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¿Y si pudiéramos regenerar el hígado con un medicamento y ahorrarnos el trasplante?
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No podemos vivir sin él

¿Y si pudiéramos regenerar el hígado con un medicamento y ahorrarnos el trasplante?

Científicos estadounidenses están convencidos de poder mejorar (todavía más) la capacidad del hígado para repararse a sí mismo gracias a un novedoso fármaco

Foto: Estos hallazgos indican que se puede conseguir la reparación de las células del hígado y la regeneración de los tejidos. (Stock)
Estos hallazgos indican que se puede conseguir la reparación de las células del hígado y la regeneración de los tejidos. (Stock)

El hígado, esa víscera de tamaño considerable y de color rojo oscuro ubicada principalmente en la parte superior derecha del abdomen, es el órgano con la mayor capacidad regenerativa de todo el organismo humano.

Este 'superpoder' lo conocemos desde hace muchísimos años: incluso desde la mitología griega antigua con el personaje de Prometeo, que fue encadenado por el dios Hefesto por orden de Zeus (padre de todos los dioses) y condenado a que, cada día, un águila producto de los monstruos Tifón y Equidna se encaminara a comerse su hígado que se regeneraba día tras día, noche tras noche, en un castigo que debía durar por toda la eternidad por haber regalado el secreto del fuego a los hombres, que hasta ese momento había sido coto privado de los dioses del Olimpo.

Foto: Las cadenas no tienen por qué estar limitadas a dos. (iStock)

Un órgano con mucha historia

Así pues, desde Prometeo hasta nuestros días, la capacidad de regeneración del hígado ha sido una constante en la medicina. Sin embargo, a veces hay un momento en la vida de un hígado en el que ha quedado tan sumamemente lesionado que es incapaz de regenerarse y llega la hora del trasplante. Lo bueno es que puede volver a crecer (tanto en paciente trasplantado como en el donante) hasta el 90% del hígado.

No podemos vivir sin el hígado. Sí que podemos vivir sin riñón (ya que tenemos dos, o incluso podríamos vivir sin ninguno de ellos gracias a la diálisis, igual que podemos vivir sin estómago, bazo, colon, apéndice o vesícula), pero no podemos sobrevivir sin el hígado, ya que se encarga de regular los productos de desecho en la sangre, eliminar toxinas y almacenar el exceso de energía en forma de glucógeno.

Varias lesiones y enfermedades, como la cirrosis y la hepatitis, pueden provocar problemas hepáticos que hagan necesario un trasplante.

placeholder Un estudio con ratones revela cómo ayudar a acelerar el proceso de autorregeneración. (Pexels)
Un estudio con ratones revela cómo ayudar a acelerar el proceso de autorregeneración. (Pexels)

Cuando el hígado no funciona correctamente, las sustancias tóxicas pueden acumularse en la sangre. Esta acumulación puede dañar otros órganos del cuerpo. El cuerpo humano es increíblemente resistente, pero tiene sus límites. En muchos casos, es necesario hacer un trasplante y un donante vivo puede, por tanto, dar parte de su hígado a una persona con insuficiencia hepática, por ejemplo, ya que luego se regenerará en ambos organismos con normalidad (en pocas semanas o meses). Los hígados de ambos volverán a crecer para convertirse en órganos completos.

Los obstáculos de los trasplantes

Sin embargo, como ocurre con la mayoría de los órganos que se donan, los hígados también son escasos y lo normal es que la cantidad de personas que esperan un nuevo hígado sea superior a la cantidad de hígados de donantes que están disponibles. Hay personas que tienen que esperar incluso cinco años para recibir uno.

"Cuando el hígado no funciona correctamente, las sustancias tóxicas pueden acumularse en la sangre"

Para paliar este problema, un equipo de investigadores del Centro de Investigación del Hígado de Pittsburgh (EEUU) ha descubierto, en un experimento con roedores, que la activación de una proteína concreta (del grupo Wnt) asimilada en un nuevo medicamento podría ayudar a acelerar la regeneración y reparación del hígado después de una lesión hepática grave o una extirpación quirúrgica parcial.

Para identificar dichas proteínas, los científicos utilizaron una nueva tecnología llamada cartografía molecular. Descubrieron que dos de los 19 genes Wnt, Wnt2 y Wnt9b estaban funcionalmente presentes en el hígado. Eliminar esos dos genes de las células endoteliales detuvo por completo la regeneración de las células del hígado, apuntan los expertos en su estudio. Lo siguiente fue probar si un nuevo fármaco sería capaz de ayudar a regenerar este órgano. Tras dos días de tratamiento, los investigadores encontraron que este medicamento fue capaz de lograr casi completamente la división de las células hepáticas y las funciones de reparación.

Los científicos inmersos en esta investigación están convencidos de que mejorar la capacidad del hígado para repararse a sí mismo gracias a este novedoso fármaco podría ayudar a evitar la necesidad de un trasplante.

El hígado, esa víscera de tamaño considerable y de color rojo oscuro ubicada principalmente en la parte superior derecha del abdomen, es el órgano con la mayor capacidad regenerativa de todo el organismo humano.

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