismo entorno y alimentados con las mismas cantidades de alimentos. El estudio reveló que el subtipo inflamatorio parece ser el resultado de cambios epigenéticos desencadenados por pura casualidad.

También descubrieron que no parece haber término medio: los ratones hermanos genéticamente idénticos crecieron a un tamaño más grande o permanecieron más pequeños, sin gradiente entre ellos. Se observó un patrón similar en los datos de más de 150 pares de gemelos humanos, cada uno de los cuales era prácticamente igual genéticamente.

Las implicaciones

"Nuestros hallazgos en el laboratorio casi copiaron al carbono los datos de los gemelos humanos. Nuevamente vimos dos subtipos distintos de obesidad, uno de los cuales parecía ser epigenéticamente 'desencadenable' y estaba marcado por una mayor masa magra y grasa, señales inflamatorias altas, niveles de insulina y una fuerte firma epigenética", establece el Dr. Pospisilik.

Según el cálculo y los rasgos en cuestión, solo entre el 30% y el 50% de los resultados de los rasgos humanos se pueden vincular con la genética o las influencias ambientales. Eso significa que la mitad de lo que somos está gobernado por otra cosa. Este fenómeno se llama variación fenotípica inexplicable (UPV, por sus siglas en inglés) y ofrece tanto un desafío como un potencial sin explotar para científicos como Pospisilik y sus colaboradores.

El estudio indica que las raíces de la UPV probablemente se encuentran en la epigenética, los procesos que gobiernan cuándo y en qué medida se utilizan las instrucciones del ADN. Los mecanismos epigenéticos son la razón por la que los individuos con el mismo manual de instrucciones genéticas, como los gemelos, pueden llegar a tener diferentes rasgos, como el color de los ojos y el color del cabello. La epigenética también ofrece tentadores objetivos para un tratamiento de precisión.

"La epigenética puede actuar como un interruptor de luz que enciende o apaga los genes, lo que puede promover la salud o, cuando las cosas van mal, la enfermedad. La contabilización de UPV no existe en la medicina de precisión en este momento, pero parece que podría ser la mitad del rompecabezas. Los hallazgos subrayan el poder de reconocer estas diferencias sutiles entre las personas para guiar formas más precisas de tratar la enfermedad", defiende.el Dr. Pospisilik, que tiene la esperanza de que los hallazgos del equipo informen el desarrollo de futuras estrategias de medicina de precisión y conduzcan a una versión de su método que pueda usarse en los consultorios médicos para comprender mejor a las personas.

Del sobrepeso a la obesidad

Por otra parte, se debe tener en cuenta el proceso del paso del sobrepeso a la enfermedad y las señales que lo evidencian para ponerle freno:

• Los números no mienten. Haz los cálculos de índice de masa corporal (IMC) con una calculadora, porque la obesidad es una enfermedad y al diagnosticarse debe ser tratada como tal. “Existe una relación directa entre el IMC y el riesgo de morbimortalidad por las patologías asociadas (cardiovasculares y neoplasias), que convierten la obesidad en una enfermedad en sí misma y de ahí el término obesidad mórbida", explica el Dr. Molina. Entonces ese resultado es un indicador definitivo: más de 25 es un sobrepeso que debes vigilar, pero cuando el resultado es mayor de 30 has entrado oficialmente al rango de obesidad.
• Las analíticas son un anuncio. Cuando has alcanzado la obesidad vas a encontrar varios niveles más alterados de lo habitual. No es solo haber aumentado la talla, revisa colesterol y triglicéridos para saber lo que está sucediendo dentro de tu organismo. Otro estudio que debes hacerte es el de glucemia para conocer la relación con el azúcar en tu sangre. Si has sobrepasado el límite de sobrepeso a obesidad, también puede que tu cuerpo anuncie síndrome metabólico y un doctor necesitará ver estos estudios.
• Movilidad alterada. ¿Puedes subir escaleras, andar o hacer lo mismo que hace unos meses sin pensarlo dos veces? Quizás notas menos flexibilidad para atarte los zapatos o que te falta la respiración en tareas sencillas que no necesitaban esfuerzo de tu parte. Si es así, toma nota de tu tensión arterial y frecuencia cardiaca porque serán datos que querrás compartir con un doctor para encontrar soluciones.

Ciertamente puedes tener alteraciones en todos estos valores con un sobrepeso, pero si ves resultados más lejos del promedio en estas tres áreas, no dudes en consultar los próximos pasos, porque sin importar tu edad o si te sientes cómodo con la estética de tu cuerpo, el tiempo es un factor mucho más importante de lo que parece. Se debe reaccionar de inmediato y acudir a equipos médicos especialistas en obesidad, y tener las analíticas ayudará mucho a obtener soluciones que realmente se adapten a tu caso.

"Casi todos los pacientes con obesidad que se agravan en su estado es porque no tienen consciencia de que se trata de una enfermedad y de que el riesgo de salud va aumentando"

"Casi todos los pacientes con obesidad que se agravan en su estado es porque no tienen consciencia de que se trata de una enfermedad y de que el riesgo de salud que va aumentando: hay confusiones con los cánones estéticos o no reciben el apoyo necesario por parte de su familia o de los profesionales en quienes confía. Los mejores casos de éxito para detener el avance de la obesidad y conseguir el peso ideal para tu salud son los de pacientes que se han documentado mejor y están conscientes de que su calidad de vida depende de sanar", reconoce el especialista en obesidad..

Y admite que se "deben tomar decisiones que proporcionen resultados seguros y a largo plazo para perder peso antes de que otros problemas que acompañan a la enfermedad aparezcan, como trombosis, ictus, cardiopatías o diabetes tpo 2. Cambiar los hábitos alimenticios y de actividad física no es un camino fácil en muchos casos, por lo que no dudes en buscar asistencia para lograrlo".