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El nuevo análisis de sangre para detectar la neurodegeneración del alzhéimer
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600 muestras

El nuevo análisis de sangre para detectar la neurodegeneración del alzhéimer

Los investigadores han desarrollado una prueba que detecta el biomarcador denominado "tau derivado del cerebro". El estudio se encuentra en sus primeras fases y esperan validar sus hallazgos en futuros ensayos

Foto: Foto de archivo: iStock.
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Un grupo de neurocientíficos dirigido por un investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) ha desarrollado una prueba para detectar un nuevo marcador de la neurodegeneración de la enfermedad de Alzheimer en una muestra de sangre.

El biomarcador, denominado "tau derivado del cerebro" (o BD-tau), supera los resultados de las actuales pruebas de diagnóstico en sangre utilizadas para detectar clínicamente la neurodegeneración relacionada con esta demencia. Según el estudio, publicado este miércoles en Brain, esta molécula biológica es específica de la enfermedad y se correlaciona bien con los biomarcadores de neurodegeneración del alzhéimer en el líquido cefalorraquídeo (LCR).

"En la actualidad, para diagnosticar la enfermedad de Alzheimer es necesario realizar pruebas de neuroimagen", explica Thomas Karikari, autor principal y profesor adjunto de Psiquiatría en Pitt. "Esas pruebas son caras y se tarda mucho en programarlas, y muchos pacientes no tienen acceso a escáneres de IRM y PET. La accesibilidad es un problema importante", añade.

"La utilidad más importante de los biomarcadores sanguíneos es mejorar la vida de las personas, mejorar la confianza clínica y la predicción del riesgo en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer", señala Karikari.

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Los métodos actuales de diagnóstico sanguíneo pueden detectar con precisión anomalías en la beta amiloide plasmática y la forma fosforilada de tau, dos de los tres parámetros necesarios para diagnosticar con seguridad esta demencia. Pero el mayor obstáculo radica en la dificultad de detectar marcadores de neurodegeneración específicos del cerebro y no influidos por contaminantes potencialmente engañosos producidos en otras partes del organismo.

Por ejemplo, los niveles sanguíneos de neurofilamentos ligeros, un marcador proteínico del daño de las células nerviosas, se elevan en la enfermedad de Alzheimer, el párkinson y otras demencias, lo que los hace menos útiles cuando se intenta diferenciar esta demencia de otras afecciones neurodegenerativas. Por otra parte, la detección de tau total en la sangre resultó ser menos informativa que el seguimiento de sus niveles en el LCR.

Ensayo con 600 muestras de pacientes

Aplicando sus conocimientos de biología molecular y bioquímica de las proteínas tau en distintos tejidos, como el cerebro, Karikari y su equipo –del que también forman parte científicos de la Universidad de Gotemburgo (Suecia)– desarrollaron una técnica para detectar selectivamente la BD-tau evitando las proteínas "big tau" flotantes producidas por células ajenas al cerebro.

Para ello, diseñaron un anticuerpo especial que se une selectivamente a la BD-tau, haciéndola fácilmente detectable en la sangre. Validaron su ensayo en más de 600 muestras de pacientes de cinco cohortes independientes, incluidas las de pacientes cuyo diagnóstico de enfermedad de Alzheimer se confirmó tras su fallecimiento, así como de pacientes con deficiencias de memoria indicativas de esta demencia en fase inicial.

Las pruebas demostraron que los niveles de BD-tau detectados en muestras de sangre de pacientes con esta demencia mediante el nuevo ensayo coincidían con los niveles de tau en el LCR y distinguían con fiabilidad el alzhéimer de otras enfermedades neurodegenerativas. Los niveles de BD-tau también se correlacionaron con la gravedad de las placas amiloides y los ovillos de tau en el tejido cerebral confirmada mediante análisis de autopsias cerebrales.

placeholder Foto de archivo. (iStock)
Foto de archivo. (iStock)

Los científicos esperan que el seguimiento de los niveles sanguíneos de BD-tau pueda mejorar el diseño de los ensayos clínicos y facilitar la selección e inscripción de pacientes de poblaciones que históricamente no se han incluido en las cohortes de investigación.

"Un análisis de sangre es más barato, seguro y fácil de administrar, y puede mejorar la confianza clínica en el diagnóstico del alzhéimer y la selección de participantes para ensayos clínicos y el seguimiento de la enfermedad", considera Karikari.

Karikari y su equipo tienen previsto realizar una validación clínica a gran escala del BD-tau en sangre en una amplia gama de grupos de investigación, incluidos los que reclutan participantes de diversos orígenes raciales y étnicos, de clínicas de la memoria y de la comunidad. Además, estos estudios incluirán adultos mayores sin evidencia biológica de la enfermedad de Alzheimer, así como aquellos en diferentes etapas de la enfermedad. Estos proyectos son cruciales para garantizar que los resultados de los biomarcadores sean generalizables a personas de todos los orígenes, y allanarán el camino para que BD-tau esté disponible comercialmente para su uso clínico y pronóstico generalizado.

Un grupo de neurocientíficos dirigido por un investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (EEUU) ha desarrollado una prueba para detectar un nuevo marcador de la neurodegeneración de la enfermedad de Alzheimer en una muestra de sangre.

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