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Qué es la hipersomnia: tus ganas de dormir durante el día podrían tener una explicación
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SOMNOLENCIA DIURNA

Qué es la hipersomnia: tus ganas de dormir durante el día podrían tener una explicación

Sentir mucho sueño durante el día o desear dormir más tiempo de noche puede ser más serio de lo que aparenta. La hipersomnia podría favorecer patologías más graves

Foto: Foto: iStock.
Foto: iStock.

Ir dando cabezazos a todas horas o quedarse dormido a la primera de cambio no es algo que se deba pasar por alto. Conciliar el sueño durante el día en situaciones en las que la mayoría de las personas no lo haría es parte de un cuadro de síntomas que describen lo que se conoce como hipersomnia. Se trata del trastorno del sueño con mayor prevalencia tras el insomnio y la apnea, que afecta a un 6% de la población, según expertos de la Cátedra del Sueño del Universidad de Granada Grupo Lo Monaco.

La hipersomnia es un trastorno del sueño que afecta en torno al 6% de la población

Además, "es frecuente que esta patología se asocie a enfermedades respiratorias como el síndrome de apnea del sueño y a patologías como la insuficiencia respiratoria con retención de dióxido de carbono, o patologías del sistema endocrino como la hipofunción tiroidea o insuficiencia de las glándulas suprarrenales, enfermedades renales o hepáticas que produzcan daño cerebral difuso, enfermedades neurológicas como el alzhéimer o la demencia, anemia, problemas cardiacos, trastornos psiquiátricos como la depresión e incluso tumores que provoquen un hipometabolismo", enumera la doctora Sonia Montilla, neurofisióloga del Hospital Universitario Sanitas La Moraleja, quien añade "todas las patologías que provoquen un sueño de mala calidad como pueden ser los cuadros asociados a dolor crónico o a enuresis nocturna".

Alterar los ciclos circadianos tiene consecuencias

La experta distingue entre hipersomnia primaria y secundaria: "La primera se debe a alteraciones en el ritmo vigilia-sueño que se da en la narcolepsia; y la segunda, a diversas enfermedades o a la ingesta o abstinencia de fármacos".

Una de las causas más frecuentes que explican este trastorno tiene su origen en las interferencias en el ciclo circadiano, "motivado por los trabajos a turnos y en personas que tienen que realizar viajes transoceánicos (el denominado jet lag)", apunta la experta, quien considera que "dormir en unas condiciones inadecuadas de luz, con una temperatura incómoda en la cama y envueltos en un ruido ambiental favorecen la aparición de un sueño no reparador y, en consecuencia, de la hipersomnia durante el día".

placeholder El 'jet lag' que producen los viajes transoceánicos favorece la hipersomnia. (iStock)
El 'jet lag' que producen los viajes transoceánicos favorece la hipersomnia. (iStock)

La clave, por tanto, parece estar en la calidad del sueño. Tal y como explica Montilla, "todas aquellas personas que tengan un sueño nocturno de mala calidad con diferentes circunstancias, incluidos los malos hábitos en cuanto a la higiene del sueño, tienen más posibilidad de sufrir hipersomnia diurna". Por otro lado, la experta recalca que los adolescentes configuran un colectivo especialmente proclive a sufrir este problema, debido, entre otras razones, a los malos hábitos de sueño que practican.

De somnolencia a obesidad o la aparición de tumores

Cefalea, cansancio, dificultad de concentración, pérdida de apetito, ansiedad, mal rendimiento escolar y laboral son solo algunos de los síntomas que describe cualquier persona afectada por esta dolencia. Sensaciones que, en función de su intensidad y frecuencia, podrían llegar a "influir de forma notoria en su calidad de vida dificultando la realización de las actividades habituales e interfiriendo en las mismas con la asociación de accidentes laborales o de tráfico", advierte la doctora, quien aconseja acudir al especialista en el momento en que se detecten los primeros indicios.

Foto: ¿Quieres acabar con el insomnio? Introduce esta práctica 90 minutos antes de acostarte (iStock)

La cuestión es que ahí no queda la cosa. Y es que los pacientes que sufren hipersomnia asociada a sueño nocturno de mala calidad "tienen más predisposición a sufrir enfermedades metabólicas como diabetes y obesidad, patologías cardiacas, como la insuficiencia y el infarto, además de accidentes cerebrovasculares, problemas dermatológicos como la alopecia, oculares como el cuadro de párpado flácido e incluso déficits nutricionales e inmunológicos que provoquen la mayor predisposición a padecer tumores".

Un problema puntual que podría cronificarse

La mejor manera de poner remedio a esta patología y evitar que se perpetúe es tener en cuenta los factores predisponentes y, sobre todo, seguir unas normas de higiene del sueño. La experta enumera algunas de las más efectivas:

placeholder Hacer ejercicio moderado unas horas antes de dormir favorece el descanso. (iStock)
Hacer ejercicio moderado unas horas antes de dormir favorece el descanso. (iStock)
  • No tomar sustancias excitantes como café, té, alcohol, tabaco, etc, especialmente durante la tarde o al final del día.
  • Tomar una cena ligera y esperar una o dos horas para acostarse. No irse a la cama con sensación de hambre. Se puede tomar un vaso de leche caliente (sin chocolate) o una infusión (sin teína) para favorecer la relajación antes de ir a dormir.
  • Realizar ejercicio físico, pero evitar hacerlo a última hora del día, ya que activa el organismo.
  • Evitar siestas prolongadas (no más de 20-30 minutos) y nunca por la tarde-noche.
  • Si se está tomando medicación, hay que tener en cuenta que algunos fármacos pueden producir insomnio.
  • Mantener horarios de sueño regulares, acostándose y levantándose siempre a la misma hora. Si no se consigue conciliar el sueño en unos 15 minutos, salir de la cama y relajarse en otro lugar para volver cuando aparezca el sueño.
  • Evitar la exposición a luz brillante a última hora de la tarde y por la noche si existen problemas para conciliar el sueño.
  • No realizar tareas que impliquen actividad mental (leer, ver la televisión, usar ordenador, etc) en la cama.
  • Mantener un ambiente adecuado favorecedor y mantenedor del sueño. Se debe procurar tener una temperatura adecuada, evitar ruidos, usar colores relajantes, una cama confortable, etc.
  • Evitar los ambientes no familiares o no habituales a la hora de dormir.
  • Si es necesario, se puede realizar un ritual antes de acostarse que incluya conductas relajantes como escuchar música tranquila, lavarse los dientes, una ducha templada, etc.
Foto: Fuente: iStock.

Además de estas recomendaciones, "para los casos concretos y provocados por patologías específicas existen unos fármacos que pueden ayudar a que se solucione", apunta Montilla. Su prescripción dependerá fundamentalmente de su gravedad, que "será diagnosticada en una unidad de sueño", apostilla.

Ir dando cabezazos a todas horas o quedarse dormido a la primera de cambio no es algo que se deba pasar por alto. Conciliar el sueño durante el día en situaciones en las que la mayoría de las personas no lo haría es parte de un cuadro de síntomas que describen lo que se conoce como hipersomnia. Se trata del trastorno del sueño con mayor prevalencia tras el insomnio y la apnea, que afecta a un 6% de la población, según expertos de la Cátedra del Sueño del Universidad de Granada Grupo Lo Monaco.

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