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Todas las claves del 'archienemigo' del corazón (y cómo frenarlo)
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Día Mundial

Todas las claves del 'archienemigo' del corazón (y cómo frenarlo)

La obesidad mórbida y, especialmente, las enfermedades cardiovasculares asociadas a esta disminuyen la expectativa de vida y aumentan la tasa de muerte súbita y global de las personas afectadas

Foto: Foto: Unsplash/@avery.
Foto: Unsplash/@avery.

Atrás quedó el mito de que el riesgo de sufrir del corazón comenzaba a partir de los 50 años, creencia extendida que nos ha distraído del órgano motor de la vida. En el Día Mundial del Corazón hay que centrar la atención sobre un archienemigo que está sobrecargando las unidades sanitarias de casos con infartos, enfermedades cardiovasculares y arritmias, entre muchos otros, en pacientes de cualquier género y cada vez más jóvenes: el sobrepeso y la obesidad.

El Dr. David Molina, coordinador de las Unidades de Obesidad y Cirugía Bariátrica de la Clínica HLA Santa Isabel (Sevilla) y del Hospital Quirónsalud Huelva, así como fundador de la Clínica Obesis, ha tratado muchos casos de esta índole y puede relatar las alertas típicas de que el sobrepeso y la obesidad están amenazando directamente a tu corazón, sin importar la edad que puedas tener.

"La obesidad favorece unos niveles elevados de colesterol y triglicéridos, con este cuadro se forman ateromas y obstrucción del flujo sanguíneo a nivel global"

“Por frecuencia, el infarto es la segunda causa de muerte precoz de los pacientes con obesidad mórbida”, explica el Dr. Molina, quien además relata cómo "esta enfermedad acorrala al corazón hasta detener su funcionamiento. La obesidad favorece unos niveles elevados de colesterol y triglicéridos, y con este cuadro se forman ateromas y obstrucción del flujo sanguíneo a nivel global, pero a nivel del corazón comienzan a obstruirse las arterias coronarias y entras en un estado de cardiopatía isquémica. Los pacientes, en este punto, sufren una alteración de pequeños vasos y obstrucciones coronarias que se manifiestan en forma de angina de pecho, infarto de miocardio o muerte súbita".

Infartos a edades más tempranas

En el pasado, el peligro de cardiopatías o infartos era algo más frecuente en personas mayores de 50, pero debido al enorme crecimiento de la población con obesidad de los últimos años (más de 21,6% de la población de España según el estudio ENPE publicado por la Sociedad Española de Cardiología), ahora una persona de, por ejemplo, 25 años puede tener el mismo riesgo de muerte por infarto o de serias complicaciones cardiacas si reúne las condiciones que la obesidad produce.

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Foto: Unsplash.

“La obesidad mórbida y, especialmente, las enfermedades cardiovasculares asociadas a esta disminuyen la expectativa de vida y aumentan la tasa de muerte súbita y global de las personas afectadas. La esperanza de vida se reduce entre 5 y 7 años cuando el IMC es de 30 a 40, y de 10 años cuando es superior a 40. También se ha demostrado que la mortalidad es 12 veces superior en hombres de 25 a 34 años con obesidad mórbida respecto a los sanos de la misma edad”, detalla el Dr. Molina.

Cuando la obesidad está afectando al corazón

Lo primero es conocer el punto de partida. Todos los adultos con un índice de masa corporal (IMC) superior a 25 se consideran en riesgo para desarrollar comorbilidades o patologías asociadas, tales como hipertensión arterial, enfermedades cardiovasculares, DM2, hipercolesterolemia, asma y apnea del sueño, entre otras. Existe una forma fácil y rápida de medirlo usando una calculadora de IMC, pero un dato importante es que a partir de un índice de 30 se considera que es un paciente obeso y que hay que revisar todos los riesgos que trae la obesidad como enfermedad.

Usualmente, cuando hablamos de obesidad también entra en juego el llamado síndrome metabólico, un conjunto de patologías asociadas a la obesidad, que les confiere un riesgo mayor al que tendrían por la suma de cada una de ellas. Para considerar que una persona padece síndrome metabólico debe cumplir 2 de los siguientes criterios:

  • Hipertrigliceridemia, analíticas mayores a 150 mg/dl.
  • Colesterol-HDL menor de 40 mg/dl en hombres o menor de 50 mg/dl en mujeres.
  • Tensión arterial elevada, superior a 130/85 mmHg
  • Glucemia elevada en ayuno (glicemias mayores a 100 mg/dl).
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Foto: Unsplash/@nci.

“El síndrome metabólico se considera un factor de riesgo de morbimortalidad independiente, debido al alto riesgo cardiovascular que tiene”, advierte Molina. Es decir, si una persona con un IMC mayor a 35 presenta algunos de estos criterios, hay que tomar medidas inmediatas para proteger, entre otras cosas, su corazón. .

¿Estamos a tiempo de neutralizarlo?

A partir de que encuentras una alerta como esta, es muy importante consultarlo con médicos de cabecera que puedan derivarte a especialistas, porque determinar el grado de obesidad es muy importante a la hora de tomar medidas. Por ejemplo, si en una analítica se puede ver la presencia crónica de hipercolesterolemia e hipertrigliceridemia de larga evolución, esto puede tener como causa la ingesta hipercalórica de alimentos ricos en grasas.

"Tiene que lograrse una disminución de peso lo antes posible, porque cuando una persona es obesa, el tiempo no corre a favor del corazón”

Por otra parte, como subir de peso dificulta la movilidad, probablemente esto esté combinado con una disminución importante de ejercicio físico. Pero si podemos detener ese alto consumo de grasas y reactivar la actividad física, este sería el primer paso inmediato por parte del paciente para neutralizar los efectos de la obesidad sobre el corazón, pero deben considerarse todas las opciones con resultados efectivos. “Tiene que lograrse una disminución de peso lo antes posible, porque cuando una persona es obesa, el tiempo no corre a favor del corazón”, concluye el Dr. Molina.

Atrás quedó el mito de que el riesgo de sufrir del corazón comenzaba a partir de los 50 años, creencia extendida que nos ha distraído del órgano motor de la vida. En el Día Mundial del Corazón hay que centrar la atención sobre un archienemigo que está sobrecargando las unidades sanitarias de casos con infartos, enfermedades cardiovasculares y arritmias, entre muchos otros, en pacientes de cualquier género y cada vez más jóvenes: el sobrepeso y la obesidad.

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