Menú
Ni piel fina ni cara dura: explicaciones de una elección incomprendida
  1. Bienestar
Examen MIR

Ni piel fina ni cara dura: explicaciones de una elección incomprendida

Neurocirujano o cardiólogo son especialidades médicas de gran prestigio y a las que, supuestamente, deberían aspirar los mejores. La número 1 del examen MIR de este año ha expresado su deseo de ser dermatóloga y le han llovido las críticas

Foto: Aspirantes a MIR antes de hacer el examen el pasado 21 de enero, en la UCM. (EFE/Xoan Rey)
Aspirantes a MIR antes de hacer el examen el pasado 21 de enero, en la UCM. (EFE/Xoan Rey)

Cada año en febrero surge la misma polémica ocasionada por que uno de los primeros puestos del MIR elige la dermatología como especialidad. Este año ha sido mayor que otros años debido a la bisoña declaración de la médico que ha conseguido el primer puesto de este examen: “Voy a escoger dermatología para ser feliz y no quemarme”. Este simple reconocimiento de que se elige un trabajo que le permita a uno ser feliz es perfectamente lícito y aceptable en cualquier profesión, excepto en la medicina.

En primer lugar, lo que dice la médico criticada se basa en datos objetivos. En diferentes estudios que analizan la calidad de vida de los médicos, los dermatólogos suelen aparecer entre los más felices, los que más veces repetirían su especialidad y los que sufren menos desgaste en su profesión.

Foto: El examen mir de este año, 12.668 médicos para 8.550 plazas

Estas declaraciones de la número uno del MIR de este año han provocado numerosas críticas. Entre ellas, los artículos de opinión de los periodistas Berta González de Vega y Salvador Sostres, publicados en el diario ABC, que critican las declaraciones de la mejor calificada en el MIR de este año basándose esencialmente en dos argumentos. El primer argumento se basa en la idea de que elegir ser dermatólogo sería una suerte de “desperdicio de talento” en comparación con otras especialidades socialmente más prestigiosas o reconocidas, como por ejemplo la cirugía cardiaca. El segundo argumento consiste en defender que un médico no debería escoger su especialidad pensando en su propia felicidad.

¿De verdad es desperdicio de talento?

En relación con el primer argumento de esos críticos: ¿es peor ser dermatóloga que cardióloga, neuróloga o cirujana cardiaca? ¿Es cierto que sea un “desperdicio de talento”? En primer lugar, es discutible que el puesto que se consigue en la prueba del MIR determine qué estudiantes tienen más talento o son mejores, dado que es un examen tipo test en el que la diferencia entre el número uno y el número 200 puede ser un error en una sola pregunta. En segundo lugar, no hay ningún motivo científico ni objetivo para considerar a la dermatología como una especialidad a la que deba dedicarse menos talento, o que merezca menos reconocimiento social que otras.

placeholder Una dermatóloga examina los lunares a un paciente. (iStock)
Una dermatóloga examina los lunares a un paciente. (iStock)

Al contrario, la dermatología es una de las especialidades que más demandan los pacientes. Las patologías inflamatorias como la psoriasis o la dermatitis atópica generan una gran parte de sus consultas, y estas enfermedades generan una importante afectación de la esfera psicosocial de los pacientes.

Otras afecciones, como las enfermedades infecciosas y contagiosas, son indiscutiblemente relevantes para la salud pública. De hecho, en el contexto reciente del nuevo coronavirus, fue precisamente un estudio elaborado por dermatólogos españoles el primero y más importante que describió la interacción entre la covid y la piel en un tiempo récord. También eran dermatólogos los médicos que identificaron la reciente epidemia de viruela del mono (monkeypox). O en el ámbito de las patologías tumorales, ya que se calcula que el 40% de la población tendrá cáncer de piel a lo largo de su vida. A lo anterior habría que sumar la incidencia de otras enfermedades autoinmunes, pediátricas o estéticas. En este sentido, recomiendo la charla TED del Dr. Ricardo Ruiz Rodríguez donde explica por qué se hizo dermatólogo.

Conciliar vida profesional y familiar

En cuanto al segundo argumento, considero muy discutible la idea de que no sea aceptable que los médicos puedan escoger su futuro profesional en función de sus preferencias y que deba exigírseles que lo hagan en función de lo que es “más sacrificado” o supuestamente “mejor para la sociedad”. Si los médicos que tienen la oportunidad de elegir primero la especialidad escogen una que les permite “vivir mejor”, la cuestión que habría que debatir es precisamente por qué en otras especialidades “se vive peor” y encontrar alguna solución para que no sea así.

"Lo que habrá que criticar es que en otras especialidades los médicos se desgasten tanto, no tengan buenas condiciones laborales o no puedan conciliar su profesión con su vida familiar o de ocio"

No creo que sea buena idea atacar a la dermatología porque permita a sus profesionales conciliar mejor la vida familiar y la profesional o sentirse menos “quemados” y más contentos con su trabajo. Lo que habrá que criticar es que en otras especialidades los médicos se desgasten tanto, no tengan buenas condiciones laborales o no puedan conciliar su profesión con su vida familiar o de ocio. Eso es lo que habría que cambiar, y no que los buenos estudiantes elijan dermatología.

Por poner un ejemplo, la realidad es que, en España, las sociedades científicas que representan a los neurocirujanos y los cirujanos cardiacos han pedido no formar tantos médicos residentes, ya que su destino es el paro o la emigración. Eso es lo que habría que cambiar, y así habría más números uno del MIR que se decantarían por escoger estas especialidades. ¿O es que hay que exigir a los nuevos médicos que elijan un futuro profesional incierto o directamente precario?

Repetir la elección

Lo cierto es que la dermatología es un trabajo muy atractivo para los médicos en España, y por ello muchos la escogemos, y la volveríamos a escoger, y esto es lo que habría que desear para el resto de especialidades.

Creo que todo paciente preferirá que le atienda un médico que se siente justamente remunerado y, en definitiva, bien considerado, y que está a gusto con su puesto de trabajo, que uno que no lo está. Por tanto, en vez de minusvalorar a unas especialidades en favor de otras o criticar a un médico que reconoce que el nivel de calidad de vida que tendrá en el futuro es uno de los factores que influyen en su elección de especialidad, lo que habrá que aspirar es a que todas las especialidades puedan gozar de una calidad de vida acorde con el esfuerzo que exige la profesión.

Dr. Pedro Rodríguez. Dermatólogo, especialista en oncología y cirugía dermatológica. Coordinador de la Unidad de Melanoma y Cáncer de Piel. 

Hospital Ruber Internacional

Cada año en febrero surge la misma polémica ocasionada por que uno de los primeros puestos del MIR elige la dermatología como especialidad. Este año ha sido mayor que otros años debido a la bisoña declaración de la médico que ha conseguido el primer puesto de este examen: “Voy a escoger dermatología para ser feliz y no quemarme”. Este simple reconocimiento de que se elige un trabajo que le permita a uno ser feliz es perfectamente lícito y aceptable en cualquier profesión, excepto en la medicina.

Salud
El redactor recomienda