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Guía completa del cáncer de estómago: síntomas, tratamientos, tipos, avances y cirugías
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Más de 6.000 casos en España en 2022

Guía completa del cáncer de estómago: síntomas, tratamientos, tipos, avances y cirugías

Analizamos todas las claves del 5º tumor maligno más frecuente del mundo de la mano del Dr. Javier Rodríguez, especialista del Área de Cáncer Gastrointestinal del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

El cáncer de estómago fue el 5º tumor maligno más frecuente en todo el mundo, causando 768.793 muertes, en 2020, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En España se han diagnosticado cerca de 6.913 casos nuevos durante el año 2022, 4.262 en varones y 2.651 en mujeres.

A pesar del alto número de diagnósticos que se dan en la actualidad, la incidencia está disminuyendo de manera gradual en los últimos años, según explica a El Confidencial el Dr. Javier Rodríguez, especialista del Área de Cáncer Gastrointestinal del Cancer Center Clínica Universidad de Navarra. Pero que los casos se estén reduciendo ligeramente no significa que deje de haber miles de diagnósticos cada año en nuestro país del también llamado cáncer gástrico.

De la mano del oncólogo de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) analizamos los factores de riesgo del cáncer de estómago, los tipos que hay, sus síntomas, cómo se diagnostica y los tratamientos disponibles.

Causas y factores de riesgo del cáncer de estómago

El codirector del Departamento de Oncología Médica de la CUN explica que los factores de riesgo varían en función del lugar anatómico del estómago donde se origina el tumor.

"Así, en tumores de estómago no cardiales –más frecuentes en Extremo Oriente y Latinoamérica–, un factor de riesgo es la infección por Helicobacter pylori, el uso excesivo de alcohol, un consumo alto de sal y un bajo consumo de fruta y vegetales", señala.

Foto: Representación de la H. pilori. (iStock)

Por el contrario, en tumores proximales, el riesgo está más asociado a la obesidad y al reflujo gastroesofágico. "La infección por virus de Epstein-Barr también se ha correlacionado con el incremento en la incidencia de este tumor", añade.

Asimismo apunta a que en los últimos años se ha objetivado un incremento en la incidencia de cáncer gástrico distal, no cardial, entre individuos menores de 50 años, especialmente en países de baja incidencia y que tienen una baja prevalencia de infección por Helicobacter pylori. Este incremento parece relacionado con una alteración en la microbiota presente en el estómago.

Sobre la herencia genética apunta a que "el 10% de los pacientes con cáncer gástrico han tenido un familiar también enfermo por la misma razón y hasta en un 3% se ha observado una predisposición genética. De hecho, hay varios síndromes genéticos que se asocian con incremento en el riesgo de cáncer gástrico en edades tempranas". "Entre ellos cabe destacar el síndrome de Lynch, la poliposis adenomatosa familiar, Li-Fraumeni, Peutz-Jeghers o el síndrome de adenocarcinoma gástrico y poliposis proximal del estómago. El síndrome de cáncer gástrico difuso hereditario es quizás el mejor caracterizado en este contexto. Se trata de un trastorno autosómico dominante, con una alta penetrancia, causado por mutaciones germinales en la e-cadherina y que se relaciona con una alta prevalencia de cáncer gástrico difuso y cáncer de mama lobular", desgrana.

Qué es el cáncer de estómago y qué tipos existen

El especialista en oncología digestiva señala que el cáncer de estómago más frecuente es el denominado “adenocarcinoma, ya que representa al 90-95% de los tumores que se originan en el estómago. "Mucho más infrecuentes son los tumores del estroma gastrointestinal (GISTs), los linfomas y los tumores neuroendocrinos", explica.

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Ilustración: iStock.

"Respecto al adenocarcinoma, existen varias clasificaciones histológicas y moleculares que han puesto de manifiesto la existencia de varios subtipos de adenocarcinomas en los últimos años. Una de las más características es la clasificación de Lauren, que subdivide al cáncer gástrico en intestinal, difuso y mixto con implicaciones desde el punto de vista pronóstico y terapéutico, dado que los tumores intestinales tienen en general una mayor sensibilidad a las terapias convencionales mientras que los difusos se asocian a un cierto componente de resistencia y a un mayor riesgo de recaída a nivel peritoneal", cuenta.

Por otro lado, añade que desde el punto de vista molecular hay cuatro subtipos identificados de cáncer gástrico, aunque no existe a día de hoy una clara aplicación clínica derivada esta clasificación.

¿Cuáles son los síntomas y cuándo debemos ir al médico?

El Dr. Rodríguez explica que los síntomas generales que presenta una persona con cáncer gástrico son variados y en ocasiones inespecíficos, "e incluyen náuseas o vómitos, sensación de plenitud después de las comidas, dificultad para tragar, pérdida de apetito, pérdida de peso, dolor o sensación de indigestión persistente".

En etapas más avanzadas puede manifestarse "inflamación de los ganglios o darse sensación de cansancio y fragilidad", señala.

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En caso de que estos síntomas se mantengan y empeoren a lo largo del tiempo, sin otra causa que los explique, se debe acudir al médico, "especialmente aquellos pacientes con historia previa de gastritis atrófica, individuos con historia familiar de cáncer gástrico o en casos de gastritis persistente asociada a Helicobacter pylori".

¿Cómo se diagnostica el cáncer de estómago?

El oncólogo de la CUN detalla que los métodos diagnósticos principales incluyen la realización de una analítica completa, "en la que se puede detectar anemia por deficiencia de hierro hasta en un 30% de los pacientes".

Asimismo, la endoscopia con biopsia "es crítica para la obtención de material que permita diagnóstico histológico, clasificación morfológica y análisis molecular del tumor". Este estudio endoscópico debe completarse con TAC toraco-abdominal para descartar presencia de enfermedad metastásica a distancia, ecoendoscopia digestiva alta para caracterizar el grado de infiltración de la pared gástrica y la presencia de ganglios inflamados en la zona.

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En algunos casos, es necesaria la realización de una laparoscopia diagnóstica "cuando existen dudas de la presencia de afectación peritoneal no siempre bien caracterizable mediante otras exploraciones".

"La biopsia permite, por un lado, definir el tipo de tumor de manera precisa y, por otro lado, determinar ciertos biomarcadores que pueden ser muy útiles a la hora de diseñar el tratamiento sistémico más adecuado a las características de cada paciente", aclara.

¿Cómo se trata el cáncer de estómago?

El estadio del cáncer de estómago es clave a la hora del tratamiento de la enfermedad, explica el oncólogo.

"Tumores muy precoces que afectan a una sola capa de la pared del estómago y donde no hay ganglios visibles pueden ser tratados mediante una resección endoscópica, siempre y cuando se den características favorables (tumores bien diferenciados, pequeños y sin afectación de las capas profundas de la submucosa). Como alternativa en casos no susceptibles de resección endoscópica está la resección quirúrgica, con una tasa de curación en estos estadios tan precoces muy alta", desarrolla.

"En tumores no tan precoces o localmente avanzados, es decir, con afectación de varias de las capas de la pared del estómago y/o afectación en los ganglios de la zona, las estrategias más acreditadas a día de hoy pasan por programas combinados de quimioterapia perioperatoria (quimioterapia antes y después de la cirugía) o bien quimioterapia adyuvante que se realiza tras la cirugía. En pacientes donde no se ha podido conseguir una buena linfadenectomía por ser el número de ganglios resecados en la pieza quirúrgica escasos, o en aquellos en quienes los márgenes quirúrgicos son positivos (lo que implica enfermedad microscópica residual), estaría indicado un procedimiento de irradiación externa tras la cirugía", desgrana.

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Dentro de estos pacientes con tumores localizados o localmente avanzados existe un subgrupo muy determinado que presenta una característica llamada inestabilidad de microsatélites, debida a una pérdida en la expresión de proteínas reparadoras de ADN: "Estos pacientes pueden beneficiarse de un enfoque quirúrgico exclusivo, dado que presentan un bajo riesgo de recaída, y existen varios estudios recientes que plantean la posibilidad de programas de inmunoterapia preoperatoria, con una alta tasa de respuestas tanto clínicas como patológicas y que probablemente abran en un futuro la posibilidad de obviar una gastrectomía en este grupo tan seleccionado de pacientes".

En el contexto de enfermedad metastásica, el objetivo del tratamiento "es impactar en la supervivencia global y en la mejora de parámetros de calidad de vida". Para ello es crítico el análisis molecular y la determinación, al menos, de tres biomarcadores: proteínas reparadoras de ADN, expresión de PDL 1 y expresión de Her2. La presencia de estas dianas abre la posibilidad de tratamientos combinados, en los que se conjuga la administración de quimioterapia con terapias dirigidas. "El empleo de estas terapias en combinación con quimioterapia convencional ha demostrado un impacto significativo en términos de eficacia y de control de la enfermedad", señala. Actualmente, hay aprobadas terapias frente a Her2, estrategias de inmunoterapia combinada para pacientes con un valor de PDL1 superior a un determinado umbral e inmunoterapia como estrategia única en pacientes con inestabilidad de microsatélites. Los estudios más recientes apuntan a que la combinación quimioterapia-terapias anti-Her2 e inmunoterapia, en pacientes con expresión de Her2, alcanzan una alta tasa de respuestas y tiempos de supervivencia muy prometedores.

Finalmente, el oncólogo de la CUN destaca que existe también un grupo muy seleccionado de pacientes metastásicos "con poca carga de enfermedad" en quienes tras inducir una respuesta radiológica "puede valorarse el empleo de cirugía y/o radioterapia, sobre puntos de enfermedad residual, algo que ha demostrado impactar positivamente en la supervivencia". Respecto al empleo de segundas líneas de tratamiento, la combinación de quimioterapia y de fármacos antiangiogénicos es actualmente la estrategia más acreditada.

El cáncer de estómago fue el 5º tumor maligno más frecuente en todo el mundo, causando 768.793 muertes, en 2020, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM). En España se han diagnosticado cerca de 6.913 casos nuevos durante el año 2022, 4.262 en varones y 2.651 en mujeres.

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