La comida rápida y su relación con el dolor (incluso en personas sanas y delgadas)
La mayoría de las comidas rápidas, incluidas las bebidas y las guarniciones, están cargadas de carbohidratos con poca o ninguna fibra
¿Puede una sola comida indulgente hacernos daño? Un nuevo estudio expone que la comida rápida puede desencadenar dolores o hacer que las personas seamos más sensibles al dolor, incluso si estamos sanos y con un peso saludable (al menos es lo que ha concluido el experimento con ratones).
Regulando el nivel de azúcar en sangre
Está bien documentado que ser obeso o comer basura durante mucho tiempo puede provocar dolor crónico. La mayoría de las comidas rápidas, incluidas las bebidas y las guarniciones, están cargadas de carbohidratos con poca o ninguna fibra. Y cuando el sistema digestivo descompone estos alimentos, los carbohidratos se liberan como glucosa (azúcar) en el torrente sanguíneo, aumentando el nivel de azúcar en la sangre. Ante este evento, nuestro páncreas actúa haciendo lo que sabe: liberando insulina ante el incremento de glucosa. Normalmente, si estamos sanos, nuestro organismo llevará a cabo este proceso de ir regulando el nivel de azúcar en sangre de forma normal, ya que nuestro cuerpo está habituado a manejar picos de azúcar.
Pero ¿y si los picos de azúcar se vuelven repetidos y frecuentes? Ocurre que este eficiente sistema regulador de la insulina se ve afectado. Esto aumenta el riesgo de resistencia a la insulina, diabetes tipo 2 y aumento de peso.
Ahora los investigadores dicen que incluso unas pocas comidas pueden causar daño a nuestro organismo. ¿Cuál es la diferencia para nuestros cuerpos cuando comparamos una comida poco saludable ocasional con el impacto de los malos hábitos alimenticios a largo plazo? ¿Nos hace daño tomar de vez en cuando una hamburguesa doble con queso, beicon, huevo y patatas fritas?
La alimentación poco sana hace daño al corazón
Los científicos llevaron a cabo un experimento con roedores que descubrió que la grasa saturada en la sangre se une a los receptores de las células nerviosas que conducen a la inflamación e imitan los síntomas del daño nervioso. Estos resultados aparecieron tras apenas ocho semanas (dos meses) de ofrecerle a los ratones una dieta alta en grasas sin las suficientes calorías como para hacer que los ratones engordaran mucho y acabaran teniendo sobrepeso. El estudio comparó los efectos de diferentes dietas en dos grupos de ratones durante ocho semanas; el grupo sujeto de experimento y un grupo de control. El grupo de control recibió comida normal y el otro fue alimentado con una dieta rica en grasas que no les provocaría obesidad.
Descubrieron que los ratones con una dieta alta en grasas tenían niveles más altos de ácido palmítico. También observaron que la grasa se unía al receptor nervioso TLR4, lo que provocaba la liberación de marcadores inflamatorios.
"Unas pocas comidas pueden causar un daño similar a llevar una mala dieta", dicen los científicos
"Este estudio indica que no necesitas diabetes; no necesitas una patología o lesión en absoluto. Comer una dieta rica en grasas durante un corto periodo de tiempo es suficiente, una dieta similar a la que comemos casi todos en los EEUU en algún momento", aclaró Michael Burton, profesor asistente de neurociencia en UT Dallas y coautor del trabajo que publica la revista Nature.
Si bien se trata de un estudio con ratones, lo cierto es que ya ha habido investigaciones anteriores que han analizado la relación de las dietas altas en grasas con ratones que también eran obesos o tenían diabetes, pero este es el primero que, eliminando ciertas variables, identifica la conexión directa de la dieta con el dolor crónico.
El consumo regular de estos alimentos calificados como comida rápida puede aumentar el peso, la presión arterial, el colesterol y los triglicéridos. De hecho, la investigación dice que casi la mitad de las muertes anuales relacionadas con enfermedades cardiacas, derrames cerebrales y diabetes pueden atribuirse a malos hábitos alimenticios crónicos. De ahí que sea tan importante recordar que aumentar la ingesta de verduras y frutas frescas, pescado, cereales integrales y legumbres, así como grasas saludables como las que provienen de las nueces, las semillas, el aguacate y el aceite de oliva, nos hace estar más sanos y alejarnos de la enfermedad.
¿Puede una sola comida indulgente hacernos daño? Un nuevo estudio expone que la comida rápida puede desencadenar dolores o hacer que las personas seamos más sensibles al dolor, incluso si estamos sanos y con un peso saludable (al menos es lo que ha concluido el experimento con ratones).