El microbioma oral: la mejor defensa frente a la enfermedad

La evolución humana, que comenzó hace millones de años, nos ha hecho un regalo fundamental para nuestra salud, el microbioma humano formado por millones de microbios que habitan en nuestra piel y, sobre todo, en las mucosas de la cavidad oral, tubo digestivo y aparato génito-urinario. Un microbioma equilibrado es condición sine qua non para estar sanos, y en concreto la investigación se está enfocando en la importancia del microbioma oral.

Conocemos hoy las funciones de un microbioma oral sano, sin las cuales no podríamos vivir. Un ejemplo de ello es la función de bajar la tensión arterial que realizan un grupo de bacterias que habita en la parte más posterior del dorso de la lengua, a través del circuito nitrato-nitrito-NO, generador de óxido nítrico (NO) y que es capaz, per se, de modular la tensión arterial.

"El microbioma está con nosotros para generar salud y tiene el potencial de autocorregirse"

Dicho NO ha sido definido como el vasodilatador endógeno natural, cuyo descubrimiento fue merecedor del Premio Nobel. Estudios recientes demuestran que el enjuagarse la boca con colutorios con antisépticos puede dañar esta fracción del microbioma oral, provocándose un aumento significativo de la tensión arterial. El microbioma oral alterado se ha relacionado asimismo con muchas enfermedades sistémicas, además de la hipertensión, como otras enfermedades cardiovasculares, enfermedades neurodegenerativas, enfermedades reumáticas de carácter autoinmune y determinados tipos de cáncer, entre otras.

El microbioma oral, una pieza clave en las enfermedades

¿Qué entendemos por enfermedad no comunicable? Las enfermedades no comunicables son aquellas que no pueden contagiarse de un individuo a otro, quedando, por tanto, excluidas las infecciones y quedando incluidas las enfermedades cardiovasculares, el cáncer, la diabetes, la obesidad y ciertos trastornos neurodegenerativos como el párkinson.

La evidencia científica reciente muestra que un microbioma oral alterado y desequilibrado está involucrado en la aparición de muchas de estas enfermedades. Si además el individuo tiene una genética que favorece la expresión de genes favorables a estas enfermedades, llueve sobre mojado.

La perspectiva contemporánea para entender y explicar la etiolología, es decir, el origen de muchas de las enfermedades, pasa por el microbioma.

Opinión

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En condiciones ideales de salud, un microbioma sano necesita una dinámica rica y equilibrada (diversidad), entre sus distintos integrantes y entre estos y el propio sujeto (huésped) donde habitan. Si aparece un desequilibrio aparece entonces una disbiosis, que no es más que una alteración del balance normal donde pasan a tomar el control del microbioma determinadas cepas patógenas que en el estado de salud viven controladas por las cepas beneficiosas generadoras de esta. Un ejemplo es la disbiosis oral.

Lo curioso es que dichos patógenos están presentes en nuestras bocas, en una parte no pequeña, y solo cuando aparece una disbiosis es cuando son capaces de generar enfermedad. Uno de los patógenos claves mejor conocidos y más fácilmente identificables es la Porphyromonas gingivalis (PG), una bacteria gramnegativa que es líder de un grupo de patógenos que la suelen acompañar a modo de clan, constituyendo el denominado complejo rojo. La PG es capaz de aprovecharse de condiciones, como son el sangrado y la inflamación, para alimentarse, fortalecerse y doblegar al resto de la población del microbioma oral, haciendo imposible la supervivencia de las cepas saludables llamadas técnicamente comensales. Estos patógenos, además, son capaces de perpetuar la inflamación, liberando las temidas citoquinas proinflamatorias que generan todavía más inflamación, incluso en otros órganos.

¿Como cuidar nuestro microbioma oral?

El microbioma oral está con nosotros para generar salud y, por lo tanto, tiene el potencial de autocorregirse. Una dieta equilibrada, un descanso adecuado, vida al aire libre, dejar de fumar y restringir el alcohol y optar por un estilo de vida saludable ayudarán a recuperar su equilibrio. De manera muy importante, el uso de productos de higiene oral que no sean agresivos para con el microbioma son opciones hoy bien documentadas. La visita rutinaria al dentista y la realización de las higienes periódicas profesionales son así mismo imprescindibles para el cuidado del microbioma oral.

La investigación clínica para revertir la disbiosis oral

España, el mejor exportador de la dieta mediterránea, clave en el equilibrio del microbioma humano (rica en fibra, antioxidantes y antiinflamatorios naturales), ostenta también una posición privilegiada en el campo de la investigación internacional en la búsqueda de la reversión de la disbiosis oral. En un estudio llamado Stop Oral Disbiosis, declarado ante el Clinical Gov de Bethesda, en Estados Unidos, se están estudiando los mecanismos que expliquen la capacidad de prevención y reversión de la disbiosis oral que se han observado con el uso de una composición de desarrollo español para el cuidado del microbioma oral.

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Este nuevo enfoque de higiene oral que respeta el cuidado del microbioma oral, tan potente para promover y proteger nuestra salud y, por otro lado, tan frágil, es consecuencia de la búsqueda constante de prevenir las enfermedades orales y generales que los dentistas y sus colegios profesionales promueven cada vez con más éxito.

Cuidar el estilo de vida, nuestra dieta, nuestro sueño, nuestro ocio, cuidar nuestra salud oral visitando al menos dos veces al año a nuestro dentista y elegir un producto de higiene oral que concilie la higiene oral y respete el microbioma es hoy una forma eficaz de favorecer no solo nuestra salud oral, sino también nuestra salud general. Nunca fue más fácil.

La doctora Verónica Rubio es odontóloga especialista en Periodoncia por la Universidad de Santiago de Compostela y tiene un máster en Salud Pública por la Universidad de Sevilla.