¿El estrés puede llegar a ser contagioso? Esto dice la ciencia

El estrés es algo que la mayoría de las personas experimenta en algún momento de su vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el estrés se puede definir como cualquier tipo de cambio que cause tensión física, emocional o psicológica y son muchas las razones por las que este puede aparecer, desde comenzar un trabajo a tener un hijo, pero ¿es posible que el estrés sea contagioso?

En 2014, un artículo publicado en la revista Psychoneuroendocrinology, dio por sentado que sí, que el estrés se podía transmitirse entre personas. Los autores llegaron a la conclusión de que el simple hecho de ver a otra persona en una situación estresante puede hacer que nuestro propio cuerpo libere cortisol, una hormona involucrada en la respuesta al estrés. El denominado como “estrés empático” suele ser más frecuente cuando se ve a un ser querido o a un amigo cercano angustiado, pero también cuando se ve sufrir a un extraño, según revelaron.

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Sarah Romero

Esto sería posible porque las emociones pueden “contagiarse” de una persona a otra a través de “neuronas espejo”, según un artículo publicado en la revista Current Biology en 2013. Se trata de unas células cerebrales que se activan al ver a alguien realizar una acción en particular, por ejemplo, un bostezo, y desencadenan una respuesta que fomenta la reciprocidad. Esto significa que, si una persona ve a alguien estresado, es posible que, sin querer, adopte su estado mental.

Un acto subconsciente, pero evitable

Esta transferencia de emociones, especialmente las negativas, es un acto subconsciente y no es una experiencia únicamente humana, ya que los animales también son capaces de percibir las emociones de miembros de su especie. “Es como una forma no verbal de comunicar el peligro y el miedo”, asegura Tara Perrot, profesora de psicología y neurociencia en la Universidad de Dalhousie en Canadá.

Si bien el estrés es algo que la mayoría de las personas intenta evitar, juega un papel importante tanto para los humanos como para los animales. Sin embargo, no todo el estrés es igual. “La respuesta al estrés es enormemente beneficiosa, puesto que prepara nuestros cuerpos y cerebros para lidiar con el factor estresante en cuestión. Si un león corre hacia ti, debes generar una fuerte respuesta de estrés que libere la glucosa de las reservas, aumente la frecuencia cardíaca y disminuya las funciones no esenciales como la digestión” dijo Perrot.

Otro estudio de 2014, publicado en la revista Interpersona, encontró que el estrés puede, en algunas circunstancias, ser contagioso y concluyó que una sola persona estresada tiene la capacidad de “infectar” a toda una oficina. Entonces, la pregunta que surge es la siguiente: ¿Es posible evitar el estrés de otra persona? Según Perrot, todo es cuestión de cómo las personas abordan y evalúan una situación concreta.

El “estrés empático” es más frecuente cuando se ve a un ser querido o amigo cercano angustiado

“Cada respuesta al estrés comienza con la percepción del factor estresante”, dijo la profesora. Según los expertos, actividades como tomar aire fresco, hacer ejercicios de respiración y hacer actividades físicas pueden ayudar a superar, o al menos reducir, el impacto de apropiarse del estrés ajeno.