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Los médicos de la privada también paran: "Me siguen pagando lo mismo que hace 30 años"
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Comienzan el 23 de enero

Los médicos de la privada también paran: "Me siguen pagando lo mismo que hace 30 años"

Los facultativos sevillanos se plantan ante las condiciones de las aseguradoras, que llevan décadas sin actualizar sus baremos. Una situación que se repite en toda España y que podría llevar a movilizaciones en el resto del país

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El 2023 ha comenzado con los profesionales de la sanidad pública en pie de guerra. Las huelgas sanitarias han llegado a sobrevolar nueve comunidades autónomas: en Madrid ya han comenzado en atención primaria y la semana que viene se espera que empiecen en Andalucía, Aragón o Cataluña, entre otras regiones. Con estas protestas, miles de sanitarios de atención primaria de toda España están reclamando mejores condiciones laborales, que tendrán una repercusión positiva en los pacientes.

Pero la “rebelión de las batas blancas” por la mala situación laboral ya no es exclusiva de la pública. Los especialistas de la privada también se están revolviendo contra las condiciones que les imponen las compañías aseguradoras. Cabe destacar que en nuestro país hay más de 50.000 facultativos que ejercen como autónomos, y la mayoría de ellos dependen de algún modo de estas empresas.

En varios puntos de España ya se han sucedido las protestas ante los baremos de pago que no se actualizan desde hace 30 años y demás situaciones laborales. Pero las movilizaciones van más allá, y los que han tomado la delantera han sido los médicos de la sanidad privada sevillana, que directamente han anunciados paros.

Sevilla inaugura los paros

Los facultativos autónomos hispalenses van a desarrollar una serie de jornadas de paro “por las condiciones que les imponen las compañías aseguradoras”. El lunes 23 de enero será la primera protesta, que consistirá en no atender a los pacientes que vengan de las aseguradoras a sus consultas. Las fechas proseguirán, por el momento, hasta finales de febrero, con varios días ya establecidos en los que no se atenderán a estos pacientes en sus consultas: 31 de enero, 8 de febrero, 16 de febrero y 24 de febrero. Por el momento, esos días se seguirán atendiendo urgencias, pruebas complementarias y actividad quirúrgica, pero no descartan sumarlas a los paros "si no se consiguen avances".

Foto: Foto: iStock.

Lo que buscan los médicos con estas protestas es negociar los baremos por los que las compañías aseguradoras les retribuyen cada consulta que, según denuncian, llevan sin actualizar décadas.

“Me siguen pagando lo mismo que hace 25-30 años”, ejemplifica Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Médica Profesional (Unipromel). El médico, que es uno de los impulsores de esta iniciativa, cuenta su historia a El Confidencial: “Yo abrí mi primera consulta en 1992 en Sevilla, cuando la Expo. Entonces a mí me pagaba la compañía que menos 2.000 pesetas y la que más 3.000 por consulta; y ahora me siguen pagando el equivalente en euros, entre 12 y 18 euros. Tú ahora no me puedes pagar las 2.000 de entonces como 12 euros, porque está claro que el poder adquisitivo de 1.000 pesetas no es el poder adquisitivo de seis euros. El equivalente a 1.000 pesetas de mi época sería ahora mismo 50 euros”.

Foto: Ignacio Guerrero, presidente de la Unión Médica Profesional. (EC)

El oftalmólogo sevillano acusa a las aseguradoras de enriquecerse con las cuotas de los pacientes y de que el dinero que pagan no se ve realmente trasladado a la atención.

En caso de que finalmente las compañías no atiendan a sus requerimientos, el presidente de Unipromel avisa de que los facultativos privados se plantarán y podrían dejar de trabajar con las aseguradoras. En este sentido, recuerda que son trabajadores autónomos a los que no pueden, como tal, imponer los precios de un servicio. Asimismo, plantea que se podría volver a un modelo de reembolso en el que los pacientes paguen una factura y luego se apañen con la aseguradora.

Toda España pendiente

Desde el resto de España se muestran expectantes con lo que pase en Sevilla y no descartan convocar paros en un futuro. “Estamos todos esperando a ver qué resultados tiene. Si las compañías quieren negociar y son capaces de llegar a algún acuerdo que sea satisfactorio, estas condiciones deberían extenderse a todo el país. Y, al contrario, si estas manifestaciones no surten el efecto deseado, habrá una escalada hacia otras posiciones y ahí entrarán el resto de regiones, donde ya se están produciendo movimientos y planteando estrategias”, explica a este periódico José Luis Alcibar Gallego, representante nacional de la Sección de Médicos de Ejercicio Privado del Consejo General de Colegios Oficiales de Medicos de España (CGCOM). Al mismo tiempo, apunta que en estos momentos es “difícil” que todas las comunidades se sumen a estas primeras fechas de paros, al no dar tiempo de informar a consejerías, centros médicos y pacientes.

El representante de los médicos privados españoles confirma que la situación por la que protestan los andaluces es la misma que se vive en el resto de regiones, en las que el 70% de los facultativos llevan más de 30 años sin ajustar las tarifas que cobran de las aseguradoras. En este sentido, subraya que en otras comunidades “tampoco tienen capacidad de negociar sus baremos, sobre todo por las altas concentraciones de los grupos hospitalarios y de las entidades aseguradoras que tienen una fuerza desproporcionada. Estas le han restado poder al médico para poder negociar baremos y condiciones”.

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Solo cuatro especialidades se salvan de las tarifas estancadas en el tiempo. Entre ellas, al no estar cubiertas por la mayoría de seguros, se encuentran tres especialidades de cirugía: plástica, odontología y oftalmología. Igualmente, en psiquiatría también han podido actualizar sus tasas, dado que mucha gente prefiere ir directamente a las consultas para que no queden registros, ante el estigma que todavía perdura con la salud mental.

El representante del CGCOM también describe cómo las compañías aseguradoras se van quedando dinero de las mensualidades de los pacientes, que no permean en la atención. Por otro lado, recuerda que “es muy difícil pensar que alguien que contrate un seguro por 20 o 30 euros al mes vaya a tener todo cubierto, como si esto fuera la seguridad social”.

Las nuevas generaciones no pasan por el aro

Ambos médicos describen cómo esta situación se ha mantenido durante décadas porque las malas condiciones en el sector y el alto número de facultativos permitían a las aseguradoras hacer a su antojo con los profesionales: la ley de la oferta y la demanda. Pero ante la falta de sanitarios que se está viviendo en nuestro país deben tener cuidado ante el planteamiento de “si no te gustan mis condiciones, otro vendrá a hacerlo por este precio”. Y es que las nuevas generaciones no están dispuestas a pasar por el aro.

Foto: Foto: Reuters/Nacho Doce.

En primer lugar, Alcibar describe que, en el actual mundo globalizado, los facultativos más jóvenes no tienen ningún problema en irse a trabajar a otro país si en este no les dan unas buenas condiciones: “No tienen ninguna dificultad en dar un salto e irse a cualquier otro país; total, si en dos o tres horas en avión están otra vez en casa. No tienen ese límite, por lo cual su mundo es mucho más abierto que el nuestro”.

Como segundo motivo, señala que las nuevas generaciones “han palpado desde el principio de su residencia un colectivo médico con unos síntomas de burnout brutales. Entonces no quieren ese camino para ellos, quieren tener tiempo libre para dedicarlo a sus propios asuntos. Saben que el trabajo es importante, pero no pueden implicarse de esa manera para acabar quemados como está mucha gente ahora mismo”.

Y aparte de todo esto, “el sistema actualmente es tan malicioso que en lugar de conseguir que una sociedad médica pueda negociar el precio de una consulta, la compañía viene y te ofrece mucho menos dinero por atender a un paciente del que sería rentable. O les ofrecen ir a pasar consulta a grandes grupos hospitalarios, donde ellos también se quedarán una parte y el médico verá aún más mermado lo que cobra”.

El 2023 ha comenzado con los profesionales de la sanidad pública en pie de guerra. Las huelgas sanitarias han llegado a sobrevolar nueve comunidades autónomas: en Madrid ya han comenzado en atención primaria y la semana que viene se espera que empiecen en Andalucía, Aragón o Cataluña, entre otras regiones. Con estas protestas, miles de sanitarios de atención primaria de toda España están reclamando mejores condiciones laborales, que tendrán una repercusión positiva en los pacientes.

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