Explosión de virus en toda España: ¿qué está pasando con nuestra salud estas semanas?

Los expertos en salud pública ya han puesto nombre a la explosión de enfermedades que vive nuestro país: “la tripledemia”. El concepto hace referencia a la combinación de las tres patologías que atestan las salas de espera de los centros sanitarios estos días: el covid-19, la gripe estacional y el virus respiratorio sincitial (VRS), que es el principal causante de la bronquiolitis. El último informe del Sistema de Vigilancia Epidemiológico de Infección Respiratoria Aguda recoge el aumento exponencial de estas y muestra un pico de casos en comparación con el año pasado.

Pero España no solo se está enfrentando a un repunte de casos desconocido hasta la fecha de estas tres enfermedades. Más allá de la estacional, la gripe A se ha impuesto entre las influenzas y en los centros de salud también están atendiendo otros tipos de coronavirus, infecciones por estreptococo, adenovirus y más patógenos en un nivel de contagios que no se había visto ni antes de la pandemia.

“Este año ha habido una auténtica explosión de las patologías respiratorias de todo tipo. Un incremento que no es sumativo ni en porcentaje, sino absolutamente exponencial”, explica a El Confidencial Lorenzo Armenteros, médico de familia en el Centro de Salud Islas Canarias de Lugo. El especialista, que también hace guardias de urgencias extrahospitalarias en un PAC de primaria, explica que los datos de contagios no solo son mayores que los dos últimos años –en los que los virus respiratorios comunes prácticamente desaparecieron por el uso de las mascarillas y demás medidas de protección contra el covid-19–, sino que son muy superiores a los de 2019.

La ola de enfermedades, que está afectando tanto en niños como adultos, se debe a dos factores principales. El más evidente: la relajación de las medidas para frenar el covid ha hecho que repunten estas enfermedades en comparación con los datos de los últimos años. Pero hay otra causa más preocupante, que es la principal causante de la explosión de enfermedades: hemos perdido inmunidad contra virus y bacterias.

Pérdida de inmunidad

Los principales damnificados por esta falta de inmunidad son los más jóvenes: “Está afectando especialmente a muchísima población que no había tenido contacto previo con estos virus. Porque en asilos que sí que habían tenido estos contactos hay pocas personas enfermas”. “Los niños y adolescentes están siendo poblaciones muy vulnerables al no haber tenido contacto con lo que sería la inmunidad de rebaño en los dos últimos años. Al no haber tenido contacto con los virus más comunes están muy desprotegidos y esa desprotección inmunitaria les ha hecho mucho más vulnerables a todas las infecciones”, señala Armenteros, que también es portavoz de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).

Aunque principalmente los más afectados son los pequeños que no han adquirido esta inmunidad en ningún momento, matiza que la población adulta también ha perdido protección al no haber estado expuesta a ciertos patógenos desde 2020. “En mayores hay un menor número de contagios en comparación, aunque sigue siendo relativamente alto”, apostilla el médico.

La mascarilla

La retirada de la mascarilla en la mayoría de espacios también es uno de los causantes de la propagación de virus respiratorios. El cubrebocas demostró ser una gran barrera contra las enfermedades que se trasmiten mediante gotículas, lo que hizo prácticamente desaparecer a las gripes y los catarros comunes el pasado año.

TE PUEDE INTERESAR

Adiós a gripes, catarros y coronavirus: el plan (casi) perfecto para acabar con todos los virus respiratorios

Fran Sánchez Becerril

El médico apunta a su efectividad, especialmente en centros de trabajo y colegios, para frenar patologías de este tipo.

¿Se podía haber evitado?

El portavoz de los médicos de familia critica la actuación de Ministerio de Sanidad y de la mayoría de comunidades autónomas en la gestión de este pico de enfermedades, que se podrían haber prevenido si se adelantase la campaña de vacunación.

“Los datos de la explosión de enfermedades los teníamos del hemisferio sur, sobre todo de Australia, que tiene un sistema de seguimiento de procesos respiratorios y de gripe muy minucioso”, señala. Y añade: “Ha habido un fallo de estrategia. Aun sabiendo esto, no se ha dicho a todas las comunidades autónomas que había que empezar antes con la vacunación”.

Además, apunta a que también se podrían haber analizado los casos de gripe que había en verano en nuestro país “para haber adelantado la campaña antigripal”.