Estos son los cambios en el cerebro después de apenas 18 días de abstinencia

Los trastornos por uso de sustancias, o adicciones a ellas, se caracterizan por problemas en el control del uso de drogas, interferencia con otras actividades significativas y uso persistente a pesar de las crecientes consecuencias negativas. Las drogas psicoactivas, incluidos el alcohol, el cannabis, los estimulantes y los opioides, tienen un fuerte impacto en la función cerebral y las consecuencias relacionadas con el pensamiento, las emociones y el comportamiento; y, por lo tanto, el funcionamiento social y laboral. Las adicciones a sustancias están asociadas con daños médicos y psicosociales reseñables y contribuyen de manera importante a la carga mundial de enfermedades. Pero olvidarse de estas sustancias no es un asunto sencillo.

Respecto al alcohol, por ejemplo, dejar de beber no siempre es fácil, especialmente si se ha abusado de él durante años. Sin embargo, tomar las medidas necesarias para dejar de consumirlo tiene muchos beneficios, tanto mentales como físicos. Esta lucha puede conducir a una variedad de problemas en las funciones cognitivas, que incluyen deficiencias en el funcionamiento ejecutivo, pérdida de memoria, problemas de atención y más. Se han realizado estudios recientes que muestran que algunas funciones cognitivas pueden mejorar cuando se elimina el abuso de alcohol de la vida de una persona. Pero ¿cuánto tiempo ha de pasar para que uno vea mejoras en las funciones cognitivas?

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Ahora, un nuevo estudio aparece como una ventana de esperanza para los alcohólicos severos al mostrar que la mayoría de los que logran estar sobrios tienen mejoras cognitivas significativas tan solo después de unas semanas tras haber dejado de beber alcohol.

Durante el estudio, los investigadores examinaron a 32 personas que tenían trastornos graves de adicción (24 de ellos eran hombres) y abuso de sustancias junto con 32 personas no adictas que servirían como sujetos de control en el experimento. El grupo de personas que estaba formado por individuos que padecían trastornos por el alcohol estuvo ingresado en un programa de consumo de sustancias en un hospital de Francia entre 2018 y 2019. Los sujetos fueron especialmente seleccionados y no podían participar si tenían ciertos problemas de salud (como traumatismo craneoencefálico, accidente cerebrovascular, epilepsia, etc), consumieron otras sustancias, tuvieron otros diagnósticos psiquiátricos o tomaron otro tipo de componentes de naturaleza adictiva.

Los participantes del estudio pasaron por un programa de desintoxicación que incluía talleres de tratamiento con una duración dispar. Los otros 32 sujetos de control se tomaron de una base de datos sin antecedentes de ningún trastorno, ya sea neurológico, mental u otras enfermedades. Los 64 voluntarios (alcohólicos y pacientes sanos) tuvieron que someterse a medidas sociodemográficas y otras evaluaciones.

Los resultados

Los investigadores los examinaron cuando dejaron de consumir alcohol a los 8 días y luego a los 18 días. Los participantes con problemas severos con el alcohol recibieron ayuda mediante un programa de desintoxicación y un tratamiento oral con tiamina. Cada participante estuvo sujeto a la evaluación breve del deterioro neuropsicológico relacionado con el alcohol (BEARNI), que determina el estado cognitivo de un alcohólico y se considera entre el estándar de oro de las pruebas.

"El consumo excesivo de alcohol puede provocar capilares rotos en la cara y la nariz, piel seca por deshidratación, inflamación, ictericia, reducción de los niveles de colágeno o incluso psoriasis... Y esto solo relacionado con nuestra cara"

Los déficits en la cognición, como la pérdida de la memoria y la atención, mejoraron en el 63 por ciento de la muestra del estudio después de solo 18 días de sobriedad, lo que demuestra que es posible una mejora notable en realmente muy poco tiempo. También hubo algunas tasas de recuperación increíbles y prometedoras en las áreas de la memoria (episódica y de trabajo). E incluso se registró un rendimiento de flexibilidad del 100%.

Si bien una de las limitaciones de este positivo estudio es el tamaño de la muestra, apunta en una dirección que marca que son necesarios estudios adicionales para seguir profundizando en este campo y confirmar con mayor certeza estas conclusiones.

Es posible que los bebedores más moderados no experimenten los mismos cambios extremos, pero sigue siendo una ventana de esperanza a lo profundo que puede ser el cambio incluso con un breve periodo de tiempo sin tomar alcohol. El estudio demuestra que hay esperanza en la recuperación de la adicción, más pronto de lo esperado y posiblemente de forma más poderosa y efectiva de lo que se pensaba anteriormente.