Vinculan los ataques de asma en niños a contaminantes específicos de las ciudades
Los niveles moderados de dos contaminantes del aire exterior, el ozono y las partículas finas, están asociados con ataques de asma no virales en niños y adolescentes urbanos, sugiere una nueva investigación
A lo largo de los años, la prevalencia del asma ha aumentado en el mundo. Muchas fuentes han relacionado estas tasas crecientes con la contaminación del aire, que puede desencadenar la aparición de la afección y exacerbar los trastornos respiratorios existentes.
Ahora, un estudio observacional financiado por los Institutos Nacionales de Salud ha identificado dos contaminantes del aire específicos que causan ataques de asma en los niños que viven en las ciudades. Los investigadores informan que los niveles moderados de ozono y partículas finas están relacionados con los ataques de asma entre los adolescentes que viven en áreas urbanas, sobre todo las de bajos ingresos.
Ataques de asma no desencadenados por virus respiratorios
Los expertos realizaron un análisis retrospectivo utilizando datos del estudio Mecanismos subyacentes a las exacerbaciones del asma prevenidas y persistentes con terapia basada en el sistema inmunitario: Parte 1 (MUPPITS1). Este estudio siguió a 208 niños que vivían en las principales áreas urbanas entre 2015 y 2017. Además, los investigadores analizaron datos de Inner-City Anti-IgE Therapy for Asthma (ICATA), que analizó a 419 niños entre 2006 y 2009.
Estudiaron los cambios en la fisiología de las vías respiratorias y los niveles de expresión génica durante episodios intensos de asma. La investigación se llevó a cabo prospectivamente en niños con hasta dos infecciones respiratorias o durante unos seis meses. Los episodios de asma se clasificaron como virales o no virales y tomando como punto de partida los valores del índice de calidad del aire de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) y los niveles de contaminantes atmosféricos particulares.
Cambios moleculares
"Los valores elevados del índice de calidad del aire, impulsados predominantemente por concentraciones elevadas de PM2.5 y O₃, se asociaron significativamente con exacerbaciones del asma y disminuciones en la función pulmonar que ocurrieron en ausencia de un factor viral provocador de la infección", apuntan los expertos en su estudio publicado en la revista The Lancet Planetary Health.
Aparte de detectar ozono y partículas asociadas con los ataques de asma, identificaron asociaciones entre la exposición a estos dos contaminantes y los cambios moleculares en las vías respiratorias de los niños durante los ataques de asma no viral, lo que sugiere mecanismos potenciales para esos ataques; esto es, los cambios moleculares posiblemente podrían ser la causa subyacente de las exacerbaciones.
"La fuerte asociación que demuestra este estudio entre los contaminantes del aire específicos entre los niños de las comunidades urbanas empobrecidas y los ataques de asma no viral aumenta aún más la evidencia de que la reducción de la contaminación del aire mejoraría la salud humana", dijo Hugh Auchincloss, director interino del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID) y coautor del trabajo.
Contaminantes del aire más comunes
Los contaminantes del aire pueden provenir de fuentes naturales, como incendios forestales y erupciones volcánicas, o de actividades humanas, como la quema de combustibles fósiles y procesos industriales, y los más comunes incluyen:
"Este estudio es uno de los primeros en vincular los niveles elevados de contaminantes específicos del aire exterior con cambios en las vías respiratorias durante los ataques de asma"
Partículas (PM): diminutas partículas suspendidas en el aire, como polvo, suciedad y humo. Estas partículas se pueden inhalar y pueden causar problemas respiratorios y cardiovasculares.
Ozono (O3): un gas que se forma en la atmósfera cuando otros contaminantes, como los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos orgánicos volátiles (COV), reaccionan en presencia de la luz solar. El ozono puede dañar los pulmones y agravar el asma y otras afecciones respiratorias.
Monóxido de carbono (CO): un gas incoloro e inodoro producido por la quema incompleta de combustibles fósiles. Puede reducir la cantidad de oxígeno que el cuerpo puede absorber, lo que provoca dolores de cabeza y otros síntomas.
Dióxido de azufre (SO2) y óxidos de nitrógeno (NOx): estos gases son producidos por la quema de combustibles fósiles y pueden contribuir a la formación de partículas y ozono. También pueden causar problemas respiratorios y lluvia ácida.
Plomo: un metal pesado tóxico que puede dañar el sistema nervioso y causar problemas de desarrollo en los niños.
A lo largo de los años, la prevalencia del asma ha aumentado en el mundo. Muchas fuentes han relacionado estas tasas crecientes con la contaminación del aire, que puede desencadenar la aparición de la afección y exacerbar los trastornos respiratorios existentes.