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Neurólogos defienden un enfoque personalizado para conseguir el control de la epilepsia
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Neurólogos defienden un enfoque personalizado para conseguir el control de la epilepsia

Con el objetivo de eliminar o reducir las crisis más incapacitantes, así como ciertas comorbilidades como la depresión, los expertos abogan por los tratamientos individualizados

Foto: Los tratamientos personalizados aumentan la eficacia en los síndromes epilépticos. (iStock)
Los tratamientos personalizados aumentan la eficacia en los síndromes epilépticos. (iStock)

En el marco de la LXXIV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), celebrada en Sevilla, más de 3.000 expertos nacionales e internacionales debatieron acerca de los últimos avances en el ámbito de la neurología. En su seno se abordaron las novedades más recientes en el tratamiento de la epilepsia, una enfermedad que solo en España se estima que afecta a más de 400.000 personas. Además, según el informe sociosanitario de la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas sobre la epilepsia en España, se calcula que entre el 8% y el 33% de las epilepsias son incontrolables con tratamiento médico. Esto significa que aproximadamente un tercio de los cerca de 400.000 epilépticos no consigue controlar las crisis.

Un tercio de las 400.000 personas con epilepsia que hay en España no logra controlar las crisis

Precisamente, con la vista puesta en reducir ese porcentaje, los expertos reunidos en la capital hispalense coincidieron en subrayar la importancia de la personalización de los tratamientos y el seguimiento cercano de los pacientes.

Afecta a personas de cualquier edad

Una de las creencias (erróneas) relacionadas con la epilepsia es que se trata de una enfermedad propia de la edad infantil. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. De hecho, todos estamos expuestos a padecerla. Eso sí, también es cierto que existen etapas de la vida con una incidencia mayor que otras. "Tradicionalmente, se registraban más casos en la edad infantil debido, entre otras razones, a que durante esos años todavía tenemos un cerebro inmaduro. Después, en la adolescencia, la incidencia bajaba y, más adelante, se incrementaba de nuevo por encima de los 55 años", describe el doctor Juan José Poza, coordinador del Grupo de Estudio de Epilepsia de la Sociedad Española de Neurología.

Sin embargo, en las últimas décadas, "debido al aumento de la esperanza de vida, se está viendo cómo la prevalencia es mayor en este último tramo vital comparado con la niñez", apunta Poza, quien puntualiza que, en esta bolsa de pacientes, las causas que desencadenan la epilepsia son un poco distintas: "La mayoría de los casos se deben a un problema vascular cerebral, una etiología tumoral o a enfermedades degenerativas, como el alzhéimer o párkinson".

placeholder En los últimos años, la prevalencia ha aumentado entre las personas de más de 55 años. (iStock)
En los últimos años, la prevalencia ha aumentado entre las personas de más de 55 años. (iStock)

Fármacos cada vez más certeros

Una vez descrito el panorama de la enfermedad en España, mencionada su prevalencia total y por grupos de edad, veamos en qué punto nos encontramos en lo que a su tratamiento se refiere. "Aproximadamente, la mitad de los pacientes responden al primer fármaco que se les prescribe. Alrededor de otro 10% lo hace a un segundo medicamento, y un 10% más reacciona positivamente a un tercero o a una combinación de dos", señala el experto. Y añade: "La cuestión es que, a medida que van fallando fármacos en el control de las crisis, las posibilidades de contenerlas con fármacos son menores. Esto significa que el pronóstico de los pacientes que responden positivamente al principio de la enfermedad es mejor que el de aquellos que lo hacen pasados unos años".

Foto: Ningún estudio científico había verificado esta idea hasta ahora (Unsplash)

Ahora bien, lo que aparenta ser un terreno complicado, tortuoso e, incluso, pesimista, lo cierto es que no lo es tanto. Y es que, afortunadamente, "disponemos de un abanico de fármacos muy amplio, que nos permite adaptar mucho mejor el medicamento a las características de cada paciente", apunta Poza, quien asegura que en los últimos años lo avances se han centrado en la tolerabilidad y en el tratamiento de algunos elementos concomitantes que aparecen con frecuencia, como los trastornos de ánimo o de sueño, y reconoce que "en general, los fármacos no han aportado un incremento significativo de la eficacia (control de las crisis), aunque sí están ayudando a mejorar comorbilidades asociadas, como la depresión, o al menos están evitando su progresión".

Tratar el paciente, no la enfermedad

Actualmente, es posible controlar las crisis en el 70% de los pacientes. Esto significa que "todavía nos queda un 30% de enfermos que sigue teniendo crisis a pesar del tratamiento. Es lo que llamamos epilepsia farmacorresistente", asevera el experto, que se lamenta de lo difícil que está resultando acabar con este problema. Para atajar esta situación, "se están desarrollando procedimientos terapéuticos como nuevos fármacos e innovadoras técnicas quirúrgicas y de electroestimulación", señala. Y es que hoy en día el principal objetivo es "rescatar al mayor número de pacientes farmacorresistentes para reducir al máximo las crisis o, al menos, las que son potencialmente más peligrosas, es decir, aquellas en las que el paciente pierde la conciencia".

Tener en cuenta las circunstancias específicas de cada paciente mejora los resultados

Al mismo tiempo que se investiga y desarrolla en este ámbito, también se está apostando con determinación por un enfoque cada vez más personalizado que contemple todas las características específicas del paciente, como la edad, el sexo, las comorbilidades asociadas o la causa de la enfermedad. Y es que "creemos que sería conveniente ajustar el tratamiento en función del desencadenante, es decir, si el paciente tiene epilepsia debido a un tumor cerebral o a un origen vascular, por ejemplo. En definitiva, la idea es tener en cuenta todas las características específicas del síndrome epiléptico de cada paciente, de sus patologías propias y de su situación personal".

Además, el experto recalca la importancia de la adherencia al tratamiento, para lo cual hay que "poner el foco en la comodidad del mismo, ya que no son pocos los que no siguen las pautas tal y como las prescriben los médicos".

placeholder Los tratamientos personalizados tienen en cuenta la edad, el sexo y las comorbilidades. (iStock)
Los tratamientos personalizados tienen en cuenta la edad, el sexo y las comorbilidades. (iStock)

Vivir la epilepsia en sociedad

Un problema añadido es que, a pesar de que la epilepsia es una enfermedad muy extendida entre la población, sigue, según el doctor, profundamente estigmatizada. "Esta patología -según Poza- está 'mal vista'. En muchas ocasiones, a estos pacientes se les ponen trabas en el ámbito laboral. E incluso muchos de ellos ocultan su enfermedad, lo cual es un problema, ya que dificulta el tratamiento. Además, si el entorno no es consciente de que alguien tiene epilepsia, no va a saber cómo actuar en el caso de que sufra una crisis". Y añade: "Cuando la persona padece epilepsia y no comunica su enfermedad, suele ocurrir que ciertos trastornos asociados, como la depresión, empeoran los síntomas de la propia enfermedad".

En el marco de la LXXIV Reunión Anual de la Sociedad Española de Neurología (SEN), celebrada en Sevilla, más de 3.000 expertos nacionales e internacionales debatieron acerca de los últimos avances en el ámbito de la neurología. En su seno se abordaron las novedades más recientes en el tratamiento de la epilepsia, una enfermedad que solo en España se estima que afecta a más de 400.000 personas. Además, según el informe sociosanitario de la Fundación Española de Enfermedades Neurológicas sobre la epilepsia en España, se calcula que entre el 8% y el 33% de las epilepsias son incontrolables con tratamiento médico. Esto significa que aproximadamente un tercio de los cerca de 400.000 epilépticos no consigue controlar las crisis.

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