El nuevo guante inteligente para prevenir partos peligrosos (y cuesta un euro)

En el momento de dar a luz, pueden surgir diversas complicaciones. Problemas que ponen en riesgo la salud de la madre y la del bebé. De hecho, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estas dificultades son la principal causa de muerte perinatal en países en vías de desarrollo.

Una de las más preocupantes es el conocido como parto obstruido. Esto es el "trabajo de parto en que la parte de presentación del feto no puede progresar en el canal del parto, a pesar de las contracciones uterinas adecuadas", tal y como define la OMS. Es, de hecho, la principal causa de cesárea no programada.

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Ahora, gracias al trabajo de un equipo de investigadores británicos, es posible predecir ese parto obstruido, incluso en países en vías de desarrollo donde, normalmente, no llegan todas las tecnologías. Se trata de un estudio publicado en la revista Frontiers in Global Women’s Health. El artilugio en cuestión es un guante con un sensor en las yemas de los dedos que puede facilitar que el personal sanitario identifique la posición fetal.

Con una aplicación móvil

¿Cómo funciona? "El dispositivo consta de sensores flexibles de fuerza en las yemas de los dedos de un guante quirúrgico que son capaces de generar corriente eléctrica al rozar con los objetos," explican los autores. Después de asegurar que los sensores fueran lo suficientemente finos como para no interferir con el tacto del personal sanitario y con un segundo guante quirúrgico por encima, descubrieron que es capaz de detectar esas posibles complicaciones con tan solo un tacto vaginal.

Esta iniciativa no termina aquí. Han desarrollado una aplicación móvil que permite al médico ver en tiempo real los resultados que devuelven los sensores. Para llegar a esta conclusión, utilizaron cabezas de bebé artificiales y tras realizar exámenes vaginales -hechos por un obstetra especialista-, el sistema era capaz de identificar las características que indicaban la posición del feto, así como la fuerza aplicada a su cabeza.

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Lo más llamativo, su precio. En la mayoría de las ocasiones, los profesionales sanitarios pueden hacer uso de una amplia gama de tecnologías para dar con la complicación y ponerle solución rápidamente. Los problemas de verdad llegan cuando los recursos son excesivamente costosos e inviables en algunas zonas. Por este motivo, y debido al elevado número de muertes neonatales y maternas en países en vías de desarrollo, este nuevo hallazgo científico en forma de guante tendrá un coste que asciende, más o menos, a un euro.