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Cáncer de vejiga: síntomas, pronóstico, tratamiento y su relación con otros tumores
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El quinto más común

Cáncer de vejiga: síntomas, pronóstico, tratamiento y su relación con otros tumores

Hay muchos detalles que conviene conocer sobre esta neoplasia, que es bastante frecuente y se asocia, generalmente, a supervivencias prolongadas

Foto: Foto: iStock
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El cáncer de vejiga es el quinto más frecuente, por detrás de los de colon y recto, mama, pulmón y próstata. Este año, en España se diagnosticarán unos 21.700 nuevos casos, con una abrumadora mayoría de varones (17.731). Sin embargo, en los próximos años se espera un descenso de afectados entre los hombres y un aumento entre las mujeres, un cambio de tendencia relevante debido a que los varones cada vez fuman menos, mientras que el tabaquismo va a más entre las mujeres, apunta el informe Las cifras del cáncer en España 2023, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

Más de 3.500 hombres y 905 mujeres morirán en 2023 a consecuencia de un cáncer de vejiga

La supervivencia a largo plazo de esta enfermedad es larga, y aun así, más de 3.500 hombres y 905 mujeres morirán en 2023 a consecuencia de la misma.

A pesar de tratarse de uno de los tumores más frecuentes, no es tan conocido entre la población como los de colon, pulmón o mama. Por eso, El Confidencial ha preguntado a uno de los especialistas que más saben, el doctor Enrique Grande, jefe del Servicio de Oncología Médica del Hospital MD Anderson Cancer Center, de Madrid, e integrante del consorcio de investigación mutidisciplinar GUARD (GenitoUrinary Research And Development), que implica a diferentes especialistas que intervienen en el manejo de los tumores gastrointestinales, como oncólogos, radioterapeutas, urólogos, médicos nucleares e investigadores.

¿Cada vez hay más cáncer de vejiga?

Cada vez se diagnostican más casos, pero este dato es algo bueno y refleja, por un lado, que "cada vez se accede más fácilmente a la atención especializada que es capaz de realizar ese diagnóstico inicial de la manera más rápida y eficiente posible". Por otra parte, que haya muchas personas con esta enfermedad pone de manifiesto que la supervivencia es cada vez mayor en nuestro país. Por fortuna, la mayoría de los casos –el 70%, aproximadamente– se diagnostican cuando el tumor se encuentra aún confinado en la vejiga y, por tanto, las posibilidades de que logremos que se cure son muy elevadas.

¿Qué factores favorecen su aparición?

El tabaco es el principal factor de riesgo asociado al desarrollo de este tumor, por ello es más frecuente en varones a partir de los 50 años de edad, aunque en los últimos años se observa una tendencia a una mayor incidencia en mujeres.

No obstante, otros factores que también contribuyen son la exposición de determinados agentes químicos, como las antiguas lacas que se empleaban en las peluquerías.

En algunos casos, la causa es la herencia de determinados genes que predisponen a desarrollar cáncer de vejiga.

placeholder Fumar es el mayor factor de riesgo para el cáncer de vejiga. (iStock)
Fumar es el mayor factor de riesgo para el cáncer de vejiga. (iStock)

Como suele ser habitual, un hábito de vida sedentario y la obesidad se asocia con el desarrollo de distintos tumores, aunque no está clara una relación directa con el cáncer de vejiga, ya que en numerosas ocasiones confluyen varios de estos factores, a los que se unen el tabaquismo y la ingesta de alcohol.

¿Cuáles son los signos de alarma?

Para abordar cuanto antes un tumor, es fundamental saber reconocer los síntomas. Es cierto que hay cánceres que dan la cara cuando ya están avanzados (páncreas), pero el de vejiga es uno de los tumores que más rápidamente se suelen diagnosticar, incluso en etapas muy iniciales, porque una sola gota de sangre es capaz de teñir la orina y “el paciente se asusta y acude a su médico, centro de salud o a urgencias”.

El diagnóstico se realiza de una manera relativamente sencilla, mediante una cistoscopia, una técnica que consiste en introducir una cámara por la uretra y ver el contenido del interior de la vejiga.

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También se puede establecer a través de una citología de orina, que consiste en observar células del tumor descamadas en esta.

¿Qué pronóstico tiene?

El grado en el que se encuentra el tumor en el momento del diagnóstico informa del pronóstico. Si la enfermedad se diagnostica cuando el tumor solo ocupa y penetra la capa más superficial de la vejiga, es posible resecar (extirpar) localmente y alcanzar curaciones en el rango del 80%. Si, por el contrario, el tumor ya ha infiltrado la capa muscular que conforma la pared interna de la vejiga, la tasa de curaciones baja al 50%. Cuando el tumor se ha extendido a distancia y ha dado metástasis en otros órganos -hígado, pulmones o los huesos-, “desafortunadamente las curaciones son muy escasas”.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento?

Los tratamientos locales disponibles son la resección transuretral, la cirugía y la radioterapia, y los tratamientos generales son, fundamentalmente, quimioterapia e inmunoterapia. La elección de uno u otro depende de lo avanzada que esté la enfermedad.

placeholder El médico explicará al paciente las opciones de tratamiento que tiene su enfermedad. (iStock)
El médico explicará al paciente las opciones de tratamiento que tiene su enfermedad. (iStock)

Cuando el tumor es superficial y no infiltra la capa muscular, se suele controlar mediante resecciones a través de la uretra seguidas, dependiendo del riesgo de recaída local, de instilaciones dentro de la vejiga con BCG, que no es otra cosa que el bacilo de la tuberculosis atenuado que produce una inflamación en el interior de la vejiga que impide, en la mayoría de los casos, que se vuelva a desarrollar el tumor.

Cuando se extirpa la vejiga, se puede crear una nueva con las asas intestinales. Si no, se hace un orificio en el abdomen y se coloca una bolsa

Si el tumor ha infiltrado el músculo, se debe administrar, en primer lugar, quimioterapia por vía intravenosa para reducir el tamaño del tumor y después se extirpa la vejiga y se crea una nueva vejiga con las asas intestinales del paciente. Si esta solución no es factible, hay que abrir un orificio en el abdomen del paciente en el que se acopla una bolsa que recoja la orina.

¿El tratamiento es para siempre?

Algunos tumores requieren una terapia de mantenimiento para evitar recaídas, este es el caso de algunos tumores de mama. En los de vejiga, también hay que mantener el tratamiento de forma continuada en los casos en los que el tumor se ha diseminado a distancia.

Foto: Imagen de archivo. (Ana Beltrán)

El doctor Grande subraya que cada vez hay “más y mejores armas terapéuticas que se han unido a la quimioterapia clásica”. Entre ellas, la inmunoterapia, que “ha cambiado la historia natural y la perspectiva de los pacientes con un cáncer de vejiga avanzado. Lo que antes era sinónimo de muerte en pocos meses se traduce ahora en que existe un porcentaje de afectados, que oscila entre el 20 y el 30%, que pasarán a ser largos supervivientes, que pueden estar años vivos a pesar del terrible diagnóstico inicial”.

Precisamente, conocer de antemano quiénes son los pacientes que van a responder a la inmunoterapia “es uno de los principales retos a los que nos enfrentamos en la clínica diaria”.

El oncólogo también destaca una nueva alternativa de tratamiento, los nuevos anticuerpos conjugados a fármacos, que son unos anticuerpos que se unen a la célula tumoral y que se introducen dentro de la quimioterapia directamente: “Actuarían de una manera similar a la de un caballo de Troya pero con las células tumorales”.

¿Los tratamientos cortos son eficaces?

El jefe de oncología médica del MD Anderson de Madrid simultánea el trabajo asistencial con la investigación, de ahí que actualmente esté coordinando el estudio DISCUS, un trabajo conjunto entre Reino Unido, España y Francia, que reclutará a 210 pacientes con tumores de vejiga metastásicos: “El objetivo es ver si reduciendo el número de ciclos de quimioterapia que se administran antes de la inmunoterapia se consigue que el paciente llegue menos agotado a la inmunoterapia, con lo cual se mejora la calidad de vida y pensamos,que mejorará la eficacia de la inmunoterapia sin deterioro de la supervivencia".

"El estudio internacional DISCUS puede cambiar la manera con la que tratamos a los pacientes a día de hoy en todo el mundo"

Grande avanza que “estamos muy ilusionados por cómo está yendo a día de hoy el estudio” y confía en que pronto podrán ofrecer resultados. “Puede que el estudio DISCUS cambie la manera con la que tratamos a los pacientes a día de hoy en todo el mundo”, apunta.

Relación con otros tumores

Los tumores de vejiga pueden dar lugar a su vez a otros tumores de vejiga que pueden aparecer a la vez –tumores sincrónicos– o de manera secuencial en el tiempo –tumores metacrónicos–. Debido a que a menudo aparecen en varones de más de 55 años, no es infrecuente ver cómo los tumores de vejiga se asocian al cáncer de próstata.

En el caso de familias con herencia o agregación familiar, es posible encontrar que las mujeres de la misma familia, además de poder tener mayor incidencia de cáncer de vejiga, también lo tengan de cáncer de mama, páncreas, colon o endometrio.

El cáncer de vejiga es el quinto más frecuente, por detrás de los de colon y recto, mama, pulmón y próstata. Este año, en España se diagnosticarán unos 21.700 nuevos casos, con una abrumadora mayoría de varones (17.731). Sin embargo, en los próximos años se espera un descenso de afectados entre los hombres y un aumento entre las mujeres, un cambio de tendencia relevante debido a que los varones cada vez fuman menos, mientras que el tabaquismo va a más entre las mujeres, apunta el informe Las cifras del cáncer en España 2023, de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).

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