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"Hay más niños intubados por bronquiolitis que en otras epidemias"
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Urgencia pediátrica

"Hay más niños intubados por bronquiolitis que en otras epidemias"

Los pediatras coinciden en que atravesamos la peor epidemia de bronquiolitis de los últimos años. Nadie se aventura a confirmar que hemos alcanzado el pico, pero sí que las UCI de los hospitales están llenas de niños con VRS

Foto: Recién nacido en una unidad de vigilancia pediátrica. (iStock)
Recién nacido en una unidad de vigilancia pediátrica. (iStock)

La epidemia de bronquiolitis no da síntomas de agotamiento y el esperado pico pandémico no termina de llegar. Los informes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica muestran una curva ascendente desde hace seis semanas, aunque el aumento ha sido casi vertical en la última, hasta alcanzar los 107,5 casos por 100.000 habitantes. Los servicios de urgencias pediátricas de los hospitales están al borde del colapso -a la situación epidemiológica se suma la huelga de pediatras de atención primaria en Madrid-, faltan camas de hospitalización, las UCI están llenas, incluso se están suspendiendo operaciones para contar con más camas por si son necesarias, confirma el doctor David Andina, vocal de comunicación de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP). Por si esto fuera poco, un pediatra, que prefiere mantener el anonimato, ha confesado a El Confidencial que “en esta epidemia de bronquiolitis estamos intubando a más niños que en epidemias anteriores”.

Foto: Urgencias del Hospital Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares (Madrid). (EFE/Rodrigo Jiménez)

Ante estos mensajes es fácil entrar en pánico. ¿Qué está pasando? ¿Hay una variante especialmente agresiva del virus respiratorio sincitial (VRS), causante de la bronquiolitis?

Números absolutos

La doctora Gema Guillén, pediatra de la UCI del Hospital HM Montepríncipe, confirma que “sí, estamos ante una de las epidemias más masivas en cuanto a número y crecimiento de casos de los últimos años”. Hay que contar que durante el periodo de 2020 y 2021, con el confinamiento, la distancia social y el uso de mascarillas, las infecciones respiratorias cayeron drásticamente. Pero “a partir de la desaparición de todas las medidas de protección, las infecciones por VRS han aumentado y desde el verano hay bronquiolitis, y en las últimas semanas se ha producido una explosión de casos. La bronquiolitis ha resurgido con fuerza, recuperando el tiempo perdido”.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Guillén también confirma que, en números absolutos, hay más niños graves; sin embargo, “hay que poner la situación actual en contexto”, matiza. “Estamos viendo un crecimiento muy rápido de las infecciones y muchísimos niños diagnosticados a la vez”, de tal manera que a más diagnósticos, es lógico que haya más casos graves. La duda es si hay, o no, en circulación una cepa particularmente agresiva del VRS. “No lo sabemos; nosotros diagnosticamos la infección, pero no variantes”, subraya. “En el año 2019 también fue muy fuerte la epidemia de bronquiolitis”, aunque, quizá, no tanto como la actual.

Otro factor que complica la situación es que también hay epidemia de gripe y de covid.

Criterios de gravedad

Que un niño con bronquiolitis acabe entrando en la UCI depende de factores como su estado de salud previo, la edad o el hospital en que se le esté atendiendo. “La gravedad es mayor en los menores de un año, pero sobre todo, si tiene menos de un mes y necesita oxígeno, acabará ingresado en la UCI”. En los hospitales que tengan oxigenoterapia de alto flujo en planta, el enfermo recibirá tratamiento en la misma, pero "en los hospitales que no la tengan, es criterio de ingreso en UCI. Allí, si empeora, hay que escalar a ventilación no invasiva, y si eso fracasa, a ventilacion invasiva e intubarle”. Sin embargo, “estos son los menos de los casos”, tranquiliza la pediatra.

Para disponer de más camas de hospitalización, se están habilitando camas no pediátricas y suspendiendo cirugías programadas

Por su parte, David Andina apunta a este periódico que “se aprecia una estabilización en el número de consultas en urgencias, que todavía es muy alto, pero han dejado de crecer de forma exponencial”. De aquí a decir que se ha alcanzado el pico, hay un trecho y “seguramente, la situación se prolongará en las próximas semanas, con un alto número de ingresos en planta y también en las UCI”.

Los hospitales “han hecho planes de contingencia en los servicios de urgencias y adecuando espacios -y profesionales- para atender a más pacientes”. Además, “se están habilitando camas de pediatría fuera de las habituales”, y eso implica, apunta el vocal de SEUP, “suspender cirugías no urgentes”, una medida que confirma un cirujano pediátrico del Hospital La Paz, que insiste en que “las operaciones graves se siguen haciendo”.

Respiro por Navidad

A pesar de la gravedad del momento, los pediatras confían en que las fiestas den un respiro a la epidemia de bronquiolitis. “Que las escuelas infantiles permanezcan cerradas los días del puente y durante las fiestas de Navidad ayuda a contener los contagios”.

placeholder El uso de la mascarilla es una buena medida para prevenir contagios a los bebés. (iStock)
El uso de la mascarilla es una buena medida para prevenir contagios a los bebés. (iStock)

Gema Guillén insiste en reforzar la prevención “limitando las visitas a los recién nacidos y a los bebés en estas semanas de epidemia”. Si los adultos que conviven con el menor tienen una infección respiratoria, “deben extremar el lavado de manos y utilizar mascarillas”. La pediatra deja un mensaje muy claro: “No se trata de otra cosa que seguir con lo que hacíamos durante la pandemia”.

Después de la infección

Estos días, los pediatras hacen llamamientos a la calma de los padres para que no acudan a los saturados servicios de urgencias si no es necesario, porque “tendrán que permanecer durante horas en las salas de espera y el peligro de contagio es muy alto”, advierten desde la SEUP.

Foto: Varias personas guardan cola ante una farmacia. (EFE/Marta Pérez)

Sin embargo, Guillén comprende la angustia de los padres ante un niño con fiebre, tos y dificultad para respirar. Como directrices generales recuerda: “Se habla de bronquiolitis, en sentido estricto, en menores de dos años que tengan un primer episodio de dificultad respiratoria. Si tiene más de dos años, y ha tenido otras infecciones respiratorias previas, ya se llama infección con broncoespasmo. En cualquier caso, el manejo es similar”.

Dura 5 o 6 días: los tres primeros son de empeoramiento, el cuarto se alcanza el pico y después ya empieza la mejoría. Así es la evolución habitual de la bronquiolitis

“En la mayoría de los casos, la resolución de una bronquiolitis es cuestión de tiempo: dura unos 5 o 6 días; los tres primeros son de empeoramiento, el cuarto se alcanza el pico y después ya empieza la mejoría”.

El estado general del menor -falta de apetito, somnolencia, decaimiento- es, junto con la fiebre alta, los síntomas a los que hay que prestar atención. ¿Qué es fiebre alta? “En menores de un mes, más de 38ºC; de uno a tres meses, más de 39ºC, y a partir de tres meses, más de 40ºC”. Aunque, subraya la pediatra, “lo más importante es el estado general, y si es malo, hay que consultar con un médico”.

La doctora no se atreve a aventurar una proxima remisión de la pandemia y “como pasaba con el covid, hasta que no comiencen a bajar los casos no se sabe si hemos alcanzado el pico”.

Lo que es seguro es que los casos van a descender, y previsiblemente será a partir de Navidad, como dice David Andina, pero “lo más seguro es que vuelvan a repuntar en enero o febrero, como ha pasado en epidemias anteriores”, dice la pediatra del Hospital HM de Montepríncipe.

El reto de la vacuna

Como en otras enfermedades infecciosas, prevenir la infección por el VRS -que es la causa de más de 100.000 muertes en el mundo en menores de 5 años- pasa por encontrar una vacuna. En el año 1966 se probó una, pero los anticuerpos inducidos no solo no consiguieron frenar la infección por el VRS, sino que se desencadenó una respuesta inmunitaria de tipo alérgico en las vías respiratorias de los niños que resultó ser mortal en algunos casos.

Foto: Un investigador toma muestras en un laboratorio. (EFE)

Este desgraciado intento ralentizó la investigación... hasta ahora. Un equipo de científicos del Programa de Vacunas de Precisión del Hospital Infantil de Boston, dependiente de la Universidad de Harvard, ha publicado los resultados de una nueva vacuna que estimula unos receptores en las células inmunitarias y aumentan su eficacia. Esa vacuna es más activa en los primeros años de vida y, eventualmente, podría ser buena para inmunizar a los bebés no solo contra el VRS, sino también con gripe, coronavirus y otras infecciones respiratorias graves. El desarrollo y los resultados están descritos en un artículo publicado en Nature Communications.

La mala noticia es que los resultados se han conseguido en ratones. ¿La investigación va a seguir adelante hasta probar la vacuna en humanos? El Confidencial se ha puesto en contacto con el autor principal, Simon Van Haren, inmunólogo del Programa de Vacunas de Precisión del Hospital de Boston, y ha confirmado lo que sucede tantas veces en ciencia: avanzar es una cuestión económica. “Estamos trabajando para obtener fondos para seguir estudiando nuestra formulación de vacuna [los estudios anteriores han recibido financiación pública de Estados Unidos y de la Fundación Bill y Melinda Gates]. Esto también puede implicar estudios de seguridad en animales más grandes antes de probarla en humanos”, explica.

"La inmunidad de la vacuna es limitada, pero tenemos la hipótesis de que la gravedad de la enfermedad puede reducirse”

La vacuna se ha diseñado “específicamente para inducir de manera óptima el tipo adecuado de respuesta inmunitaria en los bebés”. El inmunólogo destaca que lo que ha conseguido este primer ensayo es “demostrar que la formulación debe tener dos componentes principales que actúen juntos de forma sinérgica. Esto funciona mejor en células de recién nacidos, pero en un estudio anterior en el Journal of Immunology, también mostramos que la formulación con ambos constituyentes actúa sinérgicamente sobre las células inmunitarias de los lactantes [niños de hasta un año]”.

Los resultados con este tipo de vacuna han mostrado una protección temporal, “pero en realidad, aún no sabemos si la formulación de la vacuna induce una protección prolongada o limitada”. No obstante, aunque esa inmunidad sea limitada, “tenemos la hipótesis de que la gravedad de la enfermedad puede reducirse”.

El inmunólogo recuerda que la infección por VRS es más grave en los bebés porque “su sistema inmunitario es más propenso a responder con la respuesta inmunitaria tipo 2, que en realidad puede aumentar la gravedad de la enfermedad”. Pero “nuestra vacuna se desarrolló para entrenar específicamente a las células inmunitarias de los recién nacidos para que desarrollen una respuesta inmunitaria de tipo 1, que se considera más apropiada para la protección contra los virus respiratorios”.

El VRS es un virus ARN, entonces se puede pensar que las vacunas de ARNm que se han desarrollado para el covid sirvan para acelerar la investigación para vacunas contra bronquiolitis, una idea que comparte el científico. Sin embargo, todas las hipótesis requieren más ensayos y para eso se necesita dinero.

La epidemia de bronquiolitis no da síntomas de agotamiento y el esperado pico pandémico no termina de llegar. Los informes de la Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica muestran una curva ascendente desde hace seis semanas, aunque el aumento ha sido casi vertical en la última, hasta alcanzar los 107,5 casos por 100.000 habitantes. Los servicios de urgencias pediátricas de los hospitales están al borde del colapso -a la situación epidemiológica se suma la huelga de pediatras de atención primaria en Madrid-, faltan camas de hospitalización, las UCI están llenas, incluso se están suspendiendo operaciones para contar con más camas por si son necesarias, confirma el doctor David Andina, vocal de comunicación de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP). Por si esto fuera poco, un pediatra, que prefiere mantener el anonimato, ha confesado a El Confidencial que “en esta epidemia de bronquiolitis estamos intubando a más niños que en epidemias anteriores”.

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