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El reto médico de la encefalitis: suben las autoinmunes y bajan las infecciosas
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REDUCIR LAS SECUELAS

El reto médico de la encefalitis: suben las autoinmunes y bajan las infecciosas

La prevención y la rapidez con que reaccionemos ante los primeros síntomas inciden directamente en su aparición y en la gravedad de sus secuelas

Foto: El cómputo total de casos de encefalitis se mantiene estable. (iStock)
El cómputo total de casos de encefalitis se mantiene estable. (iStock)

Cada año se diagnostican en España unos 1.200 nuevos casos de encefalitis. Una enfermedad que, a pesar de su baja incidencia, constituye un importante reto sanitario debido a su alta morbimortalidad. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la encefalitis tiene un índice de mortalidad entre el 5-20% de los casos y deja secuelas en más del 20% de los supervivientes. Y ahí es precisamente, en su alta tasa de mortalidad y en la gravedad de sus consecuencias, donde la doctora Marta Guillán, secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología, pone el énfasis.

Menos infecciosas y más autoinmunes

La causa de la inflamación del encéfalo (encefalitis) la podemos encontrar en tres orígenes distintos: como resultado de una infección provocada por un germen, por un agente tóxico o por una reacción autoinmune de nuestro organismo. En este sentido, la prevalencia de esta patología también ha de clasificarse bajo el parámetro de su desencadenante.

Cada año se diagnostican en España alrededor de 1.200 casos nuevos de encefalitis

En los últimos años, se está viendo que el número de encefalitis autoinmune está creciendo. Esta tendencia responde a que "con el paso del tiempo estamos diagnosticando más, porque cada vez tenemos más medios para poder hacerlo", aclara la experta. Y añade: "En cambio, la cantidad de casos por infección, ya sea por un virus (lo más habitual) o por una bacteria, ha disminuido, especialmente en Europa, y no tanto en los países de bajos ingresos, donde hay menos vacunación y la salud pública es algo más deficiente. Esto hace que el número total de encefalitis, de un tipo y otro, se mantenga bastante estable. Un número que, comparado con otras patologías neurológicas, es ciertamente poco prevalente. Hablamos de unos 1.200 casos nuevos al año. Eso sí, su mortalidad es muy elevada y sus secuelas muy graves".

placeholder El dolor de cabeza es uno de los síntomas que puede presentar la encefalitis. (iStock)
El dolor de cabeza es uno de los síntomas que puede presentar la encefalitis. (iStock)

Un problema añadido es la dificultad para determinar la causa. Esto ocurre principalmente en el caso de la encefalitis autoinmune. Para complicar aún más el asunto, a la hora de especificar el desencadenante de la encefalitis, entra en juego la herencia. En este sentido, "se sabe que hay o puede haber una predisposición genética a padecer determinadas infecciones de un virus o bacteria. Y, por otro lado, también podría ser posible que existiera cierta predisposición en nuestro ADN a padecer enfermedades autoinmunes", apunta Guillán.

Grupos de riesgo: niños y personas mayores

Es cierto que nada impide que cualquier persona sea diagnosticada de encefalitis. Ahora bien, también lo es que existen dos grupos poblacionales con unas características específicas que les convierten en sujetos más proclives a padecer la enfermedad. Nos referimos a los niños y a los ancianos: "Todas las enfermedades infecciosas o las que tienen que ver con el sistema inmune van a atacar más a los niños, sobre todo, a los más pequeños, ya que no les ha dado tiempo a completar el calendario vacunal ni a desarrollar el sistema inmune totalmente".

"Por otro lado, los ancianos también están más expuestos debido a la inmunosenectud, por la que sus defensas van perdiendo eficacia, de igual manera que sucede con el efecto de las vacunas que se pusieron en la infancia. De ahí la importancia del refuerzo de los calendarios vacunales del adulto -remarca la experta-. Habría que añadir otro colectivo también especialmente propenso, el de aquellas personas que tienen enfermedades del sistema inmune o que están siendo sometidas a un tratamiento que baja las defensas, los inmunodeprimidos".

Un diagnóstico temprano facilita un tratamiento precoz

Las señales que anuncian la encefalitis son muy evidentes, cosa que ayuda a que reacciones rápido. La neuróloga señala los siguientes indicios como los principales: "Alteración del nivel de conciencia, somnolencia, confusión, desorientación... La persona no responde bien a las preguntas, se encuentra en un estado de baja alerta. También puede haber alteraciones del lenguaje y crisis convulsivas en las siguientes horas. Y en los casos de las encefalitis infecciosas -añade-, suele haber fiebre y dolor de cabeza".

"Puede haber alteraciones del lenguaje y crisis convulsivas en las siguientes horas"

Reaccionar con celeridad ante la detección de estos síntomas es clave, tanto para comenzar con el tratamiento como, en última instancia, para atajar en la medida de lo posible las secuelas. "En el caso de la encefalitis infecciosa, como toda infección, cuanto antes pongamos el tratamiento antimicrobiano, más rápido se acortará la infección, antes se recuperará, menor daño va a producir y menos graves serán las secuelas". Por lo que se refiere a la de tipo autoinmune, "poner un inmunosupresor lo antes posible es lo que marcará el pronóstico de que la enfermedad vaya bien", asegura la experta.

Daños cerebrales irreversibles (pero tratables)

Detrás de ese 20% de casos que señala la SEN en el que la encefalitis deja tras de sí secuelas graves, nos encontramos sobre todo daños a nivel cognitivo. Las más agresivas "tienen que ver con el lenguaje, la memoria, la atención y las emociones. También es posible que derive en alteraciones del sueño o incluso en epilepsia", advierte la doctora.

placeholder Diagnosticar lo antes posible es clave para obtener un diagnóstico optimista. (iStock)
Diagnosticar lo antes posible es clave para obtener un diagnóstico optimista. (iStock)

A partir de ese momento, todas esas consecuencias que ha producido la encefalitis "se pueden trabajar con rehabilitación, logopedia y con estimulación cognitiva", apostilla.

Foto: Encefalitis del Nilo Occidental: ¿Quién está en riesgo?

¿Se puede hacer algo para su prevención?

Siempre hay medidas que se pueden tomar en aras de esquivar esta enfermedad. En este sentido, se ha de tener en cuenta su origen. Así, "en cuanto a las encefalitis infecciosas se puede hacer mucho. Prueba de ello es que la vacunación está siendo determinante. Gracias a las vacunas se ha conseguido disminuir mucho los casos de encefalitis infecciosa. Por otro lado, en las de origen tóxico, lo más sencillo es evitar el tóxico causante (fármacos, tóxicos químicos, alcohol, drogas...)", asevera.

Cada año se diagnostican en España unos 1.200 nuevos casos de encefalitis. Una enfermedad que, a pesar de su baja incidencia, constituye un importante reto sanitario debido a su alta morbimortalidad. Según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la encefalitis tiene un índice de mortalidad entre el 5-20% de los casos y deja secuelas en más del 20% de los supervivientes. Y ahí es precisamente, en su alta tasa de mortalidad y en la gravedad de sus consecuencias, donde la doctora Marta Guillán, secretaria del Grupo de Estudio de Neurología Crítica e Intensivista de la Sociedad Española de Neurología, pone el énfasis.

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