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La endocarditis se dispara en los últimos años entre consumidores de cocaína y opiáceos
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ES POTENCIALMENTE MORTAL

La endocarditis se dispara en los últimos años entre consumidores de cocaína y opiáceos

El número de afectados ha aumentado considerablemente en la última década, pero ha sido con la llegada del covid-19 cuando las cifras se han multiplicado

Foto: El estafilococo áureo, o dorado, es una bacteria  responsable de infecciones graves como la endocarditis y la neumonía.
El estafilococo áureo, o dorado, es una bacteria responsable de infecciones graves como la endocarditis y la neumonía.

La endocarditis infecciosa es una enfermedad rara, pero que a menudo puede ser fatal por la inflamación de las válvulas cardiacas. Una investigación ha revelado que la tasa de incidencia de esta enfermedad entre pacientes con trastorno por consumo de cocaína o trastorno por consumo de opioides aumentó de forma importante desde 2011 a 2022, aunque el aumento más pronunciado ocurrió de 2021 a 2022, ya en época de pandemia.

Los hallazgos del estudio, publicado en la revista científica Molecular Psychiatry, contribuyen a ampliar la evidencia de la endocarditis como un problema de salud importante y creciente para las personas que se inyectan drogas, y demuestran aún más que este riesgo se ha multiplicado con la aparición del covid-19.

Foto: Las secuelas, un gran reto para los enfermos de covid incluso meses después.

Entre los pacientes con cualquier trastorno por uso de sustancias estupefacientes, aquellos que fueron diagnosticados clínicamente con covid-19 se enfrentaron a un mayor riesgo de un nuevo diagnóstico de endocarditis, así como de hospitalización después de este, comparado con otras personas que no fueron diagnosticadas con coronavirus. Durante el periodo completo de 12 años, la tasa de endocarditis fue de tres a ocho veces mayor en pacientes con trastorno por consumo de opioides y cocaína que entre los que no los consumían.

Cómo evitar el problema

Los hallazgos también mostraron que las personas negras e hispanas tenían un riesgo más bajo de endocarditis asociada con el covid-19 que las personas blancas no hispanas. Los autores señalan que esto es consistente con una mayor prevalencia del uso de drogas inyectables en poblaciones blancas no hispanas, en comparación con las poblaciones negras o hispanas.

placeholder La reutilización de jeringuillas es uno de los problemas en el aumento de estas infecciones. (EFE/Luca Piergiovanni)
La reutilización de jeringuillas es uno de los problemas en el aumento de estas infecciones. (EFE/Luca Piergiovanni)

La doctora Nora D. Volkow, directora del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) y coautora del estudio, explica que "las personas con trastornos por uso de sustancias ya se enfrentan a importantes impedimentos para recibir atención médica adecuada debido a la falta de acceso y el estigma. Técnicas comprobadas como programas de servicio de jeringuillas, que ayudan a las personas a evitar infecciones al reutilizar o compartir jeringuillas, pueden ayudar a prevenir esta afección, a menudo fatal y costosa".

Una de cada 10 hospitalizaciones por endocarditis está asociada con el uso de drogas inyectables y estas cifras siguen aumentando. Muchas drogas se pueden inyectar, como la cocaína, la metanfetamina y los opioides, como la heroína y el fentanilo. El acceso inadecuado a equipos de inyección estériles es común y aumenta drásticamente el riesgo de infección en las personas que consumen drogas. El VIH y la hepatitis también pueden transmitirse a través de la reutilización de equipos de inyección y presentar riesgos para la salud.

Foto: Foto: iStock.

La doctora Volkow y un equipo de científicos de la Universidad Case Western Reserve de Cleveland, en el estado norteamericano de Ohio, analizaron datos de registros de salud electrónicos de más de 109 millones de pacientes únicos recopilados desde enero de 2011 hasta agosto de 2022. Los datos de pacientes procedían de 77 hospitales repartidos por todo Estados Unidos, cubriendo diversas ubicaciones geográficas, grupos de edad, grupos raciales y étnicos, niveles de ingresos y tipos de seguros. Los registros de salud electrónicos se anonimizaron para garantizar la privacidad.

Las cifras se disparan

Los investigadores encontraron que, en 2011, la media era de cuatro casos de endocarditis por día por cada millón de personas con trastorno por consumo de opioides. En 2022, esta tasa aumentó a 30 casos por día por cada millón de personas con dicho trastorno. Para las personas con trastorno por consumo de cocaína, los casos aumentaron de cinco por cada millón de personas con trastorno por consumo de cocaína en 2011 a 23 casos en 2022.

Los investigadores incluyen la endocarditis como un efecto más del covid persistente

Además, un diagnóstico clínico de covid-19 duplicó con creces el riesgo de un nuevo diagnóstico de endocarditis en pacientes con trastorno por consumo de cocaína o de opioides. Entre estos pacientes, el riesgo de hospitalización dentro de los 180 días posteriores al diagnóstico de endocarditis fue de alrededor del 68% en los pacientes con covid-19, en comparación con el 59% en los que no la tenían. Además, el riesgo de mortalidad dentro de los 180 días posteriores al nuevo diagnóstico de endocarditis fue del 9% en aquellos con covid-19, en comparación con el 8% en pacientes sin covid-19.

La doctora Rong Xu, profesora de informática biomédica en la Universidad Case Western Reserve y coautora de este estudio, señala que "a medida que se desarrolla la comprensión científica del covid persistente, ahora podemos incluir la endocarditis como un efecto a largo plazo en los sistemas de órganos clave para las personas que se inyectan drogas. Nuestro estudio es uno de los primeros en mostrar esto. Es fundamental que continuemos monitoreando los impactos amplios y a largo plazo de covid-19 en las personas que usan drogas".

La endocarditis infecciosa es una enfermedad rara, pero que a menudo puede ser fatal por la inflamación de las válvulas cardiacas. Una investigación ha revelado que la tasa de incidencia de esta enfermedad entre pacientes con trastorno por consumo de cocaína o trastorno por consumo de opioides aumentó de forma importante desde 2011 a 2022, aunque el aumento más pronunciado ocurrió de 2021 a 2022, ya en época de pandemia.

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