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Cómo la adicción a la cocaína acelera el envejecimiento del cerebro
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Según un nuevo estudio

Cómo la adicción a la cocaína acelera el envejecimiento del cerebro

Una reciente investigación concluye que las personas que tienen trastorno por consumo de cocaína sufren los cambios que suceden en el cerebro a un ritmo más rápido

Foto: Fuente: iStock.
Fuente: iStock.

Las adicciones son dependencias crónicas y compulsivas de una sustancia o comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas. Los que la padecen acusan un control deficiente sobre las propias acciones y una mayor tolerancia con el tiempo. Los ejemplos comunes de adicción incluyen trastornos por uso de sustancias, como el alcoholismo y la adicción a las drogas, así como adicciones conductuales como al juego, internet o las compras compulsivas.

La clave: la dopamina

En el caso de las drogas, un nuevo estudio ha descubierto diferencias en la metilación del ADN dentro de una región del cerebro importante para el control inhibitorio en personas con trastorno por consumo de cocaína, confirmando que en estas los cambios habituales que experimentan nuestros cerebros conforme vamos envejeciendo pueden acumularse a un ritmo acelerado.

Foto: La adicción y el abuso de sustancias pueden afectar significativamente la vida de una persona de muchas maneras, incluido el funcionamiento de nuestro cerebro.

Cuando alguien toma cocaína, en su cerebro se produce la misma sensación que activa la comida que nos gusta, la música o incluso el sexo. El mecanismo de recompensa del cerebro se enciende e inunda de dopamina nuestro cerebro, el neurotransmisor que nos da la felicidad. La diferencia entre una buena comida que nos hace felices y las drogas es que sustancias como la cocaína copian este efecto, pero devolviéndolo hasta diez veces más fuerte.

Pero nuestro cerebro no está preparado para tal descarga inusitada de dopamina. Cuando esto sucede, la corteza prefrontal sopesa las opciones y puede decidir renunciar a actividades placenteras cuando no es el momento o el lugar. Pero cuando se trata de un cerebro adicto a la cocaína, el "control inhibitorio" se ve afectado y es difícil de resistir.

Así, la cocaína es una de las sustancias más adictivas conocidas, que interfiere directamente con las vías de recompensa del cerebro, obligando a sus células a continuar bombeando señales placenteras hasta que el efecto de la droga desaparezca.

placeholder La cocaína es una de las sustancias más adictivas conocidas por los humanos. (Pexels)
La cocaína es una de las sustancias más adictivas conocidas por los humanos. (Pexels)

¿Consecuencias?

Este trabajo extra no resulta indoloro para el cerebro. En la nueva investigación llevada a cabo por expertos de Alemania y Canadá, publicada en la revista Frontiers in Psychiatry, los expertos analizaron los tejidos cerebrales de 42 donantes humanos masculinos post mortem que tenían adicción a la cocaína y los que no (la mitad había padecido trastorno por consumo de cocaina o CUD y la otra mitad no). Este dato es importante, porque la mayoría de los estudios anteriores en este campo se han llevado a cabo en cerebros de ratas y no en humanos.

Concretamente, analizaron los patrones de estos cambios epigenéticos en una región del cerebro llamada Área 9 de Brodmann. Situada en la corteza prefrontal, la parte frontal del cerebro que descansa detrás de la frente, se cree que el Área 9 de Brodmann (BA9) es importante para la autoconciencia y el control inhibitorio; dos cosas que se confunden en los trastornos por uso de sustancias. Por lo general, un mayor grado de metilación del ADN conduce a la "disminución" de los genes cercanos.

"Los resultados de este estudio se suman a los muchos daños ya asociados con el trastorno por consumo de cocaína"

Cambios en la metilación del ADN

Encontraron 17 regiones genómicas que estaban más metiladas en donantes con CUD que en donantes sin CUD, y tres regiones que estaban menos metiladas en donantes con CUD que en donantes sin CUD.

"Dado que la metilación del ADN es un mecanismo regulador importante para la expresión génica, las alteraciones de la metilación del ADN identificadas podrían contribuir a cambios funcionales en el cerebro humano y, por lo tanto, a los aspectos conductuales asociados a la adicción", explicó Eric Poisel, estudiante de doctorado en el Centro Instituto de Salud Mental en Mannheim (Alemania) y coautor del trabajo.

Los científicos descubrieron que las personas con trastorno por uso de cocaína acumularon cambios en el ADN en el cerebro asociados con el envejecimiento biológico a un ritmo acelerado; esto es, la adicción a la cocaína puede hacer que el cerebro "envejezca" más rápido.

"Dado que la estimación de la edad biológica es un concepto muy reciente en la investigación de la adicción y está influenciado por muchos factores, se requieren más estudios para investigar este fenómeno, con tamaños de muestra más grandes que los tenidos aquí", admiten los autores al valorar la limitación del estudio.

Las adicciones son dependencias crónicas y compulsivas de una sustancia o comportamiento, a pesar de las consecuencias negativas. Los que la padecen acusan un control deficiente sobre las propias acciones y una mayor tolerancia con el tiempo. Los ejemplos comunes de adicción incluyen trastornos por uso de sustancias, como el alcoholismo y la adicción a las drogas, así como adicciones conductuales como al juego, internet o las compras compulsivas.

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