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El síndrome de amaro: cuando la vida de los otros ocupa la tuya
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El síndrome de amaro: cuando la vida de los otros ocupa la tuya

La exposición pública de todo tipo de sentimientos está a la orden del día. Ver las intimidades de los famosos es un 'pasatiempo', quizá no tan inocente, sino que sirve de bálsamo a nuestras vidas, como el amaro, la planta amarga para curar heridas

Foto: El futbolista Gerard Piqué acude al juzgado para firmar el acuerdo de custodia de sus hijos. (EFE/Marta Pérez)
El futbolista Gerard Piqué acude al juzgado para firmar el acuerdo de custodia de sus hijos. (EFE/Marta Pérez)

El amaro es una planta amarga que a veces se utiliza para curar ciertas heridas de la piel. Cada uno es buscador de respuestas convincentes a los grandes interrogantes. Una de las metas más importantes de la vida es llegar uno a entenderse a sí mismo en el anchuroso mar de los sentimientos. Cartografía afectiva esencial. Mapa del mundo personal que busca los mejores itinerarios para acceder a la piedra filosofal de este concepto. Mapamundi y manual de supervivencia. Aprendizaje de caminos y quebradas que hay que sortear para alcanzar la meta propuesta.

Foto: Botellón. (EFE/Mariscal)
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Las redes sociales, las revistas del corazón, los programas sensacionalistas nos ponen cada semana o cada día al corriente de lo último. La vida privada puesta sobre el tapete y analizada milimétricamente. Sus usuarios reclaman más noticias, aclaraciones, matices, antecedentes y consecuentes de la ruptura que en ese momento está en el candelero, mensajes, avisos, advertencias y, por supuesto, fotos.

Es como una avidez tonta y epidémica que no es fácil parar y que produce una dependencia semejante a las drogas. Es irracional si se mira con una lógica estricta, pero parece que es como un bebedizo, un licor engañoso que calienta la boca y le deja a uno anestesiado al traer estas aventurillas a la mente, transitando por ella como un viento de verano que mueve las hojas de nuestro calendario personal.

Exposición de sentimientos rotos

¿Por qué esta fiebre de conocer los mundos sentimentales partidos de cuajo y troceados en forma de tragedia de usar y tirar? El fenómeno es complejo y ofrece muchas vertientes. Vamos a ir penetrando en su frondosidad, buscando los motivos que justifican esta onda expansiva, que constituye un entretenimiento social que ha ido coleccionándose en forma de plaga.

placeholder Foto: iStock.
Foto: iStock.

Socialización de las rupturas conyugales y pasión por conocerlas y distraerse con ellas. Así de simple y de terrible. Las desgracias de otros sirven de comidilla de unos que no tienen otras cosas en las que pensar o que, teniéndolas, estas producen un tono liviano, ingrávido, voluble, trivial, intrascendente, que invita a entronizar la superficialidad.

El ser humano tiene dos segmentos personales: uno público y otro privado. El primero puede verse desde fuera y ofrece todo tipo de interpretaciones. Pero los hechos están patentes. El segundo es interior y remite a un estudio subterráneo, que requiere sacar a la superficie lo que ocurre dentro. Las vertientes pública y privada tienen una estrecha relación. Aquí la faceta pública es sometida a inspección y los llamados asesores de imagen venden y compran sus contenidos.

Es un doble juego: apariencia e intimidad, lujo y ruptura, dinero y dificultad para tener una familia estable. Ida y vuelta

En algunas de las entrevistas, estos personajes abren las puertas de su casa. Uno puede ver cómo es esta, cómo vive y qué cuenta de su vida privada y afectiva. Hay en eso un mecanismo de proyección por parte de los que las leen o ven. Ven la decoración, el gusto concreto de esas personas y cómo aparecen vestidas. Hay toda una puesta en escena. Todo ese lujo se compensa muy bien con la vida rota. Es un doble juego: apariencia e intimidad, lujo y ruptura, dinero y dificultad para tener una familia estable. Ida y vuelta. Esto y casi lo contrario. Mezclado según el arte de cada programa de televisión o revista.

En el espejo de los otros

Son personajes de actualidad. Que durante un cierto tiempo suenan y su vida se desplaza a otras que han ido perdiendo vigencia y que con el paso del tiempo hay que renovar el cartel de las nuevas rupturas y uniones, para que a los consumidores no les falte esa distracción. La vida humana sigue siendo la gran cuestión. Y los modos de vivir y las razones para hacerlo de un modo y no de otro. Así sabemos qué hacen ellos con su vida y la comparamos con la nuestra. Nos vemos en el espejo de los demás. Análisis comparativo. Función de cotejar travesías e historias personales.

Foto: Foto: iStock.

Como los que en ellas aparecen son de vidas socioeconómicas altas, se mezcla con ellas, se codea y llegan a ser cercanas, familiares, teniendo uno la sensación de que forman parte del entorno propio. La nota de disfrute o goce o distracción o pasatiempo baladí no debe menospreciarse. Se comprueba que “los ricos también lloran” y que tienen las mismas dificultades, fracasos, tristezas y reveses que cualquier ser humano.

Psicología y psicopatología de las noticias del corazón

Llegados a este punto del recorrido y análisis, estamos ya en condiciones de ir dando unas pinceladas para poner los principales puntos de todo esto. Y quiero hacerlo subrayando una serie de puntos del síndrome de amaro:

placeholder Portadas de diferentes revistas del corazón. (EFE)
Portadas de diferentes revistas del corazón. (EFE)

  • No es lo mismo las noticias del corazón propiamente dichas de las que utilizan la televisión y, en menor medida de importancia, la radio, las redes sociales o las revistas al uso. Las últimas tienen más vigencia y se alargan en el tiempo: durante una o dos semanas son leídas en cualquier parte. Se pueden coleccionar y ser como actualidad del momento. Por ello su tiempo de exposición es mucho mayor y uno puede detenerse en las fotos o en el pequeño texto con más parsimonia. En cambio, en la televisión el primer impacto es mayor, aunque también más pasajero. Ya en la radio, el tema baja en cantidad y calidad, aunque se saborean las noticias de otro modo.
  • Hay en esa actividad evasión y pasar el rato. Para los que no tienen mucho que hacer o carecen de inquietudes culturales, las revistas sirven para tener temas de conversación y “estar al día de lo que está pasando”. Uno puede huir de su vida adentrándose en otra, siempre que esta no sea redonda, exitosa, bien configurada y con un fondo ejemplar. Huida de uno mismo, aunque sea momentánea. Se fuga uno de sus problemas y frustraciones: se escapa y zambulle, y se ausenta con estas curiosidades frívolas de su hoy y ahora.
  • Este modo de escapar traduce un cierto vacío de intereses solos. Zafarse de los avatares cotidianos y eludir la cultura porque tiene una entrada espesa, áspera, costosa, para la que no se está entrenado. La posibilidad de cultivar alguna afición más creativa no suele ser fácil en estos sujetos, y aunque sea de refilón, lo que allí se dice y comenta se cuela en su interior y va creando un estilo, aunque se niegue su influencia y se le quite importancia a su consumo.
  • La televisión se ha vuelto un medio bastante desprestigiado y, aunque siga mirándose, interesa lo que gana audiencia: los dramas de las guerras expuestos con un realismo enorme y, en el otro extremo, el divertimento de las relaciones sentimentales rotas y rehechas y vueltas a rehacer.

Se necesitan cosas fuertes y es bueno empezar un telediario con escenas de guerra en vivo y terminar contando alguna historieta del corazón para desengrasar

  • Esa es otra observación del neuroticismo de los medios o de la pleitesía de ganar audiencia a costa de lo que sea. Del drama a lo frívolo. Se necesitan cosas fuertes y es bueno empezar un telediario con escenas de guerra en vivo y terminar contando alguna historieta del corazón para desengrasar.
  • El deseo morboso más o menos difuso, de ver y oír la parcela más triste y negativa, es lo que se esconde detrás de este comportamiento. Es una especie de regusto no confesable al contemplar las desgracias ajenas. Eso va a ser fuente de comentarios de cómo está la sociedad o de lo que está pasando en la actualidad, sin darnos cuenta de que se trata de un grupúsculo pequeño, que sirve de vehículo de comunicación y a veces de enriquecimiento económico personal. Poliedro de hechos e intenciones. Las conversaciones sobre todo esto dan lugar a versiones y relatos, que se alinean y arremolinan en torno a estas vidas. La información genera más noticias y se produce un círculo vicioso cada vez más cutre, chato y pobretón. Se borran las distancias y jerarquías en este patio de vecinos en donde todo se sabe y se comenta. Se ve la vida ajena y se pone en frente de la propia, por eso es importante que los personajes estén rotos.
  • Asistimos así a lo que se denominaría un romanticismo light, aunque con ribetes muy distintos de lo que sucedió durante el siglo XIX. Interesa todo lo sentimental, pero desgraciado, convertido en tragedia, que no ha podido funcionar bien.

El amaro es una planta amarga que a veces se utiliza para curar ciertas heridas de la piel. Cada uno es buscador de respuestas convincentes a los grandes interrogantes. Una de las metas más importantes de la vida es llegar uno a entenderse a sí mismo en el anchuroso mar de los sentimientos. Cartografía afectiva esencial. Mapa del mundo personal que busca los mejores itinerarios para acceder a la piedra filosofal de este concepto. Mapamundi y manual de supervivencia. Aprendizaje de caminos y quebradas que hay que sortear para alcanzar la meta propuesta.

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