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El golf no está hecho para todas las columnas: las claves del dolor de espalda al practicarlo
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El golf no está hecho para todas las columnas: las claves del dolor de espalda al practicarlo

A pesar de tratarse de un deporte de bajo impacto, movimientos muy exigentes y repetitivos como el 'swing' pueden provocar problemas en la zona lumbar

Foto: El movimiento del swing se repite decenas de veces. (iStock)
El movimiento del swing se repite decenas de veces. (iStock)

El golf es un deporte de bajo impacto, por lo que es frecuente que se pueda practicar hasta una edad bastante avanzada. Esto no quiere decir que sea un deporte que no pueda causar lesiones en la espalda.

La mayoría de las lesiones de columna tienen su origen cuando se realiza el swing, aunque también se han llegado a producir lesiones en otras zonas del cuerpo por accidentes de carrito, bolas o incluso golpes con el palo. El swing se realiza varias veces, tanto en el campo de prácticas como en la salida al campo.

"Hay casos en los que es recomendable jugar al golf y en otros debería estar prohibido"

Las lesiones suelen producirse a nivel lumbar bajo, en los dos últimos discos lumbares, y tienen lugar al realizar la torsión o rotación en la bajada. Además, hemos de involucrar diferentes músculos y articulaciones de la columna que también pueden verse fisurados.

Pensemos, como decíamos antes, que el número de veces que practicamos el swing es alto y repetitivo.

placeholder El golf no es apto para todas las espaldas. (iStock)
El golf no es apto para todas las espaldas. (iStock)

También, por supuesto, podríamos observar lesiones en la columna cervical o dorsal; sin embargo, las más frecuentes se producen en los discos L4-L5 y sobre todo L5-S1, que son los discos bajos de la columna lumbar y los que se ven sometidos a mayores fuerzas de torsión y compresión.

¿Qué se puede hacer para evitar el riesgo de lesiones? Recomendamos:

  1. Fortalecer musculatura de la espalda. Realizar trabajos de gimnasio para una correcta tonificación.
  2. Hacer estiramientos y calentar antes de empezar a jugar, como debería hacerse antes de cualquier práctica deportiva.
  3. Utilizar ropa cómoda y un calzado adecuado.
placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Los ejercicios de calentamiento o de tonificación han de ir dirigidos a la musculatura axial lumbar posterior, pero también se ha de trabajar la faja abdominal o musculatura del 'core', es decir, todos los oblicuos del abdomen, además de los rectos y por supuesto ambos iliopsoas.

Practicar el golf con lesiones en la espalda

Se puede practicar el golf con lesiones de espalda, pero se ha de valorar en cada caso si hacerlo nos las puede empeorar. Frecuentemente, el propio paciente nos explica si tiene dolor practicando la actividad deportiva y ello es un signo de que ese deporte no le conviene.

Muchos pacientes que juegan a golf no notan dolor con el swing; sin embargo, algunos nos comentan la dificultad que encuentran para caminar mínimas distancias. Seguramente se trata de pacientes con una estenosis de canal lumbar, una entidad nada infrecuente a partir de los 60 años.

Foto: Foto: iStock.

Hay casos en los que es recomendable jugar al golf y en otros debería estar prohibido. Por lo general, prohibimos a los pacientes intervenidos de columna que jueguen a golf durante los 6 meses posteriores a la intervención, sea cual sea la intervención realizada.

Desde luego, resulta también una contraindicación que jueguen pacientes con sintomatología que se agrava con el juego y aquellos que, por ejemplo, presenten una inestabilidad mecánica (espondilolistesis) de sus últimos discos lumbares.

La buena noticia es que, tras la mayor parte de las cirugías de columna, se puede volver de manera segura a la práctica deportiva del golf.

El golf es un deporte de bajo impacto, por lo que es frecuente que se pueda practicar hasta una edad bastante avanzada. Esto no quiere decir que sea un deporte que no pueda causar lesiones en la espalda.

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