Un catedrático del Imperial College explica cómo afectan a tu salud los tóxicos que tienes alrededor

En sartenes, cajas de pizza, toboganes o los tiques de la compra. Estamos rodeados de multitud de objetos cotidianos que contienen sustancias tóxicas peligrosas para la salud.

Ftalatos, retardantes de llama, teflón, alquilfenoles, bisfenol A, metales pesados o compuestos orgánicos volátiles son algunos de los elementos presentes en productos del día a día.

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Álvaro Hermida

Las sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS, por sus siglas en inglés), también tienen una gran presencia en nuestro entorno. Se trata de los llamados “químicos eternos”, un grupo de más de 4.700 agentes químicos sintéticos empleados en industrias de todo tipo: textil, productos domésticos, procesado de alimentos, construcción, electrónica…. Pueden tener efectos negativos en el sistema inmunitario, influir en un cáncer o provocar perturbación de la hormona tiroides y son especialmente peligrosos porque se acumulan a lo largo del tiempo en los seres humanos y el medio ambiente. La presencia de estos está tan generalizada que las autoridades europeas tuvieron que establecer umbrales de salubridad.

Alan Boobis conoce muy bien las sustancias dañinas para la salud que nos rodean. El británico es profesor emérito de Toxicología en el Imperial College de Londres –donde ostentó una cátedra durante más de 40 años– y presidente del Comité de Toxicidad del Reino Unido. El catedrático de farmacología bioquímica ha publicado más de 250 trabajos de investigación y, no solo del inglés, también ha formado parte de numerosos comités internacionales para analizar la peligrosidad de las sustancias de nuestro entorno.

Charlamos con el experto en toxicología, que acaba de participar en el E-Cigarette Summit 2022, sobre cómo afectan a la salud los cigarrillos electrónicos, las sustancias tóxicas que tenemos a nuestro alrededor y, en especial, los PFAS.

PREGUNTA. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos?

RESPUESTA. A corto plazo, la nicotina puede tener efectos sobre los sistemas cardiovascular y respiratorio. Puede afectar al sistema nervioso central, especialmente en niños y adolescentes. La nicotina y otros componentes del vapor también pueden irritar las vías respiratorias.

A largo plazo, los efectos sobre la salud son menos evidentes. Existen pocas pruebas de los efectos sobre los pulmones, ya que esto se investigó con cierto detalle tras el brote de EVALI en EEUU. Las pruebas existentes hasta la fecha sugieren que a medio plazo –unos 5 años– no hay grandes daños, aparte de la adicción a la nicotina. Más allá de los 10 años, simplemente no tenemos información en los usuarios, aunque basándonos en lo que sabemos de la toxicología de los componentes, no se esperan efectos sustanciales. Pero serán necesarios estudios de vigilancia para confirmarlo.

P. ¿Son menores los riesgos para la salud de los cigarrillos electrónicos que los convencionales?

R. Basándose en consideraciones sobre la química, es decir, lo que está presente en el cigarrillo electrónico y el vapor, estudios experimentales de los componentes y del vapor, y estudios tanto de biomarcadores como de efectos en humanos, los electrónicos tienen menos riesgos para la salud que los cigarrillos convencionales.

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P. ¿Se sabe realmente en que porcentaje se puede reducir ese daño con los cigarros electrónicos?

R. Algunas instituciones, como la Office for Health Improvement and Disparities (OHID) del Reino Unido, han sugerido que los daños se reducirían al menos en un 95%, basándose en la consideración de las diferencias en los niveles de las sustancias químicas más tóxicas de los cigarrillos electrónicos y los cigarrillos convencionales. No estoy seguro de que sea posible establecer una cifra concreta. Variará según el efecto que se considere. Por ejemplo, es probable que la reducción del riesgo de cáncer de pulmón sea de al menos el 95%, pero para algunos efectos sobre el sistema cardiovascular podría no ser así. Sin embargo, como se ha indicado anteriormente, no cabe duda de que habrá una reducción apreciable del riesgo de daños en general.

P. ¿Cuáles son los riesgos para la salud de estar expuestos a decenas de sustancias tóxicas que tenemos a nuestro alrededor en el día a día?

R. Depende del nivel de exposición. Pero existe una amplia variedad de posibles efectos, entre ellos una serie de cánceres, efectos reproductivos y sobre el desarrollo físico de una persona, efectos sobre el sistema cardiovascular, respiratorio y nervioso central.

P. ¿En la actualidad hay mucho PFAS en nuestra comida y en el medio ambiente?

R. Los PFAS son muy resistentes a la descomposición en el medio ambiente y están ampliamente distribuidos en el mundo. Pero los niveles son bajos. La preocupación se debe más bien a su aparente potencia. Es decir, incluso concentraciones muy bajas podrían tener efectos adversos.

P. ¿Cómo pueden afectar a nuestra salud la exposición a los PFAS que sufrimos?

R. Los estudios han puesto de manifiesto una serie de posibles efectos, como la alteración del sistema inmunitario para responder a las vacunas, lo que podría reducir la protección frente a las infecciones, y efectos sobre el sistema endocrino, el sistema reproductor, el hígado y los riñones. Existe cierto debate sobre cuáles de estos efectos se producen en la población expuesta y sobre cuáles son los niveles de exposición seguros. Esto se debe a que hay una serie de incertidumbres a la hora de interpretar tanto los estudios epidemiológicos como los toxicocinéticos.