La inteligencia artificial se cuela en los hospitales y descubre hepatitis C oculta

La irrupción del ChatGPT ha aumentado la popularidad de los sistemas de inteligencia artificial, pero lo cierto es que estas herramientas llevan tiempo de ensayo en el ámbito clínico, y ahora ya se ha reunido cierta evidencia sobre el potencial de estas aplicaciones para su uso a diferentes niveles, tanto organizativos como de optimización de los procesos hospitalarios, pero también para las funciones orientadas a un mejor diagnóstico, al inicio temprano de los tratamientos y la continuidad asistencial.

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En este terreno, se ha presentado en el 48º Congreso Anual de la AEEH (Asociación Española para el Estudio del Hígado) un trabajo sobre el potencial de las herramientas basadas en inteligencia artificial para identificar a pacientes que tienen un mayor riesgo o sospecha de infección por el virus de la hepatitis C, con lo que se aspira a aumentar el número de personas diagnosticadas y tratadas en las fases más tempranas de la enfermedad.

La información del 'big data'

Ese riesgo se determina en función de un algoritmo determinado. El estudio se ha realizado, en concreto, a partir del análisis de los resultados aportados por un sistema de inteligencia artificial (Intelligen-C) implantado en el Hospital Universitario Severo Ochoa de Madrid, y gracias al cual se ha favorecido la identificación de pacientes y el inicio de 14 nuevos tratamientos.

Los autores concluyen que “la aplicación de herramientas basadas en IA en el hospital permite integrar y estructurar el procesamiento de los datos para identificar pacientes con infección oculta por hepatitis C, favorece el diagnóstico precoz de la enfermedad, además de conseguir la optimización de los flujos de trabajo hospitalarios, contribuyendo a la eliminación de la hepatitis C en el área sanitaria en que se implanta".

Interés estratégico

El doctor Juan Turnes, que es responsable de comunicación de la AEEH y redactor del Plan Gallego de Hepatitis C, explica a El Confidencial que lo que hay detrás de este ejemplo es el big data del hospital Severo Ochoa y su área sanitaria; es decir, toda la información de salud recogida en las historias clínicas de una manera estructurada (por ejemplo, el resultado de un análisis) como del lenguaje natural, y lo que escribe el médico en la historia clínica (por ejemplo, los factores de riesgo para la hepatitis C que tiene una persona). Después, la inteligencia artificial lee toda esa información y la interpreta.

España es un modelo de éxito de tratamiento del VHC, pero aún quedan personas infectadas que no han sido vinculadas a una consulta para recibir tratamiento

Durante la reunión se han presentado otros trabajos en este mismo sentido, y es que “el abordaje de la hepatitis C en España es un modelo de éxito, una enfermedad de la que se han tratado y curado más de 100.000 personas desde el año 2015”. Sin embargo, y aquí está uno de los grandes intereses que suscitan estos sistemas de IA, “todavía quedan pacientes que, a pesar de tener hepatitis C diagnosticada mediante una prueba, no han sido vinculados a una consulta para recibir tratamiento. El sistema sanitario sabe que esos pacientes están pero no sabe dónde ni como encontrarlos”.

Además, a los médicos también les interesa dar con infectados del virus de la hepatitis C que desconocen que lo son, pero tienen factores de riesgo y “podríamos identificarlos a través del big data para tratarlos y curarlos”.

Turnes, que también es jefe del servicio de aparato digestivo del Complejo Hospitalario Universitario de Pontevedra, vaticina que IA se utilizará cada vez más para abordar la hepatitis C, una enfermedad que en España afecta, sobre todo, a personas de entre 50 y 59 años.