Menú
La historia de Óscar Prieto: así ha ganado la batalla contra dos tumores cerebrales
  1. Bienestar
Poco frecuentes pero muy mortales

La historia de Óscar Prieto: así ha ganado la batalla contra dos tumores cerebrales

Tiene 45 años y fundó en 2010 la primera asociación para afectados en España. Relata el duro trayecto hacia la recuperación de esta neoplasia que produce 3.500 nuevos casos al año. Analizamos con un experto los últimos avances

Foto: Óscar Prieto. (Foto cedida a El Confidencial)
Óscar Prieto. (Foto cedida a El Confidencial)

La mayoría de los españoles recuerda los acontecimientos producidos el 5 octubre de 2008 cuando Severiano Ballesteros se mareó y perdió la consciencia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. En ese momento comenzó el torneo más difícil del exgolfista. Diagnóstico: tumor cerebral. Pasó cuatro veces por quirófano en el Hospital Universitario La Paz, pero perdió la batalla a los 54 años, el 7 de mayo de 2011.

El mismo año que el conocido también como Seve traspasaba las puertas del quirófano por primera vez, lo hacía Óscar Prieto Martínez (45 años), casado y padre de dos hijos. Tenía entonces 29 años cuando fue intervenido de dos tumores cerebrales.

Foto: Dr. Marc García, Dra. Marta Alonso, Dra. Sonia Tejada y Dr. Jaime Gállego. (CUN)

Empecé con dolores en las cervicales, suponía que era debido a la tensión del trabajo y que pasaba muchas horas delante del ordenador. Me realizaron una radiografía y el especialista me recomendó que me hiciera una resonancia magnética ya que algo extraño salía en la radiografía, pero no podía precisar. Hasta que tuve la cita para hacerme la resonancia magnética, los dolores de cabeza se incrementaron hasta un punto que jamás imaginé. Necesitaba tumbarme en una habitación completamente a oscuras y la simple respiración o el latido del corazón eran insoportables, parecía que me fuese a explotar el cerebro, Imagino que la presión arterial en ese momento era muy elevada para mi cráneo; realmente fue algo muy doloroso y difícil de explicar: o lo vives o no imaginas la magnitud”, comenta.

"Acaba de fundar recientemente mi propio despacho. El golpe fue tremendo. Piensas en lo que has visto en las películas y en que en ellas todo acaba mal. Te pones a buscar información en internet y todo es tremendo"

Tras realizarse la resonancia magnética e ir a la cita con la neurocirujana, llegó el mazazo. "En una de las imágenes de la resonancia magnética se identificaban dos bolitas blancas (dos tumores) en el cerebelo. Las palabras del especialista fueron: 'Te ingresamos mañana y en dos días te operamos'. Acababa de fundar recientemente mi propio despacho. El golpe fue tremendo. Prácticamente no tienes conocimientos, piensas en lo que has visto en las películas y en que en ellas todo acaba mal. Te pones a buscar información en internet y aún es peor, todo es tremendo. Me negaba a mí mismo que me estuviera pasando, a aceptar la realidad, pero luego al ver que me podían intervenir, mantuve la esperanza”, comenta.

Óscar pasó por una compleja intervención de 7 horas, 3 días en UCI y un mes en el hospital, posteriormente comenzó durante 8 meses con sesiones de quimioterapia y radioterapia. “Recuerdo momentos durante la quimio y la radio que no se los deseo a nadie, aunque afortunadamente me podían tratar y esa era una gran esperanza a la que siempre me agarré”, agrega.

Tras terminar las sesiones e ir a una de las revisiones en el hospital ideó la posibilidad de crear la primera Asociación Española de Afectados por Tumores Cerebrales (ASATE), que se inscribió en el Registro Nacional de Asociaciones dependiente del Ministerio del Interior el 7 de octubre de 2010.

Los 'mil rostros' del cáncer cerebral

“Nuestro objetivo no es recaudar dinero, sino ayudar a los pacientes y a sus familiares que no están preparados para la situación que tienen que afrontar. Cada paciente y caso es distinto, pero tratamos de personalizar la atención lo máximo posible. De forma general, los pacientes siempre necesitan algunos de los servicios que ofrece la asociación, atención psicooncológica a ellos y los familiares, informamos sobre los centros de referencia para el tratamiento. Tenemos acuerdos con centros de rehabilitación especializados en daño cerebral, fisioterapia, logopedia, asesoramos para realizar los trámites sobre las discapacidades e incapacidades ante la Administración. Los acompañamos en el camino”, apunta el presidente de la entidad.

“Me gustaría destacar que la investigación es fundamental para mejorar los tratamientos y las expectativas de los pacientes. Soy consciente de que es mucho más complejo que otras patologías asociadas al cáncer, al estar rodeado el cerebro de una gran defensa de nuestro cuerpo, la barrera hematoencefálica, que dificulta mucho el acceso de los fármacos. Aunque todos los casos son muy difíciles de afrontar, personalmente el caso en niños menores de cinco años es complejísimo de gestionar. Los tumores cerebrales son la segunda causa de fallecimiento en menores de cinco años y eso, sinceramente, es imprescindible cambiarlo lo antes posible y la investigación es el único camino. Trabajamos para realizar un proyecto de investigación, aún nos queda un camino por recorrer, aunque cada día estamos más cerca", apostilla.

placeholder Dra. Virginia Martínez Marín. (Foto cedida a El Confidencial)
Dra. Virginia Martínez Marín. (Foto cedida a El Confidencial)

En declaraciones a El Confidencial, la Dra. Virginia Martínez Marín, médico adjunta responsable de tumores cerebrales, sarcomas y cáncer de mama del Hospital Universitario La Paz, apunta: “Los tumores primarios del sistema nervioso central, lo que comúnmente se conoce como tumores cerebrales, representan un 2% del total del cáncer en el adulto y hasta casi un 15% en los niños menores de 15 años; siendo por tanto en adultos una entidad poco frecuente, con una incidencia estimada en 2022 en España de casi 4.200 nuevos casos. Son más frecuentes en varones, suelen ser esporádicos y no hay factores de riesgo o causas claramente establecidas. En cuanto a la variedad histológica, los más frecuente suelen ser los meningiomas (benignos), seguidos de los gliomas (malignos). Dentro de los gliomas, el más frecuente es el glioblastoma multiforme (3,2 casos/100.000 hab/año)”.

"Los tumores primarios del sistema nervioso central (los cerebrales) representan un 2% del total del cáncer en el adulto y hasta casi un 15% en los niños menores de 15 años"

El cáncer cerebral tiene muchos rostros. “El mío era meduloblastoma”, desvela Óscar Prieto. Solo el 20% de los pacientes diagnosticados con este tipo de cáncer cerebral son adultos. El de Severiano Ballesteros era un oligoastrocitoma, que es un glioma mixto.

Recuerda la especialista que los gliomas de alto grado son tumores muy agresivos con altas posibilidades de recidiva y con un pronóstico que empeora según edad y grado histológico. Así, “en el caso del glioblastoma multiforme, la media de supervivencia global es muy baja, en torno a los 9-16 meses con una supervivencia a 5 años de aproximadamente solo el 3%. Y esta situación no ha mejorado en los últimos años pese a los intentos de buscar nuevos tratamientos. En España fallecieron en 2020 por tumores malignos del sistema nervioso central 3.091 pacientes. Por tanto, sí, desgraciadamente estos son un tipo de cáncer con una mortalidad muy elevada y donde es difícil ofrecer una curación a los pacientes”.

Foto: El doctor Meneu, junto a su paciente Enrique Baraza. (Jorge Álvaro)
TE PUEDE INTERESAR
Enrique Baraza: el hombre que sí venció al cáncer de páncreas
Patricia Matey Fotos: Jorge Álvaro Manzano

Las múltiples caras de los tumores cerebrales, que no suelen dar síntomas hasta que está muy extendido, y que se trata de un órgano de difícil acceso protegido tras la barrera hematoencefálica han comprometido y comprometen el pronóstico de la enfermedad. Se suma a ello, como destaca la especialista, que “la detección precoz en este tipo de tumores es inexistente, no se ha evolucionado de ninguna manera, al ser un tipo de tumor raro por infrecuente, no existen campañas de screening como con otros muy prevalentes como el cáncer de mama o de colon, y salvo que aparezcan síntomas no se realiza ninguna técnica diagnóstica”.

"Su detección precoz es casi inexistente, no se ha evolucionado de ninguna manera, al ser un tipo de tumor raro por infrecuente, no existen campañas de screening como con otros muy prevalentes como de mama o de colon"

Todo este aglomerado hace que la ciencia lleve años intentando ponerle freno a la enfermedad, pero las victorias se cuentan con cuentagotas. “Por desgracia, desde 2005 no ha habido grandes avances en el tratamiento médico de los gliomas de alto grado, y en concreto del glioblastoma, siendo la temozolomida el fármaco de elección en el tratamiento sistémico de astrocitomas anaplásicos y glioblastomas. El uso de terapias dirigidas y de la inmunoterapia no ha conseguido los resultados esperados, a excepción del bevacizumab, un anticuerpo monoclonal antiangiogénico que es especialmente eficaz en combinación con quimioterapia y cuyo uso se hace principalmente en la recurrencia”, recuerda la experta de La Paz.

Los nuevos avances

Pero no todo son malas noticias. “Los resultados más prometedores hasta la fecha han sido con un novedoso abordaje para estos gliomas de alto grado, la terapia de campo de tumores (TTF). Se trata de un dispositivo portátil de tratamiento no invasivo que actúa inhibiendo la replicación de las células tumorales y produciendo su muerte por apoptosis. Tiene la ventaja de ser selectivo y no asociarse a toxicidad importante, habiendo demostrado un aumento de la supervivencia global (los pacientes viven más) y de la supervivencia libre de progresión (el tumor está más tiempo controlado y da menos síntomas). Actualmente se está intentando implementar esta tecnología en los hospitales para aquellos pacientes candidatos y que pueden hacer un buen cumplimiento terapéutico".

Foto: Foto: iStock.

En cuanto a la radioterapia, "se han experimentado avances en este campo buscando mejorar la eficacia y minimizar el daño en tejido sano, como son la hiperfraccionada, la estereotáxica, la braquiterapia, la intensidad modulada o la protonterapia”.

También ha evolucionado (y mucho) el abordaje quirúrgico de la enfermedad. Así lo comenta el Dr. Álvaro Gómez de la Riva, neurocirujano del Hospital La Paz: “El neuronavegador es una pieza fundamental en la planificación de la cirugía tumoral, que ha evolucionado enormemente y ahora contamos con uno de última generación. Con él se puede planificar la intervención quirúrgica para evitar áreas cerebrales elocuentes, donde su lesión significaría un daño neurológico para el paciente. Este es su uso fundamental para la cirugía tumoral, ya que el estudio se basa sobre una resonancia magnética previa del paciente”. Y señala que, prácticamente, intervienen uno o dos tumores cerebrales de media todas las semanas con este sistema.

"El neuronavegador es una pieza fundamental en la planificación de la cirugía tumoral, que ha evolucionado enormemente y ahora contamos con uno de última generación"

Relata que durante la cirugía pueden ocurrir adversidades, como edema cerebral o pérdida de líquido cefalorraquídeo, en los cuales el cerebro se modifica y la referencia del neuronavegador no es tan precisa: “En este hecho es donde entra la experiencia del neurocirujano para distinguir lo que es cerebro sano del tumor cerebral. Otros usos del neuronavegador son la toma de biopsias intracraneales a través de un trépano, la colocación de catéteres intraventriculares y en la cirugía de columna. En este campo se complementa con el O-ARM, que es un escáner intraoperatorio, con ambos se pueden intervenir pacientes de artrodesis vertebrales con imágenes en tiempo real aumentando la precisión en la colocación del material”.

placeholder Modelo de neuronavegador con tecnología para cirugía guiada por imagen, del Hospital Valdecilla. (EFE/Pedro Puente Hoyos)
Modelo de neuronavegador con tecnología para cirugía guiada por imagen, del Hospital Valdecilla. (EFE/Pedro Puente Hoyos)

Otro de los grandes avances producidos en el campo neuroquirúrgico es la endoscopia transnasal. “Anteriormente solo se intervenían adenomas hipofisarios mediante cirugía transesfenoidal a través del microscopio. Con la llegada de la neuroendoscopia no solo se mejora este aspecto consiguiendo resecciones tumorales completas con muchos menos efectos secundarios para el paciente, sino que nos permite abordar otras patologías que eran inalcanzables mediante la técnica convencional como cranofaringiomas o ciertos meningiomas de la base craneal”, documenta el experto.

La inteligencia artificial en el cáncer

La llegada de la inteligencia artificial (IA) también puede suponer un cambio de paradigma en el abordaje de los tumores cerebrales acelerando su diagnóstico, como documenta un estudio reciente publicado en Nature Medicine. Opina la Dra. Martínez Marín que la IA “ha llegado para quedarse y creo que es una herramienta de extrema utilidad en el cáncer, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento o cuidado del paciente. Sus aplicaciones son muchas y en tumores poco frecuentes como los cerebrales resulta de vital importancia. Aún tenemos que formarnos más en la materia y ver cómo la podemos poner al servicio del paciente, pero sin duda en los próximos años las neoplasias y ella se entenderán como dos piezas unidas del mismo puzle”.

"Aún tenemos que formarnos más en IA y ver cómo la podemos poner al servicio del paciente, pero sin duda en los próximos años las neoplasias y ella se entenderán como dos piezas unidas del mismo puzle"

Pero en toda carrera, y tras pasar la recta final, toca la recuperación. “Perdí 18 kilos, no podía hablar ni comer tras el tratamiento. Básicamente era un vegetal. Con la rehabilitación poco a poco fui mejorando. Todavía sigo con ella, aunque de forma menos frecuente”, rememora el presidente de ASATE.

Foto: Encarnación Priego, paciente de cáncer de mama. (Foto cedida a El Confidencial)

Y es que el principal problema al que se puede enfrentar el paciente tras la intervención es la posibilidad de algún tipo de déficit neurológico, ya sean problemas de movilidad o del lenguaje. “En principio, la cirugía se plantea para minimizar estos riesgos, ya que actualmente no es concebible exponer al paciente a una alteración del lenguaje por extirpar medio centímetro de tumor, además de usar los medios técnicos disponibles para hacer la intervención más segura, como el neuronavegador, el mapeo cerebral o la cirugía en el paciente despierto. Aun así, se pueden producir complicaciones, hemorragias en el posoperatorio, edema cerebral, circunstancias que pueden producir un déficit al paciente. En estos casos, la rehabilitación es fundamental y abarca múltiples aspectos como la rehabilitación motora o del habla según la clínica del paciente”, documenta la doctora de La Paz.

Mientras Carlos continúa su labor de apoyo a los pacientes, los investigadores buscan nuevas herramientas. “Tener ensayos fase III a disposición del paciente en tumores poco frecuentes como estos es complicado, pero en todos los grandes hospitales de España tenemos ensayos fase I que pueden resultar útiles para algunos de estos pacientes. Además, desde el grupo español de investigación en neurooncología (GEINO) se está haciendo un esfuerzo admirable por arrancar iniciativas de investigación muy interesantes y ofrecer a los pacientes diferentes ensayos, de tal forma que existe una red para poder remitir a los pacientes a aquellos centros donde esté el ensayo que pueda resultarles de interés, independientemente de que los tengamos en nuestros propios hospitales o no”, comunica la experta.

La mayoría de los españoles recuerda los acontecimientos producidos el 5 octubre de 2008 cuando Severiano Ballesteros se mareó y perdió la consciencia en el aeropuerto de Madrid-Barajas. En ese momento comenzó el torneo más difícil del exgolfista. Diagnóstico: tumor cerebral. Pasó cuatro veces por quirófano en el Hospital Universitario La Paz, pero perdió la batalla a los 54 años, el 7 de mayo de 2011.

Cáncer Salud
El redactor recomienda