Siete cosas que debes hacer al prepararte para una cirugía de columna

Cuando nos enfrentamos a cualquier intervención y en especial a una operación de columna, nos surgen muchas dudas que se acompañan de la ansiedad normal ante un procedimiento que no controlamos y que va a ser realizado en nuestro cuerpo, además de no estar exento de posibles complicaciones. También nos puede aterrar el dolor que podamos pensar que vamos a notar en las horas y días posteriores a la intervención.

Sin embargo, con una serie de pautas conseguiremos no quitar, pero sí al menos disminuir la ansiedad y los miedos preoperatorios.

Preoperatorio

Realizar un preoperatorio correcto y exhaustivo, con un examen médico, además de analítico, que permita descartar alguna patología oculta.

No es infrecuente que muchas veces no seamos conscientes de que tenemos la tensión alta o los niveles de glucosa elevados. Junto con otros parámetros, deben normalizarse antes de una intervención.

Controlar el peso

Las semanas previas a la intervención es fundamental controlar (no aumentar) e incluso disminuir nuestro peso si estamos en sobrepeso. Las cirugías se complican con mayor frecuencia en pacientes obesos, además de que la recuperación de una intervención de columna será más dificultosa.

Opinión

La técnica que revoluciona la cirugía del disco lumbar

Dr. Pablo Clavel Laria

Dejar de fumar

Está demostrado que el tabaco es el causante de posibles infecciones respiratorias postoperatorias y retrasa la cicatrización. Además, es inhibidor de la fusión de los implantes que colocamos con frecuencia a nivel espinal.

Prehabilitación

Es un concepto interesante. Sería una rehabilitación anterior a la intervención. Una pauta de ejercicios o de estiramientos guiados por un especialista rehabilitador o fisioterapeuta hará que nuestra musculatura se encuentre mejor preparada para afrontar la intervención. También nuestra mente se sentirá más fuerte. La prehabilitación puede incluir también la preparación mental y psicológica, además de una información en profundidad de cómo será el proceso y las molestias postoperatorias frecuentes y normales.

Medicación

Es recomendable hacer un listado de los medicamentos que estamos tomando de forma habitual y preguntar al especialista si debemos seguir con el tratamiento. Aquellos que alteran la coagulación deben suspenderse antes de la intervención con suficiente antelación.

Aseo

El mismo día de la intervención hay que ducharse con jabón. Los rasurados se suelen realizar en el hospital a no ser que se le indique lo contrario. Evitar dietas pesadas las 48 horas anteriores a la cirugía.

Resolver dudas

En el Instituto Clavel creemos que es importante solucionar todas las dudas que tenga el paciente. Por ello, además de la visita con el cirujano especialista, el enfermo es informado por las administrativas y por el departamento de enfermería.

Es primordial cumplir las pautas que nos marquen desde la consulta; cumplir estrictamente los horarios de ayuno y aportar aquellas pruebas que se nos soliciten.

Los familiares ayudan mucho antes de la operación no aumentando el estrés que ya de por sí tiene el paciente, sino disminuyéndolo

Las familias y acompañantes también deben seguir las pautas indicadas, y pueden ayudar mucho antes y después de una intervención. En primer lugar, no aumentando el estrés que ya de por sí tiene el paciente, sino disminuyendo el mismo. Pensemos que, como pacientes, vamos a buscar y necesitamos un apoyo para sentirnos seguros ante la intervención que se avecina. Es importante que los familiares no trasladen al paciente la tensión que sienten. De hecho, en nuestro instituto hablamos y entrenamos con frecuencia a las familias de los pacientes que vamos a intervenir, preparando así también su entorno.

Postoperatorios diferentes

No hay una gran diferencia en cuanto a la preparación de una cirugía de columna cervical versus una intervención de columna lumbar. Sin embargo, los postoperatorios sí que van a ser diferentes y es importante que el paciente lo sepa. Por ejemplo, en el caso de la cirugía lumbar no es infrecuente tener que llevar un corsé o faja lumbar, que siempre será más incómoda que un collarín blando cervical.

Los tiempos también varían. Debido a las cargas superiores en la columna lumbar, pautamos tiempos de corsé mínimos de un mes para la mayoría de las cirugías lumbares, mientras que en la columna cervical el tiempo de collarín se limita apenas a una semana.

Prepararse bien ante una intervención de columna es muy importante: disminuirá las probabilidades de tener una complicación y acelerará nuestra recuperación.